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Crisis financiera vuelve una pesadilla negocios en mercados latinoamericanos

Los mercados latinoamericanos, con Brasil a la cabeza, vivieron este lunes una auténtica pesadilla en medio del pánico mundial y los indicios de que la crisis financiera internacional ya pesa en la economía real. Desde la apertura de los negocios las plazas de la región dieron señales de que enfrentarían otro »lunes negro», sin embargo la magnitud de las pérdidas superó las previsiones más pesimistas.


En una jornada marcada por la tensión y la incertidumbre, antes de llegar a la mitad de la sesión la bolsa de Sao Paulo, la mayor de Latinoamérica por volumen de negocios, tuvo que interrumpir dos veces las operaciones por caídas superiores primero al 10 por ciento y luego al 15 por ciento.



Al final del día, el índice Ibovespa salvó los muebles del naufragio con una caída del 5,43 por ciento y 42.100 puntos, que fue recibida con cierto alivio por los agentes financieros, una señal de que las cosas no andan nada bien en el mercado de renta variable.



Una situación similar se vivió en el resto de países de América Latina, una región cuyas economías empiezan a sentir los efectos de la crisis por la caída de los precios internacionales de las materias primas sobre los cuales basaron su crecimiento en los últimos años.



La bolsa de Buenos Aires suspendió también las operaciones poco después de la apertura cuando el índice Merval caía el 11 por ciento, aunque al igual que Sao Paulo abrió el paracaídas y cerró el día con una pérdida digerible del 5,9 por ciento.



México, cuya economía tiene una enorme dependencia de la estadounidense, tampoco fue ajeno a la situación y en su bolsa el IPC terminó la jornada con una depreciación del 5,4 por ciento.



El rosario de pérdidas dejó en el IPSA de Santiago un estrago del 6,02 por ciento, mientras que en el IGBC de Colombia la caída fue del 4,86 por ciento.



Y si por los lados del mercado bursátil llueve, por el cambiario no escampa con caídas en picada de monedas que hasta hace un par de meses mostraban fortaleza ante el dólar y este lunes ceden terreno a pasos agigantados.



Es el caso del real brasileño, que se hundió el 7,57%, del peso mexicano (-6,06%), del chileno (-3,16%), del argentino (-0,94%) y del uruguayo (-0,92).



Pero, mientras el barco hace agua, las autoridades buscan fórmulas para calmar a los mercados y evitar que el pánico se extienda.



El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, insistió hoy en que el país «esta sólido, sus bancos están sólidos y sus empresas están sólidas», pero dijo que «nada» puede impedir que las bolsas caigan.



En una reunión de cancilleres de Latinoamérica y el Caribe celebrada en Río de Janeiro, el canciller brasileño, Celso Amorim, dijo que es necesario que la región haga «oír su voz en ese tema tan importante», como es la crisis financiera.



«No es más posible que nosotros seamos apenas aquellos que pasivamente sufren los efectos de las crisis que se producen en los grandes centros económicos», afirmó.



El problema está en que después de lo ocurrido con grandes bancos estadounidenses y europeos que fueron a la quiebra, los mercados andan con los nervios de punta y susceptibles a cualquier rumor de los muchos que recorren por estos días las ruedas de negocios.



En ese sentido, la corredora brasileña Planner recomendó la venta de acciones de la productora de alimentos cárnicos Sadia por «la reincidencia de pérdidas con las operaciones financieras, lo que pone en duda su credibilidad de gestión y la capacidad de afrontar los riesgos a la que está expuesta».



Sadia reconoció recientemente pérdidas por unos 390 millones de dólares con contratos futuros de cambio, una cifra superior a todas sus ganancias de 2007, razón por la cual la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s le puso nota negativa y hoy le costó el cargo a su presidente, Walter Fontana Filho.



Al respecto, el economista Emilio Alfieri, de la Asociación Comercial de Sao Paulo (ACSP), señaló que fue «precipitada e imprudente» la apuesta de algunas empresas brasileñas al dólar bajo, y agregó que «ahora serán penalizadas» por el propio mercado.



Los especialistas están atentos, además de a lo que ocurre en EE.UU. y Europa, a la temporada de divulgación de balances empresariales del tercer trimestre, que en las próximas semanas darán una idea del tamaño del contagio de la crisis a la economía real latinoamericana.



EFE

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