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Poblador que interpeló al Papa Juan Pablo II: «Mataron a mi hijo por lo que hice»

Mario Mejías dice que en ese minuto le temblaba todo, «no sé si era miedo, la impresión, o ver a todos los curas que todavía no decían nada y ya me querían comer». Luego pronunció la histórica frase: «Creemos que usted tendrá un mensaje para que los poderosos dejen el orgullo y el egoísmo y nos dejen de matar en las poblaciones y nos traten como hermanos de verdad».


En el primer capítulo de la quinta temporada de la serie «Los 80» de Canal 13 se recordó el momento en que un poblador de La Bandera interpeló al Papa Juan Pablo II. Se trata del ex dirigente vecinal de Lo Hermida, Mario Mejías, quien dijo haberse sorprendido de aparecer nuevamente en televisión.

En abril 1987, en plena dictadura militar, Mejías le dijo directamente a quien era entonces el líder de la Iglesia Católica: «Le agradecemos su visita a Chile en este momento tan difícil. Creemos que usted tendrá un mensaje para que los poderosos dejen el orgullo y el egoísmo y nos dejen de matar en las poblaciones y nos traten como hermanos de verdad».

Este miércoles, en entrevista con Radio ADN, recordó algunos detalles que rodearon este hecho. «No quería desaprovechar ese momento. Al lugar nos fuimos muy temprano, de madrugada, para que la comunidad tuviera una buena ubicación para que me vieran y cuando me toca, estaba Mariano Puga, un sacerdote que era nuestro, me dice: ‘haz lo que tu corazón te dicte’. Me temblaba todo, no sé si era miedo, la impresión, o ver a todos los curas que todavía no decía nada y ya me querían comer».

«Angelo Sodano me dijo, enojado, que en ninguna parte del mundo yo podría haber dicho lo que dije. Estaban todos enojados, yo quería puro arrancarme, si el Papa me abraza, me despido y yo vuelo nomás», acotó.

Sus palabras tuvieron consecuencias. «Era la víspera del primero de mayo, y ese día nos quisimos acostar temprano. Como a la una de la mañana, la CNI me fue a buscar. Siempre pensé que me iban a matar, pero siempre digo que Dios estaba conmigo y no sé si los engañé, pero me hice el muerto, después de tanto golpearme. Mi idea comunista se fue a la mierda con Dios, por eso me metí a la iglesia, y lo que hice fue por mi gente, por el pueblo cristiano», dijo Mejías.

Sin embargo, la venganza de la dictadura iría más allá: «Tengo una impotencia tan grande porque matan a mi hijo por esta cosa, y eso es lo que duele, que queda marcado para siempre. Cada año que pasa tengo que recordar y uno tiene responsabilidad frente a eso, porque si no hubiera hecho nada, nada habría pasado».

«La justicia no es para uno. Pasaron cuatro gobiernos, yo tenía toda la esperanza de que algún día, de algún gobierno alguien me iba a preguntar qué pasó, cómo arreglamos esto. Yo nunca dije una mentira, siempre dije la verdad, nadie me ha venido a desmentir, a decir que eran mentiras, que lo inventé yo para salir en la tele, para figurar. Me queda una pizca de fe de que algún día se me haga justicia», concluyó.

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