La renuncia del ex ministro de Energía cambió todo el escenario para el cónclave en el cual el gremialismo ratificará a la nueva directiva del partido. Si en algún momento se pensó que el debate iba a estar cruzado por el tema del candidato presidencial, ahora se especula que el alza de impuestos será el eje de la discusión. El resultado para La Moneda es incierto y el clima con el vocero Andrés Chadwick no es de los mejores.
En un complejo escenario la nueva directiva de la UDI, encabezada por Patricio Melero, será ratificada el sábado en el marco del Consejo General del partido. La renuncia de Rodrigo Álvarez a la cartera de Energía empañó esta ceremonia y caldeó los ánimos entre los consejeros. En nada ha contribuido a apaciguar esta tensión reinante —entre el gremialismo y el gobierno—, la salida de libreto con que el ministro de Economía, Pablo Longueira, sorprendió a los dirigentes de la colectividad. De allí que las expectativas para el cónclave no son del todo optimistas. Y este episodio inesperado, y fuera de cálculo al momento de organizar la reunión, podría hacerla cambiar de foco. Aunque al principio se especulaba que el tema presidencial sería clave, lo cierto es que, tras los últimos hechos, el eje se ha inclinado hacia materias más contingentes y relevantes, como la reforma tributaria. Algo que, dado el ambiente en la tienda, podría resultar contraproducente para La Moneda.
Ya se ha dicho hasta el cansancio, la mayoría del partido discrepó con la forma como Álvarez decidió cerrar su paso por el Gobierno. Esto, porque muchos estiman que debió esperar a que llegara el Presidente Sebastián Piñera de su gira, para conversar con él. Aunque eso no quita que se le diera un respaldo cerrado, pues también mayoritariamente en la UDI estiman que La Moneda fue injusta con el trato que le dio al ex secretario de Estado. Si Álvarez se equivocó en las formas, el Ejecutivo no fue menos “y, en política, el tema de las formas es importante”, apunta un analista cercano a la tienda de calle Suecia. El mismo que no descarta que la abrupta salida del ex diputado del gabinete “pueda traer repercusiones, a la larga, por el rol que asuma Álvarez, sobre todo en materia económica”, considerando que para el Ejecutivo está en juego la Reforma Tributaria. Palabras que resultaron visionarias, si se considera que ayer, el próximo secretario general del gremialismo, José Antonio Kast, aseguró que el partido debe seguir contando con el conocimiento y la experiencia del ex diputado, por lo que no descartó que se integre a la Comisión Económica de la tienda. Lo que resultaría natural, ya que en su época de parlamentario, Álvarez siempre estuvo ligado a materias relacionadas con Hacienda.
[cita]Otro consejero tiene la tesis de que todo lo que pasó con el ex diputado “fue una operación para perfilar a Hinzpeter a costa de Rodrigo”, admitiendo también que “en la UDI hay mucha molestia por la forma como actuó Chadwick” en este episodio.[/cita]
De allí que desde la propia UDI tengan la convicción de que en el Ejecutivo debieran estar haciendo control de daños. Cuestión para lo que no ha habido espacio desde la renuncia de Álvarez. Tanto así que el analista político anticipaba que luego de este episodio, el vocero Andrés Chadwick debía haber estado “operando con todos los recursos que tiene a mano para tratar de que el tema de la Reforma Tributaria no se aborde en el Consejo o que al menos no se corte nada ahora”. En la UDI, en cambio, aseguran que el horno no está para bollos, y que después de las declaraciones que hizo el vocero respecto de las razones que habrían impulsado a renunciar al ahora ex ministro, “no creo que se atreva a llamar a los parlamentarios para pedirles nada. Por lo menos, por ahora”, asegura un consejero. Así, todo indica que las acciones de Chadwick están a la baja en su propio partido. Ello, porque los más molestos con la situación generada —incluso— le atribuyen estar detrás de una especie de operación de desprestigio en contra de Álvarez.
No fue menos sorprendente la reacción del titular de Economía Pablo Longueira, que cayó como balde de agua fría en la UDI. Sobre todo porque, en algún momento, Álvarez era reconocido como el delfín del actual ministro, por lo que más de alguien tenía la esperanza de que si decía algo, “fuera para apoyarlo”. Sin embargo, en la tienda prefieren no externalizar las rencillas internas y el discurso oficial es que este episodio no debe generar un conflicto político con la administración Piñera, lo cierto que es que en sordina no se comenta otra cosa.
Con todo este ambiente, entrar a debatir la Reforma Tributaria no parece una buena idea, porque para eso hay que tener la cabeza fría y, por estos días, eso no abunda en la UDI. Y como se está considerando entrar en ese debate podría resultar que el gobierno saliera mal parado, como pronostican algunos consejeros. Uno de ellos asegura que “la UDI no va a votar a favor de ninguna reforma que no contemple bajar el impuesto a los combustibles. Esa es nuestra lucha desde hace muchos años”, advierte un parlamentario quien, adicionalmente, tiene la convicción de que a Rodrigo Álvarez “se lo mariconearon, porque él fue a Aysén con toda la buena fe y no pudo hacer nada. Y después llega a acuerdo el mismo que había boicoteado las negociaciones de Rodrigo”, aludiendo al ministro Hinzpeter. Es más, otro consejero tiene la tesis de que todo lo que pasó con el ex diputado “fue una operación para perfilar a Hinzpeter a costa de Rodrigo” y también admite que “en la UDI hay mucha molestia por la forma como actuó Chadwick” en este episodio.
Por otra parte, el hecho de que finalmente el Presidente haya optado por no asistir también molestó al gremialismo. Pese a que la posibilidad de que se llevara una pifiadera al ingreso al salón era altamente probable para algunos consejeros su inasistencia es, incluso, un desaire no sólo para la directiva que asume, encabezada por Melero, sino —especialmente— para la que deja la dirección del partido después de cuatro años, dirigida por Juan Antonio Coloma. Respecto a él, coinciden en el partido: fue un dirigente “leal a Piñera”.
Así, el presidente de la tienda también se despide con críticas. En particular, porque en este último episodio, que de seguro le acarreará consecuencias al gobierno, estuvo “totalmente ausente”. Eso es, al menos, lo que percibieron algunos críticos de Coloma en este nuevo capítulo en que chocan la UDI y La Moneda. Ello, porque ahora ocurrió algo que no se había dado antes y es que, en la práctica, la directiva que aún no ha sido ratificada por el Consejo se hizo cargo del incendio. Fue el futuro timonel quien salió en defensa de Álvarez a primera hora del martes y lo propio hizo más tarde el secretario general y el vicepresidente Jovino Novoa. A partir de ese momento, la directiva saliente entregó oficiosamente la autoridad a la entrante. De esta última se tienen muchas expectativas en cuanto a su relación con el gobierno, debido a que son muchos los que están molestos por la forma cómo la mesa encabezada por Coloma se relacionó con La Moneda.
