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El rol erosionador de los independientes

Más importante que los votos que obtengan, para la Concertación lo medular es ver qué porcentaje será en desmedro de sus filas. En todo caso, para los analistas este traspaso está más relacionado con un voto de castigo al oficialismo, que con el hecho de que efectivamente simbolicen una primera preferencia. En cuanto a un posible efecto «desestabilizador», este se hará plausible sólo en casos muy puntuales, como el de la emblemática comuna de Santiago.


Cuánto erosionará a la Concertación la votación de los independientes que se han descolgado del oficialismo aún es una incógnita. Pero tomando en cuenta que detrás del Partido Regional Independiente (PRI), que representa casi 90 por ciento de los candidatos que lleva el pacto «Por Un Chile Limpio» en estas municipales, y que detrás de él están un ex senador y cinco ex diputados de la Democracia Cristiana, lo más probable es que muchos de los votos que acaparen salgan de esa colectividad.

Según explica el cientista político Sergio Micco (DC), «si juntas a todos los independientes pueden apuntar a obtener 5,24 puntos. Pero cuánto de eso recogerá el PRI más Chile Primero, no lo sabemos».

En todo caso, según algunos analistas, su mayor votación se deberá a un voto de castigo para la Concertación, más que a que simbolicen una primera preferencia. Básicamente porque los dirigentes pertenecen a mundos y posiciones muy distintas, por lo que aún no son entidades con un mensaje claro y unificador hacia el electorado. Por tanto acapararían principalmente una votación residual.

Al respecto, el analista Patricio Navia sostiene que la Concertación necesita demostrar que sigue siendo mayoría y que tiene una base cercana al 50 por ciento. Y que mientras más se aleje de esa cifra, más dudas hay sobre su capacidad de ganar la próxima elección.

«Pero no son puntos que le reste el Chile Limpio, sino que se dan porque no lograron concensuar candidaturas en muchas comunas. De hecho, mucha gente que va por ese pacto habría sido de la Concertación con una mejor fórmula», opina el columnista. Y agrega que «si saca buena votación es porque sus candidatos son atractivos, independientemente de su filiación».

Por ello, explica que tiene que pasar mucha agua bajo el puente para que Chile Limpio realmente se convierta en una alternativa política y no en la suma de muchos independientes populares, ya que «no haces un partido con 50 independientes exitosos».

Además, asegura que no hay gran diferencia en la repartición de los votos en comparación a las elecciones de 2004, ya que había alrededor de 10 por ciento que iba a los independientes, tomando en cuenta que los votos a la Concertación, la Alianza por Chile y el Juntos Podemos, sumaban poco menos de 90 por ciento.

 La legión extranjera

 En el mundo político consideran que sería significativo para estos actores superar los 7 puntos, ya que sería un respiro que les permitiría un mayor poder de negociación. Lo gravitante es que las elecciones municipales tienen particulares características que tienen que ver con un sistema electoral mayoritario. Por eso, en las parlamentarias y de cara al sistema binominal si «los chicos» no crean alianzas con el oficialismo o la oposición, sería muy difícil que obtengan buenos resultados.

Al respecto, el timonel PPD Pepe Auth, asegura que más importante que los votos que saquen, será si erosionan o no a la Concertación. Y que evaluar la importancia de eso sólo podrá medirse con claridad después del recuento de votos. «Por el momento, todo es una incógnita», asegura.

En tanto, Micco señala que hay que ser muy cuidadoso con apurar resultados de estas fuerzas con consecuencias para las parlamentarias y presidenciales, ya que hay factores localistas muy fuertes que no se traslapan a lógicas nacionales. «Van a haber candidatos a alcaldes y concejales que se paren por razones locales, pero en casos de ex concertacionistas que se presentan con apoyo del PRI ¿qué va a pasar con esa votación? Jamás se va a ir a la derecha el próximo año».

