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Felipe Kast acusa a Velasco de haber intentado sacar 600 mil pobres de la Casen para mejorar indicadores

El ex ministro de Mideplan señala que la polémica se generó porque el actual candidato presidencial en 2010 «apoyó la idea de bajar la línea de la pobreza desde 64 mil pesos a 56 mil pesos por persona. Esa fue una batalla más acotada, y no tuvo mucho respaldo en su sector. Para él lo correcto era romper el termómetro utilizado siempre e implementar el cambio introducido por Cepal el 2007. Esto significaba sacar por secretaría de la pobreza a 600 mil chilenos que ganan entre 56 mil y 64 mil pesos por persona al mes”.


El ex ministro de Mideplan, Felipe Kast, lanza una fuerte acusación contra el ex titular de Hacienda, Andrés Velasco, afirmando que él intentó sacar a 600 mil pobres de la encuesta Casen para mejorar los indicadores, por lo que la polémica continúa entre técnicos de la oposición y el oficialismo.
En entrevista a La Tercera, Kast precisa que “el 2010, la polémica se generó porque Andrés Velasco —en esa oportunidad en forma bastante solitaria— apoyó la idea de bajar la línea de la pobreza desde 64 mil pesos a 56 mil pesos por persona. Esa fue una batalla más acotada, y no tuvo mucho respaldo en su sector. Para él lo correcto era romper el termómetro utilizado siempre e implementar el cambio introducido por Cepal el 2007. Esto significaba sacar por secretaría de la pobreza a 600 mil chilenos que ganan entre 56 mil y 64 mil pesos por persona al mes”.

“En medio de esta polémica, la Cepal actuó en forma muy seria y tuvieron toda la disposición para seguir colaborando con la estimación de la pobreza según el mismo termómetro utilizado desde 1987”, precisó.

Explicó que su respuesta desde Mideplan fue la de convocar a una comisión de expertos donde se encontraba Benito Baranda Ignacio Irarrázabal, Osvaldo Larañaga, entre otros, la cual entregó los resultados en julio de 2011 y en este «se plantean diversas propuestas que tienen como objetivo subir el nivel de exigencia al momento de medir pobreza, y todos coincidían en que en cualquier modificación que hiciéramos no debíamos romper el termómetro que habíamos usado por 20 años. No se plantea la posibilidad de modificar la línea de la pobreza hacia la baja”.

Menciona que Velasco está usando esta polémica con fines electorales, pero que el tema se suma a un problema mayor que es romper con “una tradición larga de cuidar nuestras instituciones en materia de estadísticas sociales”.

“Como ministro tuve que cuidar el prestigio institucional de la Casen aun cuando en diversas ocasiones me informaron de una serie de cuestionamientos a lo realizado el 2009, donde era posible sacar ventajas políticas. Hay que tener una mirada de Estado, y la credibilidad en las estadísticas sociales son un patrimonio de todos, especialmente de las familias que viven en pobreza”, sostiene.

A renglón seguido explica que «el primer hecho fue cuando la entonces directora del INE, Mariana Schkolnik, me llama para decirme que la ex ministra Paula Quintana (Mideplan) habría cometido una irregularidad para la Casen 2009. Según ella, el “marco muestral” de la Casen 2009 habría sido seleccionado bajo criterios que no serían exclusivamente técnicos. El INE disponía de un marco muestral que era mejor que el anterior, porque era capaz de capturar nuevos asentamientos de las ciudades, donde probablemente existía mayor concentración de pobreza. Según la Directora del INE, la ex ministra habría preferido mantener el mecanismo antiguo bajo argumentos asociados a decisiones de carácter político”.

Añadió que la insistencia fue mayor en ese punto y que el 11 de mayo la directora del INE le solicitó una audiencia para mostrarle un oficio de la ex ministra Paula Quintana que estaba dirigido a la directora del INE, en el que se explicaba la conveniencia de no modificar el marco muestral.

El texto señalaba literalmente que «toda vez que con la encuesta Casen 2009 se cierra el gobierno de la Presidenta Sra. Michelle Bachelet y que la información que entrega dicha encuesta constituye el principal instrumento para la evaluación de su gobierno’”.

