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Empresa Azeta acumula historial de denuncias por prácticas antisindicales

Empresa Azeta acumula historial de denuncias por prácticas antisindicales

La subgerente de Recursos Humanos de la firma, María Cristina Leal, aclaró sin embargo que en la actualidad no había conflicto «ni nada pendiente con el sindicato número 1», que presidía el dirigente Juan Pablo Jiménez, quien murió la semana tras recibir un disparo en la cabeza. El hecho fue calificado por la ejecutiva como «una terrible desgracia».


Una serie de denuncias por prácticas antisindicales, despidos injustificados y no pago de cotizaciones previsionales ha enfrentado en los últimos años la empresa subcontratista de Chilectra Azeta, cuyo sindicato número 1 de trabajadores era presidido por Juan Pablo Jiménez, el dirigente que murió la semana pasada de un disparo en la cabeza en circunstancias que están siendo investigadas por la policía y el Ministerio Público.

Según informa este lunes el portal de noticias El Dínamo, las primeras datan del año 1993, precisamente por la no realización de  pagos a las AFP de sus empleados. Asimismo, hasta la fecha acumula 52 denuncias de “abuso laboral”, 36 de las cuales presentadas desde 2008 a la fecha.

Estos antecedentes, sumados a más recientes acusaciones de prácticas antisindicales, dan cuenta de una relación no del todo amigable entre los ejecutivos de la firma con sus trabajadores y cuyos antecedentes salieron a la luz pública debido al deceso de Jiménez.

Pero la subgerenta de recursos humanos de Azeta, María Cristina Leal, descartó que en la actualidad exista un conflicto con los trabajadores, al tiempo que consideró la muerte del dirigente sindical, ocurrida en dependencias de la empresa,  como una “terrible desgracia”.

“Lo relevante, es el listado de empresas condenadas por prácticas anti sindicales, y ahí nosotros no estamos.  En el último tiempo, y en particular en el momento en que ocurrió esta terrible desgracia  no tenemos ningún reclamo, ni juicio ni nada pendiente con el sindicato N° 1”, dijo, en respuesta a las suspicacias que ha despertado el caso, que de acuerdo a las primeras indagaciones de la PDI pudo ser el resultado de una “bala loca” tras un tiroteo en la comuna de San Joaquín.

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