Publicidad
Lo que se sabe del asesinato de los tres carabineros en Cañete PAÍS

Lo que se sabe del asesinato de los tres carabineros en Cañete

Hasta anoche el SML seguía trabajando en la individualización de los cuerpos. Se cree que fueron objeto de una emboscada, reducidos, amarrados y luego quemados, a unos 4 kilómetros del lugar donde se encontró la camioneta blindada en llamas.


Hasta el cierre de esta edición, todas las unidades especializadas de Carabineros seguían trabajando en la investigación relativa al triple homicidio de los tres suboficiales que fueron asesinados la madrugada del sábado en la comuna de Cañete, estando abiertas “todas las hipótesis” respecto de la mecánica del crimen y los motivos de este, como indicó una fuente policial bajo reserva de identidad, dado que ayer la Fiscalía Local de Cañete decretó el secreto de la investigación.

A ese respecto, pese a que la ministra del Interior, Carolina Tohá, aseveró que los suboficiales Sergio Arévalo Yáñez, Misael Vidal Cid y José Cisterna Navarro fueron asesinados cuando iban a supervisar una medida de vigilancia, pero el director general de Carabineros, Ricardo Yáñez, indicó que estos acudieron hasta Antiquina con el fin de acudir a un llamado de auxilio, que se efectuó en tres ocasiones, a eso de las 12.30 de la noche, cuando se denunció la ocurrencia de disparos. Al respecto, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, precisó anoche que “efectivamente hubo llamadas por disparos injustificados, pero los efectivos de Carabineros no se encontraban en el lugar por ese motivo. Ellos estaban dando cumplimiento a una orden judicial de control de medidas cautelares”, agregando que “otro equipo de Carabineros de Chile que encuentra el vehículo, había respondido a esos llamados. Creo que es bien importante clarificar estas dos cosas para que no se generen ni suposiciones ni versiones equivocadas respecto a un hecho tan delicado”.

Independiente de ello, debido al sector al que iban, y a las especiales características de este, salieron fuertemente armados: Llevaban tres pistolas semiautomáticas, dos subametralladoras UZI y una escopeta de repetición. Para las primeras cinco armas portaban 190 balas calibre 9 milímetros y, para la segunda, 50 cartuchos. Todo ello fue robado por quienes los atacaron.

La cantidad de armas y municiones que llevaban se justifica no solo porque partieron sin resguardo de la Armada, como era lo habitual, sino porque además Antiquina marca el inicio de la zona de conflicto. De hecho, en ese lugar se encuentra una de las primeras comunidades que formó parte de la CAM (que originalmente se llamaba “Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco-Malleco”), Nicolás Calbullanca, y poco más al sur se ubica la comunidad Pascual Coña, donde estuvieron los primeros focos del conflicto, a fines de los años ‘90.

Durante varios años, todo ese sector fue escenario de una serie de atentados y ataques, incluyendo la detonación de un autobomba sobre el puente Lleu Lleu, en 2020. No obstante, en los últimos meses, según dijeron las autoridades ayer, no se habían registrado mayores incidentes allí y ese sería el motivo por el cual Carabineros acudió sin el apoyo de los infantes de marina. 

Hasta anoche aún no había sido posible determinar la dinámica exacta de los hechos, aunque los impactos de bala que muestra la camioneta Nissan Navara blindada en que se movilizaban da cuenta de que se usó armamento pesado, posiblemente fusiles, y también se detectó un disparo que atravesó el motor de la misma, que correspondería a una pistola calibre .45, un arma de gran poder destructivo. 

Todo indica que los carabineros descendieron del móvil, a un costado del camino principal. En ese instante se cree que fueron inmovilizados y amarrados, así como despojados de sus chalecos antibala, luego de lo cual sus cuerpos fueron lanzados al pick up de la camioneta, donde les prendieron fuego, aunque se desconoce si estaban vivos o no en ese momento.

