Publicidad

La muñeca de Longueira que complica a Coloma en la UDI

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
Ver Más

Como regadero de pólvora se propagó por las filas de la colectividad la convicción de que el senador por Santiago Oriente fue quien puso el broche de oro al listado de futuros funcionarios de gobierno elaborado por el equipo de instalación del Presidente electo. Los más entusiastas creen que este episodio es una señal de la necesidad que el ex timonel reasuma el liderazgo de la tienda. Mientras tanto, el aludido mantiene un hermético silencio sobre el tema.


Aún no se apagan los comentarios acerca del primer gabinete de Sebastián Piñera y los partidos de la derecha tienen los ojos puestos en las subsecretarías, donde tanto en Renovación Nacional como en la UDI esperan estar mejor representados. Sobre todo estos últimos, pues les agradaría que su calidad de partido más grande del país se viera reflejada en el gobierno, cosa que según algunas voces de la tienda todavía no ha ocurrido.

Una luz de franca esperanza se abrió ayer, cuando el senador Pablo Longueira se encerró con el propio Presidente electo y su grupo de instalación, en las dependencias de Apoquindo 3000, a revisar la lista de subsecretarios. Situación que, además, podría tener impensadas consecuencias al interior de Suecia 286.

La reunión se verificó después que Longueira fue dado de alta de la Clínica Las Condes,  hasta donde llegó un día antes por una dolencia en su muñeca derecha, según sostienen en su entorno. A la salida del encuentro, el futuro ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, se deshizo en elogios hacia el parlamentario gremialista y admitió que  le había pedido consejos sobre algunos nombres de la lista y que, el ex timonel de la UDI, “como siempre, en forma muy generosa, nos ha dado su parecer en los casos que le hemos pedido su opinión”. No es menor tampoco el hecho que la mujer fuerte del equipo de Piñera, María Luisa Brahm, haya señalado que el legislador participó en el encuentro “como un líder que es”.

En la UDI no faltaron los que se tomaron la situación para la risa. Uno de ellos incluso manifestó su esperanza de que “ojalá le hayan dejado la muñeca como nueva. Lo vamos a ver cuando anuncien la nómina de los subsecretarios”, señal de que a un nada despreciable sector del partido le despierta particular confianza el hecho  que Piñera se haya sentado con Longueira a revisar la nómina.  Y esto en política, guste o no, se denomina negociar.

Para conocer los resultados de esta cita habrá que esperar todavía algún tiempo, pues una fuente informada sostiene que “en los próximos 10 días, probablemente”, se dé a conocer la ansiada nómina, salvo que el Presidente electo diga otra cosa.

Por lo pronto, en la UDI se le dan a este encuentro múltiples lecturas. La más evidente es que Sebastián Piñera intenta descomprimir la tensa situación generada entre él y Longueira a raíz de haber optado por no incluir parlamentarios en el gabinete. Ello, porque no es un secreto, y el propio senador lo manifestó muchas veces públicamente, su deseo de asumir un cargo en el Ejecutivo: un ministerio cargado a lo social, donde pudiera desarrollar su vocación en esta área. Y el hecho de que sea el senador gremialista el llamado a darle el visto bueno a la lista de subsecretarios lo sitúa en una posición de liderazgo inmejorable al interior de su partido.

Mano fuerte

Y es en ese contexto donde la reunión se entrelaza con el futuro interno del partido. Desde hace un tiempo, seguro de que el entonces candidato ganaría las presidenciales, un sector de la UDI comenzó a darle vueltas a la idea de que en esta nueva etapa se necesitaría una “figura fuerte” a la cabeza de la tienda. Esa era sólo una forma eufemística de expresar el anhelo de un grupo de traer de vuelta a la presidencia a Pablo Longueira. El principal argumento que esgrimen los promotores de esta idea es que,“conociendo a Piñera”, es necesario tener a “un duro” a la cabeza de la colectividad para frenar los ímpetus del ex timonel de RN, que podría caer en la tentación de querer gobernar solo.

