Publicidad
Complejo escenario legislativo obliga a La Moneda a apurar Reforma Tributaria Proyecto enfrentará clima adverso con la Concertación

Complejo escenario legislativo obliga a La Moneda a apurar Reforma Tributaria

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
Ver Más

Todo indica que este segundo semestre el Ministerio de Hacienda estará sobrecargado. Por eso, la idea de poner urgencia ahora a este proyecto apunta a que no se tope con el Presupuesto 2013 ni con el reajuste del sector público. Sin embargo, el ministro lo tiene cuesta arriba, pues las confianzas con la oposición quedaron trizadas luego de la discusión por el salario mínimo.


Después de casi un mes de un fuerte desgaste, tratando de doblar la mano, primero, al presidente de RN y, luego, a la oposición en la tramitación del reajuste del salario mínimo, el Ejecutivo está preocupado por lo que viene a corto plazo en materia de recursos. Sobre todo, porque en medio de lo que será el debate por el Presupuesto 2013 y el reajuste del sector público, aún está pendiente la aprobación del polémico proyecto de reforma tributaria que no tuvo una buena acogida en las filas de la Concertación. El peor escenario para el gobierno es que, en un momento dado, estos tres procesos se junten, por lo que tomó la determinación de poner suma urgencia a la reforma tributaria, de tal manera de acelerar su tramitación. Por lo pronto, desde la oposición perciben la difícil situación que enfrenta la administración de Sebastián Piñera, al punto que el senador socialista Fulvio Rossi advierte que “está complicado este segundo semestre, para el gobierno”.

Pasado el medio día de ayer, el vocero Andrés Chadwick anunció que se le pondrá suma urgencia al proyecto, porque “queremos tratar de ir avanzando. Se ha avanzado en la Comisión de Hacienda (de la Cámara de Diputados), pero necesitamos que vaya más rápido, porque la necesitamos para la reforma educacional”, argumento que no convence particularmente a la Concertación, donde un senador se pregunta si “¿acaso el ministro de Hacienda (Felipe Larraín) no puede hacer más de una cosa a la vez, que mientras se debatía el salario mínimo dejó de lado su reforma?”, haciendo referencia a que durante todo ese proceso no se avanzó en el ajuste tributario, pese a que el gobierno insiste en su necesidad.

Así está el clima en el Congreso. Y en nada contribuyó para mejorarlo en el Senado la disputa generada entre el titular de Hacienda y los integrantes concertacionistas de la respectiva Comisión. Ello, porque en esa instancia se había acordado que el gobierno no incluiría en el veto por el monto del salario mínimo, el mecanismo plurianual que evitaba el debate del año 2013. Se había acordado que la autoridad enviaría al Congreso un proyecto independiente.

Sin embargo, cerca del medio día del miércoles los representantes de la oposición confirmaron que el gobierno no había cumplido tal compromiso. Según trascendió, molestos se lo hicieron ver a Larraín en el marco de la comisión, donde la senadora DC Ximena Rincón habría sido particularmente dura y crítica con la actuación del secretario de Estado. Tanto que, de acuerdo a un observador, le hizo notar al guardián de la billetera fiscal que “con ustedes nunca más se puede tomar un acuerdo, salvo que quede constancia expresa”. Ello, porque obviamente el compromiso se había realizado de palabra. Pero aún así el ministro lo desconoció posteriormente en la Sala.

[cita]Cerca del medio día del miércoles los representantes de la oposición confirmaron que el gobierno no había cumplido el compromiso adquirido. Según trascendió, molestos se lo hicieron ver a Larraín en el marco de la comisión, donde la senadora DC Ximena Rincón habría sido particularmente dura y crítica con la actuación del secretario de Estado. Tanto que, de acuerdo a un observador, le hizo notar al guardián de la billetera fiscal que “con ustedes nunca más se puede tomar un acuerdo, salvo que quede constancia expresa”.[/cita]

Eso provocó que el clima de desconfianza, que rondó toda la negociación por el salario mínimo, aumentara. Y en ese contexto, un senador opositor advierte que en materia de reforma tributaria “la negociación va a ser dura, porque tenemos que resguardar que lo que el gobierno dice, se cumpla”. Tal vez a consecuencia de este complicado escenario es que, hasta hoy, el gobierno no había tomado contacto con algún senador de la Concertación para conversar sobre el proyecto al que se le puso suma urgencia ayer. Y pese a que Chadwick señaló que “hemos conversado con la oposición, podemos introducir algunas modificaciones, pero queremos avanzar lo más posible”. Una de las críticas reiterativas de la Concertación es justamente que el Ejecutivo no intenta generar un diálogo previo al envío de las distintas iniciativas o antes de que lleguen a la Cámara Alta.

Y aunque un grupo de senadores no ha querido referirse a la tramitación de la reforma tributaria para que no quede la sensación de que se está “obstaculizando a priori” la iniciativa; otros, como Rossi, no dudan en hacer hincapié en que “el gobierno salió derrotado de la discusión del salario mínimo y se farreó la oportunidad de ser percibido por la gente como dialogante y que cede en un tema sensible”, señal de que no existe un gran interés por hacerle fácil al gobierno la tramitación de un proyecto que gran parte de las bancadas opositoras califican de “ajuste” y no de reforma tributaria.

Por otra parte, el anuncio de la suma urgencia tampoco cayó muy bien, porque a algunos les confirmó que el gobierno necesita ir despejando el camino a la discusión por el Presupuesto 2013 y al debate por el reajuste del sector público lo antes posible. Entre los más molestos no hay disposición a “hacérsela fácil” a la actual administración. No obstante, otros como el presidente del Partido Radical, senador José Antonio Gómez, se tomó el anuncio con mucha más calma. A su juicio, “la suma urgencia no produce ningún efecto especial”, por cuanto se puede renovar constantemente. Pero, además, porque la próxima semana no sesiona el Congreso, por lo que recién el 31 de julio la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados votaría en general el proyecto. En este contexto, Gómez asegura que “no nos sentimos para nada presionados”.

Publicidad

Tendencias