La confirmación de que la bala que mató al joven Manuel Gutiérrez provenía de un arma de Carabineros, cambió el escenario para el Jefe del Gabinete y le puso combustible a la Acusación Constitucional que se discutirá hoy contra el Secretario de Estado por su responsabilidad política sobre las fuerzas de orden. La derecha confía que impedirá que el asunto prospere y esa tranquilidad hace que en La Moneda “no haya un plan b, porque no va a ser necesario”.
Si algo quedó claro ayer martes en el Congreso fue el cambio de escenario que configuró la confirmación de que la bala que mató al joven Manuel Gutiérrez salió de un arma de Carabineros. Al punto que, aunque con observaciones, la oposición terminó definiéndose a favor de aprobar la admisibilidad de la cuestión previa, paso inmediatamente anterior a la acusación constitucional que establece la existencia de argumentos jurídicos para llevar ante la Cámara de Diputados al ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.
Aunque en la Concertación no son demasiado optimistas creen que esta es la oportunidad de darle al gobierno una demostración de fuerza y unidad. Tanto así que hasta la Democracia Cristiana se sumó a sus compañeros de pacto, a diferencia de lo ocurrido cuando se anunció la presentación del libelo.
Por lo mismo ayer la atención estuvo centrada justamente en la bancada de la DC que desde temprano comenzó a dar señales de que estaba dispuesta a reevaluar la decisión original de dar libertad de acción en la votación de la acusación. Aunque al medio día estaba claro que una inmensa mayoría de los diputados falangistas estaban dispuestos a sumarse al resto de la Concertación, en lo que el cambio de escenario jugó un rol importante. Algo que el vicepresidente de la Democracia Cristiana, diputado Fuad Chain, grafica señalando que el ministro del Interior “tiene que asumir la responsabilidad política de transformarse en el primer provocador”.
Durante el almuerzo de la bancada, encabezada por el diputado Aldo Cornejo, se llegó a una decisión salomónica, “muy al estilo DC” como comentan irónicamente desde las filas de los demás partidos de la Concertación. Tal como explicó el legislador se acordó “por unanimidad” de los presentes, ya que cuando se votó no estaba el diputado Jorge Burgos quien ya se había retirado –según explica otro de los comensales-, que el partido votará a favor la admisibilidad de la cuestión previa; sin embargo, mantendrá la libertad de acción en la votación del libelo. Sobre todo porque, mayoritariamente, en la bancada estiman que con mucha suerte la oposición logrará reunir los votos para llegar a esta primera etapa, lo que sería evaluado como un triunfo político. Lo que no deja de tener cierto asidero, ya que un parlamentario de RN, el partido de Hinzpeter, admite que lo ideal es que no se apruebe ni siquiera la cuestión previa, porque de lo contrario el jefe de gabinete de Sebastián Piñera va a salir “un poco más debilitado y con la pintura rayada, cuando originalmente no iba a tener ningún rayado de pintura”.
Según Cornejo hay mérito para la acusación y es por ello que la bancada corrigió su postura original. El jefe de la bancada DC incluso apunta a la Alianza al advertir que “sería una pésima señal de los partidos políticos que, con sus votos, se pudiera evitar que se discuta el tema de fondo”. En relación con los fundamentos para la polémica acusación, Cornejo estableció que ésta “se refiere a la responsabilidad del ministro del Interior, básicamente por la responsabilidad que a éste le cabe, de acuerdo a la ley, en el mantenimiento del orden público y este hecho, desgraciado, que todos lamentamos, está en ese ámbito. El mantenimiento y la forma en que se mantiene el orden público y como actúa Carabineros, aunque sea en un hecho posterior al ingreso de la acusación, tiene directa relación con los fundamentos de ésta”.
[cita]En la bancada DC estiman que con mucha suerte la oposición logrará reunir los votos para llegar a esta primera etapa, lo que sería evaluado como un triunfo político. Lo que no deja de tener cierto asidero, ya que un parlamentario de RN, el partido de Hinzpeter, admite que lo ideal es que no se apruebe ni siquiera la cuestión previa, porque de lo contrario el jefe de gabinete de Sebastián Piñera va a salir “un poco más debilitado y con la pintura rayada, cuando originalmente no iba a tener ningún rayado de pintura”.[/cita]
En la derecha, en cambio, discrepan con la postura DC e insisten en que no hay mérito para la acusación. Incluso desde la UDI argumentan que la intervención de un carabinero en la muerte del adolescente en Macul, no tiene nada que ver con el argumento original. Y han recurrido a todo tipo de estrategias para asegurarse un triunfo político hoy, a partir de las 10:30 de la mañana en la Cámara de Diputados.
Por lo pronto, la senadora Lily Pérez salió a defender tanto a Hinzpeter como al subsecretario de la cartera, Rodrigo Ubilla, asegurando que Carabineros les habría ocultado información. “Creo que no son suficientes las explicaciones, el alto mando tiene mucho que decir y explicar en estas materias. No está en el ámbito de mi competencia, pero lo que me parece inaceptable es que al ministro del Interior y al subsecretario se le haya faltado a la verdad en algo tan terrible y tan complejo como la muerte de una persona, en este caso un menor”, argumentó en defensa de sus compañeros de partido.
La senadora defendió a ambos, porque en medio del debate por la acusación constitucional, el senador Camilo Escalona sacó a colación la actuación del subsecretario Ubilla, señalando que “hay un funcionario de gobierno que claramente tendría que irse. El señor subsecretario (del Interior), Rodrigo Ubilla, señaló que este hecho (la muerte del joven en Macul) era un ajuste de cuentas entre delincuentes”. Y añadió que Ubilla “se permitió hacer una aseveración extremadamente delicada, completamente infundada, peligrosísima desde el punto de vista de la paz civil en nuestro país. Hizo, en los hechos, una imputación a los estudiantes y hasta ahora permanece completamente fuera de asumir toda responsabilidad”, aseveró. Aunque no encontró eco, por el momento al menos, en el resto de la Concertación.
Mientras que el oficialismo espera ganar por un amplio margen. De hecho, la táctica que se implementó es hacer correr la idea de que la votación va a estar muy estrecha, incluso algunos diputados del sector decían que se podía perder, para que hoy lleguen todos los legisladores a votar y la oposición ni siquiera pueda llegar a discutir la “cuestión previa”. Pero lo cierto es que existe, en general, tranquilidad respecto del resultado y certeza de que todo saldrá a favor del gobierno. Tanto es así que desde La Moneda aseguran que “no existe un plan B, porque no va a ser necesario”.
El proceso se decreta por mayoría simple de los disputados presentes en la Sala y lo cierto es que habrá varios pareos, pero todo indica que ambas coaliciones intentarán hasta última hora negociaciones con los PRI e independientes. Lo irónico de la situación es que mientras las instancias oficiales del gremialismo se prestan para la defensa férrea de Hinzpeter, un sector del partido admite que le hubiera gustado poder sacar al ministro, pero aclaran que el problema es que esta no es la forma de hacerlo.
