“Las mujeres hemos sido educadas para estar atentas a las necesidades de los demás y constantemente olvidamos las propias. Este día es una oportunidad para encontrarnos con nuestro propio estilo de ser mamá y mujer”, sostuvo la especialista en el tema Viviana Sosman.
Para la sicóloga y especialista en el tema, Viviana Sosman, ser madre con estilo propio es un gran reto -pero a la vez- un gran triunfo, porque implica encontrar un camino de mayor autonomía y libertad.
La agotadora imagen idealizada de las madres que lo hacen todo con una gran sonrisa y que nunca se quejan, es parte del pasado. Hoy las mujeres están cada vez más insertas en el mundo laboral y sus preocupaciones y estilos también han cambiado.
Según la especialista es fundamental encontrar una manera propia y genuina de hacer las cosas y confiar en nuestra intuición. “Estamos siempre fijándonos en cómo lo hacen los demás o qué dijo el doctor, la sicóloga, la vecina o la amiga, en vez de ir descubriendo poco a poco qué es lo que más nos acomoda a nosotras y cada una”, asegura.
La profesional nos entrega algunas posibilidades para conectarnos con nosotras mismas en este día tan especial: Estar atenta a nuestras necesidades, el hecho de estar continuamente volcadas hacia los otros nos hace olvidar quiénes somos y qué queremos. La rutina y tener que cumplir con un sin fin de tareas puede llevarnos a considerar que la vorágine nos empuja sin otra alternativa, pero la clave está en hacer exactamente lo contrario: parar y conectarse.
Según Sosman, cuidarse implica aprender a conocerse y responder preguntas como: “¿Qué es importante para mí?, ¿qué me gustaría hacer?, ¿Qué necesito de mi pareja, mis niños, jefe y de mí?. Entender que somos personas de carne y hueso, que tenemos fallas y defectos, es algo que puede tranquilizarnos y ayudar en el camino del autoconocimiento, explica la psicoterapeuta.
Darse permiso para el ocio, las mujeres somos activas y siempre haciendo más de una cosa a la vez. Pero, cuándo y cuánto cuidamos de nosotras mismas? La especialista aclara que es importante darse permiso para simplemente ser, “cuidarnos también implica descansar y estar más tranquilas y sintonizadas con nuestras necesidades -aunque suene raro- esto es esencial para cuidar mejor de los otros… más ser y menos hacer”, afirma.
¿Quieres “realmente” que te ayuden?, la mala costumbre de pedir ayuda alegando desincentiva a cualquiera, solemos decir «nadie copera», «tú, llegas solo a ver tele», «tú, no te comunicas.» El constante reclamo no invita, resulta crítico y poco constructivo, gruñir y convertirse en una bruja insoportable no es una buena invitación.
Nos cuesta asumir que necesitamos al otro, queremos que adivinen y a ellos se les ocurra, explica Sosman. Por lo mismo recomienda ser creativas y seductoras a la hora de pedir ayuda, estimulando así las ganas de ayudar de los otros de manera amorosa y sencilla. Entonces por ejemplo se pueden usar frases como: “sería súper si….», “ojalá pudieras….”, “¿es posible que me ayudes en esto?”, «me encantaría que hoy tú acostaras a los niños, tuve un día muy pesado».
“Es preciso recordar que estas son sugerencias, cada mujer y madre necesita encontrar y desarrollar su estilo según su personalidad y sello propio”, concluye Viviana.