“Hacer uso político de este hecho era fácil y podría haber seguido la estrategia que ocupa hoy la oposición, pero me pareció que debía investigar más antes de tirar por la borda el prestigio y credibilidad de las estadísticas sociales que nos entrega la encuesta Casen. Frente a ese hecho le pedí al economista Osvaldo Larrañaga que investigara si eso era así. Se hizo un grupo de trabajo para evaluar el impacto de esa decisión en la encuesta y me entregó un informe. Se concluyó que, efectivamente, la decisión (de la ex ministra) fue equivocada, pero que el impacto no debía afectar mayormente el resultado”, precisa.

Indicó que tras mirar lo ocurrido el 2009, Larrañaga le manifestó otra preocupación y es que la Casen 2009 fue tomada en un eriodo que podía comprometer la calidad de la comparabilidad. «La encuesta Casen se realiza normalmente en el mes de noviembre, pero producto de una serie de atrasos en la licitación para el 2009 sólo se levantó en ese mes un 3,1% del total de encuestas. El resto se implementó en diciembre, enero y febrero en forma retrospectiva. Uno podría tratar de hacer un escándalo al respecto, pero no ganaríamos nada. Es mejor pensar que se actuó de buena fe en ese entonces y que se hizo lo mejor que se pudo para estar a la altura”, señala.

Sin embargo, recuerda otro problema con la Casen de 2009 y es que había una discrepancia entre Centro de Microdatos y Mideplan por el secreto estadístico, que finalmente llevó a Microdatos a marginarse del proceso y «esto claramente no fue una buena noticia para el instrumento”.

Por lo tanto, “para mejorar la calidad de la encuesta y corregir estas deficiencias fue necesario organizar un grupo de expertos que con altura de miras nos ayudara a mejorar el instrumento. Trabajó Osvaldo Larrañaga con Eduardo Valenzuela, Jeanette Fuentes, y Rodrigo Castro, entre otros, que presentó sus conclusiones y propuesta en un seminario abierto el día 26 de enero del 2011. En concreto, y como resultado del proceso anterior, se corrigió la distorsión del secreto estadístico, se implementó el marco muestral, el mismo que no ocupó la ex ministra Quintana, y se redujeron significativamente los intervalos de confianza a nivel regional, desde un 6,8% a un 4,4%”.

“Toda la información del seminario quedó disponible en el sitio web del Mideplan. Desgraciadamente, muchos de los que hoy critican el instrumento no se dieron el trabajo de leerlo o de llamar a alguien del ministerio antes de lanzar sus críticas a un proceso que tenía claras mejoras en relación a la versión 2009. En suma, será muy complejo construir un Chile justo si no somos capaces de trabajar unidos y de buena fe en esta tarea. Es muy triste ver cómo la discusión se ha polarizado, eso no le hace bien al país”, señala el ex ministro.

Además, dice llamarle la atención del cambio de discurso que ha tenido Velasco, ya que primero hizo un cuestionamiento técnico y cuando este fue superado se volcó a la crítica en el plano comunicacional político-ético.

Kast explica que “la encuesta (de 2012) tuvo mejoras técnicas comparada con la versión anterior. El margen de error mejoró a nivel regional y comunal y la muestra se enriqueció, porque se tuvo un período más largo para la medición. En esta ocasión pudo volver a participar Microdatos y vamos a saber más cuando se liberen los datos de cuánto ganan las familias más pobres entre enero, marzo y abril. Se tomó la encuesta en noviembre, a diferencia de la anterior. Me hubiese encantado que los que hoy aparecen como guardianes de la Casen hubiesen llamado o se hubiesen juntado con Andrés Hernando o con la subsecretaria Arellano, cosa que no ocurrió. En vez de hacer un ejercicio académico honesto, se optó por el camino corto, que es sacar provecho político aun cuando el costo sea dañar a una institución que pertenece a todos los chilenos. Gracias a esta operación política hoy el Financial Times afirma que nuestros datos son tan buenos y creíbles como los de Argentina”.

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