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Bernardo Larraín Matte descarta atrasos en Hidroaysén por observaciones sectoriales

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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El próximo 26 de agosto se retoma el trámite ambiental del ambicioso y polémico proyecto, que deberá responder más de tres mil preguntas. Larraín admitió, eso sí, que es muy probable que reciban nuevas observaciones, ya que «el proyecto HidroAysén es de una complejidad tal, que amerita todas las adendas que sean necesarias para dilucidar satisfactoriamente las dudas que haya».


Aplausos entre el público generó la presentación de un video de la campaña Patagonia Sin Represas que el gerente general de Colbún, Bernardo Larraín Matte, presentó ante unos 400  alumnos en el segundo CEO Forum de Jóvenes Líderes, que se realizó ayer en la Universidad Mayor. 

Pero el ingeniero comercial se lo tomó con humor y aseguró que esa postura «tiene más impacto que los argumentos».

En poco más de 40 minutos, el ejecutivo expuso y opinó sobre los desafíos de la matriz energética nacional y defendió con entusiasmo la apuesta hidroeléctrica. Entre ellos, el proyecto HidroAysén, que impulsa la construcción de cinco centrales en los ríos Baker y Pascua, en la XI Región,  con el fin de generar una potencia instalada de 2.750 MW.

Este mes Colbún -la empresa del Grupo Matte que posee el 49 por ciento de la sociedad- junto a su socio Endesa deberán presentar las respuestas a la Adenda con más de 3 mil preguntas que los servicios sectoriales realizaron al Estudio de Impacto Ambiental (EIA), la que se presentó en agosto del año pasado.

Consultado sobre un eventual retraso o cambio de fecha para responder las consultas, Larraín Matte aseguró que no habría cambios en el calendario, ya que «se trabajó intensamente para estar en condiciones en la fecha…desde el origen la fecha fue el 26 de agosto, y nos pusimos la tarea a hacer el trabajo necesario para responder el 26 de agosto».

Una vez respondidas las observaciones, los servicios tendrán 15 días para pronunciarse, pero probablemente se tomarán más tiempo.

Además, admitió que es muy probable que reciban nuevas observaciones, ya que «el proyecto HidroAysén es de una complejidad tal, que amerita todas las Adendas que sean necesarias para responder satisfactoriamente las dudas que haya».

Larraín tampoco descartó la posibilidad de que el proyecto se atrase aún más de lo que se había presupuestado, ya que «estamos desarrollando el proyecto, desarrollando ingeniería, los estudios ambientales y ese es nuestro foco. Eso implica resolver las dudas que tengan los servicios que participan en la tramitación ambiental. El tiempo que tomen…mejor hacer la pega bien, que hacerla corto y mal».

Por otra parte, destacó la necesidad de entregar mayor información a la comunidad relativa a los alcances de las iniciativas, más que centrarse en las características técnicas de los proyectos. En ese sentido, reconoció que «muchas veces en el sector privado no se toma conciencia de que no sólo es relevante el ámbito técnico, sino que también a la ciudadanía le importa, y el punto es transmitir los argumentos que son técnicos y económicos algunos, en términos simples».

La inminente huella de carbono

Durante la exposición, el sobrino de Eliodoro Matte  señaló que uno de los desafíos energéticos que Chile debe enfrentar es el fuerte crecimiento que tendrá la generación de energía.

Paralelamente, aseguró que cambiará el contexto de la industria energética, lo que «se puede ver como un riesgo o una oportunidad».

Larraín se refería a la huella de carbono. «En el mundo desarrollado habrá un precio por las emisiones de CO2 y tendrán un costo transparente. En circunstancias que ese costo se transparenta y que ellos son los principales mercados de nuestros productos de exportación, aún si Chile no se impone por regulación impuestos o políticas por las emisiones, igual enfrentaremos ese costo».

Lo que, según el líder de la tercera generación Matte, redundará en la necesidad de demostrar «que tenemos una huella de carbono baja», sino se enfrentarán diferencias de precios en los mercados y sobretasas arancelarias.

Como ejemplo se refirió al proyecto de ley en Estados Unidos que busca establecer un impuesto al carbono, el sistema Cape and Ttrade, que establece un límite a las emisiones de cada país.

Por otro lado, se refirió a que la inminente entrada de Chile a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), también traerá consecuencias en este sentido, ya que «probablemente nos obligue a tener estándares de emisión mucho más estrictos».

Huella de carbono y energías renovables

El alto ejecutivo recalcó que todos estos cambios podían verse como una oportunidad, ya que «se generará un gran mercado de reducción de emisiones de carbono. Y la gran ventaja de Sudamérica y Chile en particular, es que tenemos energías renovables más competitivas que las que tiene disponible el mundo desarrollado».

Por eso,  «nuestro desafío es tener una matriz energética basada en energías renovables, con bajas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)», lo que según su opinión se lograría enfatizando especialmente las «energías competitivas de nuestros ríos».

Larraín se refirió a diversos estudios que avalan esta postura, y cuestionó que en «el ámbito técnico esto se dice, pero sorprende que en el debate energético nacional la hidroelectricidad no tiene el protagonismo que debiera. O tiene una connotación negativa».

Según el gerente de Colbún, «lo delicado es que si el protagonismo del debate lo tienen fuentes renovables no convencionales que no se desarrollan en los plazos, magnitudes y en los costos esperados, es decir, se crea una expectativa que nunca se realiza, finalmente el país va a desarrollar lo que está a la mano: la generación a carbón  y diesel».

En todo caso, aseguró que es muy importante invertir en investigación y desarrollo de energías renovables, aunque indicó que «cuando se desarrollan en gran magnitud no sólo son más caras, sino que amplifican sus ineficiencias económicas y ambientales».

Por eso «es razonable para Chile pensar en una matriz energética renovable  y competitiva: hidroelectricidad, geotermia, energía solar. Pero es impensable una matriz 100 por ciento renovable».

En cuanto a la energía nuclear, señaló que no se trata de una opción a corto plazo, ya que no existen las bases académicas ni regulatorias necesarias.

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