“Reconozco elementos del viejo Partido Comunista chileno en el actual”, sostuvo el hombre clave del segundo piso de La Moneda durante la administración de Lagos. En un análisis que toma los cambios del PC y las declaraciones de la vicepresidenta de la FECh, el académico de la UDP recalcó que la líder estudiantil “tiene un libreto tradicional en un mundo donde éste no existe”.
Ernesto Ottone cuenta que fue ex líder de las Juventudes Comunistas, al tiempo que reconoce en el PC viejos elementos del partido de antaño. Lo hace en entrevista con Radio Duna, donde le preguntan por su opinión sobre las declaraciones de Camila Vallejo, vicepresidenta de la FECh, en relación a “la lucha armada”.
“A ella (Camila Vallejo) no la conozco, pero tú le estás pidiendo a una persona que ha demostrado tener talento en la agitación y en la organización, claridad intelectual y de reflexión política más profunda. Y yo creo -leyendo las palabras de ella- que esa reflexión es todavía muy precaria”, comenta el sociólogo y brazo derecho de Ricardo Lagos.
“Hay una gran confusión, a ella le gusta Correa. No hay un pensamiento muy claro. Tiene una gran confusión entre neoliberalismo y economía de mercado, que se identifican en una sola. No hay una separación de que neoliberalismo es una lectura de la economía de mercado y que hay otras lecturas, como la que realizan los países escandinavos. Que es una lectura más bien socialdemócrata que tiene características muy diferentes. Todo ese mundo, es un mundo desconocido para esa reflexión, muy precaria”, prosigue Ottone.
Dice que no le sorprende la reflexión de Camila Vallejo sobre la vía armada, por cuanto, a su juicio, “es muy difícil que (el PC) haga una autocrítica y digan: ‘nos equivocamos, el camino de la reconquista de la democracia en Chile era el otro, un camino gradual, del plebiscito, una salida democrática. Pero los hechos son más elocuentes que las palabras”.
Entonces recalca que no sabe lo que el PC cree hoy en día, por cuanto “se quedó sin modelo” y explica que “antes era claro que había un pensamiento que rompía con la democracia. Yo creo que es incompatible pensar en la democracia en la dictadura del proletariado. Hoy éso terminó”.
“Y Camila Vallejo repite todo ello dentro de la nostalgia o de una cierta confusión. De un libreto tradicional en un mundo donde eso no existe”, concluye.