Esto, principalmente por la característica de «legión extranjera» que según Micco define al Pacto Por Un Chile Limpio -que incluye al PRI, Chile Primero y al Partido Ecologista – debido a que la mayoría de sus integrantes son descolgados de otras colectividades, especialmente del oficialismo.

Lo que a su entender dificulta extremadamente cualquier alianza futura con la derecha en cuanto a apoyar al candidato presidencial Sebastián Piñera (RN), ya que «si ellos toman la decisión de pactar con la derecha buena parte del electorado saltará por los aires», sostiene.

 El efecto desestabilizador

Quizás el caso más emblemático de un posible efecto «desestabilizador» de los independientes, se de en la comuna de Santiago. Allí, compitiendo junto a Jaime Ravinet (DC) y Pablo Zalaquett (UDI) se encuentra el independiente Ricardo Israel.

De hecho, el viernes los diputados Carolina Tohá (PPD) y Jorge Burgos (DC) hicieron un llamado al electorado de la Concertación a anular el «el efecto Israel» en Santiago.

Auth considera que esta es una situación puntual. Y tiene la impresión de «que la mano de Zalaquet no estuvo ausente en la emergencia de la candidatura de Israel. Conociendo a (Jorge) Schaulsohn, no me extrañaría que se lo hayan pedido a Chile Primero para revertir la sensación de derrota confirmada».

Por su parte, Micco adelanta que efectivamente Israel puede influir negativamente en Ravinet, pero se pregunta si sus adeptos votarían por Piñera después.

Y sostiene que, como en este caso, efectivamente existen algunas candidaturas del pacto independiente que pueden significar derrotas para la Concertación en cuanto a alcaldes, pero básicamente porque no hay segunda vuelta. Ya que de ser así otro gallo cantaría.

En todo caso, según Auth la elección de alcaldes no mide nada. «Donde se miden fuerzas de listas es en concejales, que están presentes en todo el territorio». Pero explica que las listas independientes obtendrán mucha adhesión que finalmente contribuirá a que las listas más grandes saquen más concejales.

La diferencia con el Juntos Podemos

A pesar de que también están fuera de las dos grandes coaliciones y forman parte de esta suerte de «tercera fuerza» política, el Juntos Podemos está en un sitio mucho más «amigable» a la hora de evaluar su papel en estas elecciones.

Básicamente porque su mayor representante es el PC, que ha mantenido una votación histórica durante los últimos 18 años. En 2004 el Juntos Podemos sacó 9,17 puntos, y ya en dos ocasiones han votado en segunda vuelta por los presidenciables de la Concertación. A lo que se suma que además, en comunas emblemáticas del país, han realizado pactos por omisión.

«El Juntos Podemos nunca ha dejado de existir y tampoco ha participado de los gobiernos de la Concertación. Sin embargo, en las segundas vueltas ellos han apoyado a los candidatos oficialistas como el mal menor. En cambio el PRI quiere jugar un rol de centro derecha quitándole votos a la Concertación y en el futuro lograr un gobierno de unidad nacional con la derecha. Pero como he señalado repetidamente, el problema es que la base electoral no estará dispuesta a sumarse a esa aventura», concluye Micco.

La obsesión de Zaldívar

En cuanto al más emblemático líder de los independientes, el senador Adolfo Zaldívar (ex DC), para Navia, más allá de los resultados que obtengan en estas elecciones, su futuro como posible candidato presidencial «quedará en el mismo mal pie en que ha estado por años».

El columnista sostiene que el presidente del Senado está «obsesionado» con ser presidente pese a lo que dicen las encuestas. «Aunque el pacto sacara 20 puntos, estos no son transferibles a él».

En lo que sí influiría positivamente, sería en la capacidad de negociación de su grupo, ya que tomando en cuenta el rol de partido «bisagra» que  han jugado, si obtienen buenos resultados sería una muestra de que han ido ganando fuerza.

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