Los inesperados resultados obtenidos por la tienda de calle Suecia, la colocaron en la difícil disyuntiva de tener que entregarle a sus socios las ganancias que rescataron de las municipales o gestionarlas en beneficio propio, a través de un candidato que los represente el 2009. Ambas posibilidades conllevan riesgos. La primera podría implicar la pérdida de la mística por convertirse en el pariente pobre del sector. La segunda pondría en riesgo la probabilidad de que esta vez la derecha sí llegue a La Moneda.
Parece increíble lo difícil que le ha resultado a la derecha administrar el triunfo municipal que se atribuye. Sobre todo que se ha dado la paradoja de que esta Alianza, que “trabajó unida y ganó unida” como aseguran sus dirigentes, no festejó unida.
Más allá de los discursos oficiales, ambas tiendas intentan soterradamente promover su victoria como la más significativa del pacto en relación con sus aliados. La principal razón para eso es que mientras Renovación necesita generar la sensación ambiente de que Sebastián Piñera es imparable, la UDI no está dispuesta a rendirse sin pelear. Y se esfuerza por establecer la idea de que el efecto primario de las municipales para el partido es que les dio tiempo y, más que nada, poder.
En el gremialismo dicen que el empresario está conciente de ello. Al punto que en una conversación con el timonel de la UDI, tras la euforia del domingo, Piñera habría reconocido que la tienda de Juan Antonio Coloma “salió muy bien parada” del proceso municipal. Una verdadera sorpresa para RN que esperaba arrasar con sus socios y cerrar, de una vez, el negocio que le permitiera al abanderado ser ungido como el presidenciable de la derecha y terminar con la incertidumbre que genera en Apoquindo 3000 la sola posibilidad de que los discípulos de Guzmán opten por levantar candidato propio.
Lo que lleva al difícil camino bifurcado al que se enfrenta la UDI. Un elemento indiscutible al interior del partido es la convicción de que sin tener un candidato propio hicieron más de lo que las autoridades gremialistas auguraban. Si eso sorprendió a RN, lo propio ocurrió en Suecia 286, donde se generó un sentimiento de euforia tal, que inmediatamente comenzó a tomar fuerza la idea del candidato presidencial que le compitiera al empresario. Menos exultantes, tras varios días en que el proceso ha ido decantando, comenzaron a surgir tantas y tan variadas opiniones como dirigentes y parlamentarios que las emiten. Y comenzó, cómo no, el análisis de las frías cifras, más reposadamente, porque “el tiempo es lo que ahora nos sobra”, ironiza un dirigente del partido.
La sartén por el mango
Ahora, lo único claro es que la idea del candidato propio no resulta tan evidente como el domingo 26 en la noche, “está más compleja”. Una alta fuente de la tienda asegura que hay que evaluar qué es lo mejor para el partido y para el país. Y, agrega, que ahora el problema de Piñera es RN y no el gremialismo. La lectura que se hace para llegar a esa conclusión es que el actual escenario indica que el abanderado de Renovación “no puede ganar sin la UDI”, por lo tanto, tendrá que negociar.
En esta línea, otra fuente gremialista, que más bien se inclina por la tesis de apoyar al empresario, cree que lo más probable es que finalmente la UDI opte por el candidato propio, aunque también advierte que esta decisión dependerá de lo que pase en la Concertación. Pero que el hecho de haber postergado el Consejo Directivo Ampliado para fines de Diciembre o incluso Enero, significa que las autoridades de la UDI optaron por actuar con prudencia y que la idea es tomar la determinación final “en frío y con los pies firmes en la tierra”.
Lo que sí, existe coincidencia en cuanto a que la performance del gremialismo en las municipales “asegura que Piñera sabe que la UDI no puede ganarle, pero puede evitar que él gane”, porque “RN no consiguió una distancia abismal de la UDI, entonces, ya recibió el mensaje”.
Lobby interno en la UDI
La situación que enfrenta la UDI es nueva y en el proceso de lobby, que ya se inició internamente, hay que cuidar que no queden heridos en el camino y evitar discrepancias públicas. Este es un aspecto que el gremialismo siempre ha resguardado, incluso en episodios tan duros como el caso Spiniak, por lo mismo es que esta última semana todos los dirigentes han usado un tono bastante moderado para defender sus posturas.
Quienes se han pronunciado abiertamente por el candidato propio –Longueira, Evelyn Matthei y Jovino Novoa- tienen la convicción de que el resultado municipal de la UDI constituye una clara señal de que la fuerza del partido se vería resquebrajada si baja los brazos y se entrega sin dar la pelea. El argumento más escuchado en esta línea es que el gremialismo “crece en la adversidad” y no está en su ADN la rendición. Los más osados que respaldan esta postura sostienen que Piñera ya tocó techo y que si la UDI recupera la mística que ha caracterizado al partido, incluso le podría ganar. Sin ir más lejos no faltan los kamikaze que plantean que para tener candidato propio “alguien va a tener que lanzarse sólo al río y que lo sigan los que estén dispuestos a jugársela, porque el partido se está demorando mucho en tomar la decisión”.
Otros, en cambio, descartan que algo así llegara a suceder. No es el estilo de la UDI, dicen. Y con la cabeza fría plantean que antes de tomar una decisión es necesario tener claros algunos aspectos. No sólo cuál podría ser el candidato, sino también hasta dónde va a llegar en la carrera, porque ello tiene efectos que también habrá que evaluar. Aunque la UDI no tiene candidato, tiene el poder y de este partido depende que Piñera llegue a La Moneda. Esta es la frase que más se repite en la tienda de calle Suecia.
La UDI está en una posición inmejorable para negociar, dice otra fuente, porque a partir del 26 de octubre “hay más parlamentarios amenazados de RN que nuestros”, lo que se debe a que la UDI centró su estrategia municipal en ganar capitales regionales y cabeceras provinciales, lo que le dio un resultando insospechado.
