La justicia rechazó los recursos de reclamación presentados por agrupaciones medioambientales que buscaban impugnar los derechos de aguas existentes sobre el principal afluente para la iniciativa energética en la Patagonia.
La Segunda Sala de la Corte Suprema rechazó los recursos de reclamación presentados por agrupaciones medioambientales que buscaban impugnar los derechos de aguas existentes sobre el río Báker, principal afluente para el proyecto Hidroaysén.
De esta forma el máximo tribunal del país deja a firme la decisión de la Dirección General de Aguas que otorgó los derechos sobre el 97% del caudal, además de la explotación de los deshielos provenientes desde Campos de Hielo Sur y que fue presentado por la Corporación Chile Ambiente y los particulares Elizabeth Schindele y Fran Yave Schindele.
El fallo unánime, firmado por los ministros Jaime Rodríguez, Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller y los abogados integrantes Luis Bates y Alberto Chaigneau, estima que el recurso de reclamación no es la vía idónea para apelar de las resolución previa de este caso hecha por la Corte de Apelaciones de Coyhaique.
«Las sentencias de las Cortes de Apelaciones que se pronuncian sobre un recurso de reclamación no son impugnables por la vía del recurso de apelación, ya que no existe en el Código de Aguas una regla que establezca el citado arbitrio respecto de lo resuelto por estos tribunales de alzada, por lo que debe entenderse que dichas cortes están llamadas a resolver en única instancia», dice el fallo del máximo tribunal.
