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Lo que dejó en la opinión pública la huelga de hambre de presos mapuches

«Se puso en el tapete una situación de discriminación de un pueblo en específico, y también la discriminación de los pueblos originarios”, dijo la abogada del Observatorio Ciudadano Consuelo Labra en El Mostrador TV.


El fin de la huelga de hambre de cuatro presos mapuche, que duró casi 87 días, fue un tema delicado que no contó con la cobertura ni la profundidad que ameritaba, dijo la abogada del  Observatorio Ciudadano, Consuelo Labra.

Entrevistada por El Mostrador TV, la profesional recordó que la  solicitud de los ayunantes  consistía en ser juzgados por la ley común, como cualquier ciudadano chileno y no por la ley antiterrorista, norma que a su juicio necesita una reforma integral y respecto de la cual «el Ministerio público no ha hecho una aplicación integrada ajustada al Derecho Internacional».

Consultada sobre si considera que se ha producido un cambio después de esta huelga, sostuvo que hay un cierto conocimiento de lo que sucede, ya que “se pone en el tapete una situación de discriminación de un pueblo en específico, y también la discriminación de los pueblos originarios”.

Plantea además  que los pueblos originarios quieren mejorar sus condiciones  culturales, económicas y sociales, “pero no quieren esta visión inclusiva, el presidente Piñera habla de una visión integracionista, pero ese no es el estándar internacional de los pueblos originarios. El reconocimiento debe ser participativo, donde decidan cuál es su propio desarrollo”.

Y agregó que los mapuches “hoy están sufriendo tremendas presiones sobre los recursos económicos y sobre sus tierras por proyectos de inversión, que son autorizados por el Estado”, situación que a su juicio, se cruza con el hecho que “nuestra institucionalidad medio ambiental está siendo cuestionada por otras vías».

«Esto y la falta de participación de todos los ciudadanos es extraordinariamente relevante respecto de los pueblos originarios, por sus especial vinculación con la tierra”, recalcó.

Por lo mismo, expone que lo que plantean los pueblos originarios y el reconocimiento que están solicitando “es el reconocimiento como pueblo, tener sus derechos colectivos y del autogobierno. No son afanes independencistas ni querer establecerse en forma distinta al Estado chileno. Simplemente autodeterminarse dentro de las cuestiones que les competen a ellos, nada nuevo en el mundo moderno”.

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