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Supuesta víctima de abusos sexuales de Precht hace público su testimono contra ex vicario de la Solidaridad

Jorge Cantellano tenía 19 años cuando vivió el episodio que terminó con su vocación sacerdotal y en el cual, asegura, no hubo violencia ni forcejeos, sino que sólo explicaciones de que se trataba de «cariños paternales». Su caso es uno de los 20 considerados verosímiles por la Iglesia, que puso los antecedentes en manos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, misma instancia que declaró a Fernando Karadima culpable de abusos sexuales contra menores.


Entre los 20 testimonios de los supuestos abusos sexuales que habría cometido el ex vicario de la Solidaridad, Cristián Precht, se cuenta el de Jorge Cantellano, quien relató que en 1979, cuando tenía 19 años y estaba en la búsqueda de su vocación sacerdotal, el religioso se presentó frente a él exhibiéndole sus genitales y pidiéndole que se los tocara.

“Allí se terminó mi búsqueda de vocación sacerdotal”, afirmó Cantellano en una carta dada a conocer por Ciper Chile, y en la cual relata que los hechos ocurrieron una noche que debió quedarse a alojar en la residencia de Precht en San Miguel.

En su relato, contenido en la misiva dirigida al propio Precht, señala que “yo le dije que para mí eso era cuestión de maricones y usted me salió con una ensalada de formas de cariño en su familia”, aludiendo a las explicaciones que asegura le dio el entonces vicario, de que se trataba sólo de “cariños paternales”.

Cantellano, quien actualmente reside en Australia, asegura que decidió hacer pública su experiencia “porque considero que la Iglesia como institución tiene responsabilidad en que Cristián haya tenido la oportunidad de expresar su ‘cariño paternal’ a otros jóvenes en los 80’s y los 90’s”.

Dijo que en el episodio que le tocó vivir, y que forma parte de los casos que la Iglesia consideró verosímiles a la hora de llevar los antecedentes a la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano —misma instancia que declaró al párroco Fernando Karadima como culpable de abusos sexuales contra menores—, no hubo forcejeos ni momentos de violencia.

“A su favor declaro que no hubo intento de forcejeo y por el contrario se disculpó sinceramente”, sostiene en la nota enviada a fines del año pasado a autoridades eclesiásticas y laicas.

Asimismo, asegura haber puesto el caso en esa misma época en conocimiento de la zona oeste de la Arquidiócesis de Santiago, donde le aseguraron —sostiene— que a Precht lo enviaron al extranjero para tratar su “problema”. Más tarde, sin embargo, explicó haber comprobado que no hubo tal tratamiento y que la intención de quienes en ese entonces fueron sus interlocutores fue simplemente evitar que se hablara más del asunto.

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