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Las acciones de Fasa que le explotaron en las manos a Piñera

Después de un día de silencio en el tema, el candidato de la derecha salió ayer a criticar duramente la colusión de las farmacias. Pero por la ciudad corría fuerte el rumor de que él también era accionista de Fasa, la farmacéutica que reconoció el delito ante la FNE. Lo peor fue que su vocero negó el hecho, cuando cualquier mortal podía verificarlo en la página web de la SVS.


El debate sobre la concertación de las tres principales cadenas de farmacias del país para subir el precio de los medicamentos impactó de lleno y sorpresivamente en la campaña de Sebastián Piñera. Después de mantener 24 horas de riguroso silencio, el candidato presidencial de la derecha se decidió ayer a hablar acerca del tema. Buscando empatizar con la gente, manifestó su indignación porque «se esté jugando con los remedios, es decir, con la salud de las personas». Hasta ahí todo bien. Pero omitió el detalle de que él mismo figura entre los accionistas de FASA, aunque con menos de un uno por ciento de la propiedad, a través de Bancard Inversiones Limitada e Inversiones Santa Cecilia S.A.

Todo empeoró cuando su brazo derecho, Rodrigo Hinzpeter, negó que el empresario tuviera acciones en la empresa cuestionada, develando un grave problema comunicacional al interior del comando piñerista, que vuelve a poner en el debate público la necesidad de separar los negocios de la política.

Para nadie es un misterio que Piñera es un inversionista audaz. Y alguien incluso podría considerar plausible que desconociera que Bancard y Santa Cecilia son accionistas de FASA, dado el sistema de compra y venta de acciones a través de sofisticados softwares con el que se mueve el empresario en el mercado.

Sin embargo, según varios analistas, resulta políticamente débil la forma como enfrentó el tema, considerando que su calidad de empresario es un flanco que está permanentemente abierto y en tela de juicio. Y que, en ese escenario, un candidato presidencial debe estar preparado para sortear este tipo de imprevistos.

Allí cobran importancia las declaraciones que, posteriores a las de Piñera, hizo su brazo derecho, el abogado Rodrigo Hinzpeter. Cuando comenzó a correr el rumor de que el empresario mantiene acciones en FASA, su vocero citó a una conferencia de prensa en la que negó tales aseveraciones.  «(Piñera) no tiene acciones de FASA, pero aunque las tuviera, hay muchos chilenos las tienen. Hay AFPs que tienen acciones de FASA…Sebastián Piñera ha sostenido hoy día en forma muy clara y categórica que le parece indignante lo ocurrido», sentenció. Haciendo caso omiso de la información que consta en la página web de la Superintendencia de Valores y Seguros.

Esta descoordinación, a juicio del director de la Escuela de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, revela que el comando del abanderado de la derecha carece de «una estrategia comunicacional destinada a contrarrestar los efectos de este flanco. Porque evidentemente esto va a seguir in crescendo». Por lo mismo, Guzmán estima que si  Piñera no toma una decisión definitiva acerca de vender o traspasar sus negocios a un tercero a través de una fórmula de fideicomiso, debiera «hacer una ofensiva comunicacional para superar el tema». Ello porque la Concertación no va a dejar pasar la oportunidad de sacarle partido cada vez que sea posible.

Sin ir más lejos, el diputado Enrique Accorsi (PPD) no dudó en emplazar a Piñera a explicar «qué se siente ser accionista de una empresa que le miente y abusa de la gente, principalmente de adultos mayores que gastan su jubilación en remedios» y añadió que el candidato opositor «no puede salir defendiendo de esta manera los intereses de los consumidores, cuando forma parte de una de las empresas farmacéuticas que produjo tal daño».

Y mientras la polémica crece como la espuma, las acciones de FASA cayeron un 9,68 por ciento. La duda para algunos es si esto afectará la popularidad de Piñera o podría caer igual que las acciones. En opinión del analista político Aldo Casinelli, no sería aventurado sostener que si este debate continúa mucho tiempo en la palestra, las encuestas lo reflejarán tarde o temprano por el revuelo que ha generado en la opinión pública. De hecho, para el experto lo que está sucediendo «es muy peligroso para Piñera y acelera la necesidad de que él tome la decisión de separar los negocios de la política, sea como sea. Porque si no resuelve esto luego, va a tener que estar dando explicaciones permanentemente».

Cassinelli es incluso más categórico cuando sostiene que si Piñera «quiere ser Presidente tiene que separar rápidamente la política de los negocios. No cuando sea Presidente», porque, a su juicio, «si no lo hace ahora, es porque no está tan seguro de llegar a serlo».

Además de la notoria falta de coordinación que quedó de manifiesto al interior del comando, Cassinelli estima que el candidato de la Alianza «cayó en la falta de rigurosidad al entregar su información, pues hubiera sido mucho más honesto decir ‘sí, tengo acciones, pero yo no las manejo’ y debería haberlas vendido rápidamente y sumarse al repudio general. Para demostrar que ni siquiera por dinero está dispuesto a soportar lo sucedido». Porque a estas alturas, dice el experto, no sirve de nada escudarse en que es un accionista menor.

Para un analista de la UDI, el polémico episodio revela no sólo que las inversiones de Piñera siguen siendo «un flanco de riesgo»; sino además la falta de un comando estructurado con una vocería clara y definida. Ello, porque los dichos de Hinzpeter no necesariamente pueden haber tenido la intención de esconder algo. En su opinión, el «apresuramiento» del abogado revela «un poquito de inexperiencia y exceso de atribuciones», porque «el candidato es el que debe tener siempre la primera voz».

Un dirigente de Renovación Nacional es quien pone el dedo en la yaga, pues recuerda que «según las encuestas, Piñera tiene problemas de credibilidad» y no contribuye a mejorar su imagen que «al jefe de campaña lo pillen mintiendo». Sin embargo, no descarta que el abanderado haya desconocido que tenía acciones de FASA en un bajo porcentaje, pero aclara que «a la gente le da lo mismo qué porcentaje sea». Esta fuente estima que esta polémica «comprueba, una vez más, que Piñera debe sustraerse de sus negocios» y aunque cree que sería una exageración pensar que esto pudiera provocar una caída del empresario en las encuestas, advierte que «aunque no baje mucho, todo merma».

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