[cita]El hecho de que sea el senador gremialista el llamado a darle el visto bueno a la lista de subsecretarios lo sitúa en una posición de liderazgo inmejorable al interior de su partido.[/cita]

En un escenario como ese, Longueira se transformaría en el freno para una “locomotora” que sin contención podría correr el riesgo de descarrilarse, llevando al tren completo hacia un precipicio que le cerraría el paso a un segundo período de la derecha. Ello, porque en la Alianza y, particularmente en la UDI, tienen la convicción de que éste, que comienza el 11 de marzo, tiene que ser un buen gobierno si se aspira a prolongar la estadía del conglomerado en La Moneda. Y en el gremialismo tienen el “legítimo deseo” que sea uno de sus filas quien tome la posta.

Todo este análisis se realizaba paralelamente al debate de si era adecuado o no efectuar la elección interna mientras el gobierno de Piñera iba a estar recién instalándose en La Moneda, y cuando además se daba por hecho que si el actual timonel optaba por postular a un nuevo período tendría al frente, una vez más, al diputado José Antonio Kast. A esas alturas la UDI tenía tres candidatos a ser su timonel por los próximos dos años, aún cuando ninguno de los eventuales aspirantes ha manifestado públicamente su interés por hacerlo, pese a que, tanto en el entorno de Coloma como en el de Kast, insisten en que ambos están dispuestos a asumir el desafío. Y lo que no deja de inquietar es el obstinado silencio de Longueira al respecto.

Salvado por la campaña

Tras el balotaje y cuando existía la posibilidad de que el senador asumiera un ministerio, el tema de promoverlo como candidato a la presidencia del partido perdió fuerza, porque de haberse concretado esta aspiración, el parlamentario –dicen sus promotores- no sólo “hubiera tenido cortito” a Piñera, sino también una “gran vitrina” para aspiraciones mayores, pues dan por hecho que su desempeño lo habría hecho “destacar”.

Entonces, cuando en la UDI se expresa, aún soterradamente, el desencanto por la escasa presencia del partido en el gabinete, los promotores de la candidatura interna del senador  dan por hecho que en la cita de ayer, Longueira “hizo lo que no pudo hacer Coloma”, volviendo a sacar a colación la ya antigua crítica hacia el timonel, en orden a que “no ha sido el negociador que tendría que haber sido frente a Piñera”. Escenario nada auspicioso para Coloma, aún cuando en el entorno de Longueira descartan que vaya a competir, y menos con alguien por quien él mismo se la jugó hace sólo un par de años, otro “coronel”. Lo anterior no significa que los impulsores de su candidatura hayan bajado los brazos, sino que sólo que intentarán un diseño que no enfrente a las distintas facciones del partido. En diciembre ya se evaluaban algunos.

En esa época, a Coloma lo salvó la campaña. En medio de los excelentes resultados parlamentarios y la necesidad de no generar ruidos innecesarios durante la contienda previa al balotaje, la Comisión Política del partido decidió escuchar la propuesta de Jovino Novoa y aplazar las elecciones internas para septiembre de este año. Eso sí, la decisión final se tomará en un Consejo Directivo Ampliado que debería realizarse en marzo próximo en una fecha a definir, lo que quedó en manos de la directiva del partido.

En dicha instancia es donde finalmente se tomará la decisión acerca de si se mantiene septiembre como fecha definitiva para las elecciones internas o si se adelantan. Si, como esperan algunos, la nómina de subsecretarios es favorable para la UDI –haya o no tenido una injerencia decisiva Longueira-  el senador estaría en un muy buen pie para reasumir explícitamente su liderazgo interno. Aún cuando en la tienda aseguran que la lista ya estaba elaborada antes que él se reuniera con Piñera. Dudoso salvavidas, porque si después del anuncio en la UDI siguen estimando que sus 40 diputados no pesaron en la negociación, la responsabilidad volverá a recaer sobre su timonel.

Publicidad

Tendencias