Según los primeros peritajes, la camioneta fue movida hacia el camino principal una vez que los carabineros ya estaban inmovilizados. Tras ello, alguien -que se investiga si forma parte de los mismos atacantes- llamó a Bomberos, dando cuenta que un vehículo se incendiaba.

Fuentes cercanas al caso indicaron que al menos uno de los cuerpos presentaba impactos de bala, que se indaga en el Servicio Médico Legal de Concepción si son la causa de su muerte o si fueron percutados después de esta. Hasta anoche el SML aún no lograba individualizar los cuerpos, lo que cuenta de la condición en que fueron encontradas las víctimas, por lo que se anunció que se les realizarán peritajes de ADN y odontológicos.  

Por las características del hecho, se estima que los atacantes eran al menos seis sujetos.

El sector

El triple homicidio se produjo el día del carabinero y poco después de conocerse el veredicto del tribunal oral en lo penal de Temuco, que pocos días atrás condenó por varios delitos al líder histórico de la CAM, Héctor Llaitul.  De hecho, la zona comprendida entre Antiquina y Lleu Lleu fue tradicionalmente un bastión de la CAM y el domicilio del propio Llaitul se ubica a 20 kilómetros de Antiquina, en Puerto Choque.

No obstante, como indican fuentes que conocen el terreno, la CAM perdió su influencia en el sector, ante la irrupción de nuevas orgánicas radicales violentas, especialmente la Resistencia Mapuche Lafkenque (RML) y Weichán Auka Mapu (WAM), que son las que ahora dominan la zona desde el punto de vista político y territorial, particularmente la primera, la cual ha sido muy golpeada en los últimos años por parte de la PDI.

El último de ellos fue la detención del exmaestrillo jesuita Luis García-Huidobro, quien según la policía es parte de la facción de la RML conocida como “Los Huellanos”, acusado de haber participado en un atentado en La Araucanía.

Previo a ello, en enero de este año, se detuvo a dos personas que la PDI identificó como los líderes de RML: Claudia Nahuelán y Elías Cona Tranamil, los que fueron apresados junto a Javier Ramírez Núñez, conocido como “El Coipo”, quien encabezaba un grupo de sujetos dedicados al robo de madera, que operaba en conjunto con la RML.

En septiembre del año pasado, en tanto, otro operativo efectuado por la PDI dejó a 11 detenidos, que formaban parte de otro grupo de traficantes de madera, pero donde también había varios miembros de la RML y, además, a dos carabineros, uno de ellos el jefe de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de Curanilahue. 

A la RML se atribuye una serie de atentados de gran entidad, incluyendo el ataque contra el molino Grollmus, en Contulmo, donde una veintena de encapuchados atacó por más de media hora las instalaciones, disparando con armas automáticas y disparando en contra de la rodilla de uno de los dueños, Carlos Grollmus, de 82 años, a quien hubo que amputarle la mitad de su pierna, luego de recibir a quemarropa el disparo, percutado con un fusil. Por cierto, el autobomba que detonó sobre el puente Lleu Lleu en 2020 fue reivindicado por la RML.

Además de la posibilidad de que detrás del ataque exista algún grupo radical, tampoco se descarta que la autoría del atentado obedezca a grupos de crimen organizados exentos de motivación política, que podrían haber estado detrás del armamento de los carabineros. Durante la pandemia, en la Provincia de Arauco surgieron varios grupos delictivos de gran tamaño, muchos de ellos dedicados a distintos tipos de delitos (robo de madera, de vehículos y tráfico de drogas) y, además, existen también antecedentes relativos a un grupo organizado conformado por sujetos de origen venezolano y colombiano, que opera en el sector traficando drogas.

Ayer en la tarde, en tanto, se ordenó que personal de Control de Orden Público custodiara el edificio de la comisaría de Cañete, luego de que un sujeto llamara hasta dicha unidad y dijera “los vamos a matar. Nos echamos a tres pacos, ahora vamos a la comisaría y vamos a dejar la cagá”.

​​



Publicidad

Tendencias