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La controversia judicial que complica el traslado de Chilevisión a la ex fábrica Machasa Conflicto se arrastra desde acuerdo firmado por Mario Conca como gerente general del canal

La controversia judicial que complica el traslado de Chilevisión a la ex fábrica Machasa

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
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Una demanda por daños y perjuicios, que sobrepasa los $ 600 millones, más otra querella por apropiación indebida de maquinaria, dejan al descubierto todos los problemas que ha tenido la estación con sus planes de cambiarse a la nueva “ciudad audiovisual” de 55 mil metros cuadrados.


“Nosotros subcontratamos la obra, es como si fueras al Homecenter, compraras un mueble, pides que te lo instalen y al final no lo hacen”. De esta manera escueta y algo rústica, explican en Chilevisión, el escenario en que actualmente se encuentra la construcción de sus nuevos estudios en la ex fábrica Machasa, ubicada en calle Pedro Montt 2354 en Santiago.

El 27 de enero de 2011 Chilevisión firma un contrato con la empresa Box Construcciones, propiedad de los hermanos Rafael y Patricio Rubilar, vinculados hace años como ejecutores de obras menores para la estación.

El acuerdo se firmó mientras Mario Conca era gerente general del canal. Conca, quien se hizo conocido por la buena conducción de las finanzas en la estación, renunció en junio del 2012 para asumir la presidencia ejecutiva de Mega, propiedad del grupo Bethia.

El hombre del hormigón

Mucho antes que este cambio ocurriera, Box comenzó a contactarse con distintas empresas que pudieran cubrir los requerimientos de una obra de esta magnitud: 9 estudios de televisión, oficinas y remodelación de una planta de 27 mil metros cuadrados en un terreno de 55 mil.

A través de Rodrigo Jara, ex gerente de Capel y ahora a cargo del proyecto en Chilevisión, llegó a la obra la constructora de José Luis Caro que en marzo de 2011 logró un acuerdo con Box para hacerse cargo de la obra gruesa.

“Chilevisión formó Box para administrar este contrato, y ellos nos pidieron a nosotros edificar los muros de hormigón armado en los estudios de televisión: hacer los moldajes y colocar el hormigón. En principio estaban estipulados 20 mil metros de moldaje”, explica José Luis Caro.

El acuerdo entre ambas partes tenía un valor IVA incluido de $ 606.748.942. Parte de este monto les fue pagado, pero lo extraño es que hasta bien avanzado el proyecto, no existía la firma de un contrato formal.

“Box nos decía que esperáramos, que Chilevisión tenía muchos problemas legales con el traspaso a Turner, que ni siquiera ellos habían firmado contrato”, afirma José Luis Caro.

El proyecto se agranda

Sin embargo, la constructora de Caro acepta seguir trabajando. Particularmente cuando Rafael Rubilar, según el texto de las acciones judiciales, le pide la ejecución de trabajos adicionales a los que estaban estipulados en el acuerdo inicial. “Las obras aumentaron más de un tercio. Cuando les pedí que hiciéramos un nuevo contrato, me dijeron que las hiciera al mismo precio y ellos me la pagarían como una obra extra en el contrato total”, explica José Luis Caro. Los trabajos extra sumaban poco más de 170 millones de pesos.

[cita]En una medida precautoria presentada por Box contra Chilevisión, está consignada la deuda de la constructora con sus proveedores que superaría los 394 millones de pesos. A eso se agregan todos los gastos extras derivados de las modificaciones del proyecto.[/cita]

Finalmente, a comienzos de 2012 firman un contrato, que según Caro incluía un “volumen de obra inferior al que se había hecho. El resto, según ellos, lo iban a agregar después”, afirma José Luis Caro, quien esperó una semana para que comiencen a regularizarse los pagos, cosa que no ocurre.

“Nadie sabía nada”

 Pero el 5 de marzo de 2012 el dueño de la constructora llega hasta la faena y no puede ingresar por orden de los guardias de seguridad. Dentro quedan una serie de maquinarias usadas por la empresa, hasta hoy los representantes de José Luis Caro no han podido retirar. Por eso a la demanda por daños y perjuicios, se agrega una querella por apropiación indebida contra Box y Chilevisión como responsable solidario.

Desde que Caro no pudo entrar a la faena en la ex fábrica Machasa, hasta ahora, la situación no ha variado sustancialmente. La respuesta de Rafael Rubilar, según el texto judicial, fue que Chilevisión, ya controlada por Turner, no autorizó el pago de las obras adicionales.

“Durante casi un año nadie nos recibía en Chilevisión, nadie sabía nada. Mario Conca dejó la gerencia general, lo que dificultó aún más las cosas. Pusieron a Alicia Zaldívar. Ella acusa desconocimiento de todo esto, pero la intención de resolverlo. Aunque ha pasado mucho tiempo desde la última vez que conversamos”, dice José Luis Caro.

Por eso decidieron tomar la vía judicial, igual que H Zach, otra empresa Servicios Hidráulicos encargada de bombear el hormigón en el que está construido el edificio.

La demanda de Caro supera los 600 millones de pesos, incluyendo además del daño directo, el lucro cesante y el daño moral.

Box contra Turner

Paralelamente, según el portal del poder judicial, Box mantiene una controversia con Turner precisamente por las complicaciones que ha traído las modificaciones en el proyecto que significan variaciones superiores al 60 por ciento respecto del original, en algunos casos y en otros como el sistema de climatización que fue completamente rediseñado, cambiando totalmente los costos. En una medida precautoria presentada por Box contra Chilevisión está consignada la deuda de la constructora con sus proveedores que superaría los 394 millones de pesos. A eso se agregan todos los gastos extras derivados de las modificaciones del proyecto.

Al cierre de esta edición, el canal no entregó ninguna versión oficial sobre el asunto.

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