Publicidad

Potenciales infectados por VIH podrían llegar a 5 mil

Basándose en las cifras entregadas por el senador Guido Girardi, que señaló la existencia de unos mil pacientes que no fueron informados de que eran portadores,  la profesional de la Universidad de Chile, Beatriz Marincovich explica que de acuerdo a parámetros internacionales y tomando en cuenta los casos oficiales existentes en el país, es posible proyectar un contagio que va de 3 a 5 personas más por cada caso confirmado.


La bola de nieve que significó para el Ministerio de Salud (Minsal) el caso que empezó con 25 personas no notificadas de portar el VIH en Iquique ha ido creciendo progresivamente. Incluso la situación ya se comenta a nivel internacional, pues ayer fue tema para el diario español El País.

Pero la avalancha continúa, y ya alcanza la cifra de casi mil afectados en todo el país, tanto en el sistema público como en el privado. Al menos esas son las últimas cifras que anunció el miércoles el senador Guido Girardi. Y si bien no son oficiales, el hecho de que antes de hacerlas públicas el parlamentario se reuniera con el ministro de Salud, Álvaro Erazo, indican que hubo consenso en los números, por lo que probablemente no habrá mayores variaciones del detalle que el Secretario de Estado entregue a la Comisión de Salud de la Cámara Baja durante la mañana de hoy.

Lo que aún cabe preguntarse es cuántas personas más podrían verse afectadas por esta situación, tomando en cuenta que durante el tiempo que los portadores no fueron notificados continuaron con su vida sexual normal. Y en muchos casos no utilizaron preservativos y tuvieron más de una pareja.

En este sentido, la epidemióloga de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Beatriz Marincovich, señaló que es posible hacer algunas proyecciones. «De acuerdo a parámetros internacionales y por consenso se ha visto desde la propia Comisión Nacional del SIDA (Conasida) que habría de 3 a 5 personas infectadas  por cada caso que se notifica».

Por ello la profesional, que también trabaja en el Servicio de Salud Norte, explicó que «mil personas implicarían de 2 mil a 5 mil portadores más que no lo saben.». Y precisa que aunque es imposible hablar de números exactos, se puede hacer esta proyección tomando en cuenta los casos de VIH o SIDA notificados oficialmente, que hasta el 2007 ascendían a 18.552 -aunque se estima que hay alrededor de 30 mil o 40 mil personas que no saben que son portadoras de esta enfermedad-. La tasa de casos de sida hasta ese año era de 3,6 personas por cada cien mil habitantes, y en el caso de VIH de 4,2.

Marincovich aseguró que según estas cifras, Chile es de prevalencia basal baja, por lo que se pueden proyectar hasta 5 personas infectadas por cada caso comprobado, a diferencia de lugares como África cuyos índices de contagio son mucho mayores, por lo que  esa cifra asciende a 10.

Al respecto, el diputado Fulvio Rossi (PS), declaró que si se quiere contar con cifras reales es necesario realizar un estudio epidemiológico retrospectivo que permita conocer los contactos sexuales de los pacientes no informados de la enfermedad y así ofrecer tratamiento oportuno a quienes pudieron ser contagiados.

«Lo importante ahora es determinar hasta dónde pudo llegar la cadena de contagio», aseguró el parlamentario.

La ley del Sida a la deriva

Según Marincovich, el escándalo de los casos no notificados de VIH-Sida, que provocó la salida de la ministra Soledad Barría, era algo que se veía venir.

Simplemente porque desde «hace mucho tiempo no ha existido un liderazgo muy claro desde el Conasida hacia los servicios de salud en relación al VIH. Por lo tanto cada región y seremi de Salud ha actuado de acuerdo a sus prioridades y se han tomado soluciones locales», explicó.

Esto, porque no existe un reglamento oficial de la ley del sida, por lo tanto cada servicio y seremi «hace circulares internas para asegurar los procesos de información a los positivos. Por ello, debería ser fijado en el nivel central un lineamiento más preciso al respecto. Y dejar bien claras las responsabilidades, la forma de cómo avisar al paciente, y si el encargado de hacerlo es la autoridad sanitaria regional o establecimiento».

Además, la epidemióloga señaló que desde la reforma a la Autoridad Sanitaria  de 2004, donde todos los epidemiólogos fueron trasladados a las secretarías regionales ministeriales desde servicios de salud, no ha habido contratación de profesionales destinados a la vigilancia epidemiológica local de los establecimientos.

Pero quizás lo más complejo es que la Estrategia de Atención Integral a Personas que Viven con VIH-Sida- dependiente de Conasida- tiene normas de orientación básicas para los servicios, pero no se contemplan auditorías. «No hay evaluación de procesos. Por lo que ahora hay que auditar caso a caso para ver qué fue lo que ocurrió», aseguró Marincovich.

Otra falencia del sistema, según explicó la médico, es que la gran mayoría de los servicios de salud están infradotados de personal para la atención de pacientes. A lo que se suma la drástica reducción de personal del Conasida en octubre a raíz del mal manejo de los dineros del Fondo Global de lucha contra el sida por parte del Consejo de Las Américas.

Publicidad

Tendencias