Publicidad
La Suprema se juega a full por Chevesich en la antesala de su concurrencia de hoy al Senado Voto de la magistrada a favor de Manuel Contreras complica a la oposición

La Suprema se juega a full por Chevesich en la antesala de su concurrencia de hoy al Senado

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
Ver Más

Dicen que es un despliegue que no se ha visto en casos anteriores y que tiene incómodo a más de un parlamentario, porque consideran que no es una actitud acorde al respeto de la debida separación de poderes del Estado. Mientras, los senadores de la Concertación se muestran divididos frente al nombre pues los cuestionamientos por DD.HH. son ultrasensibles para el sector, tal como lo manifestó ayer la presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.


El despliegue que se ha realizado desde la Corte Suprema durante las últimas semanas para asegurar la elección de la ministra Gloria Ana Chevesich como nueva integrante del máximo tribunal no es algo habitual ni tampoco ha pasado desapercibido en el Congreso. Junto con los reparos que desde el primer momento generó que La Moneda eligiera a la jueza, la insistencia desde el seno del máximo tribunal ha generado un clima enrarecido en la Cámara Alta, donde impera la molestia en sectores de la oposición.

En el Senado se habla de “presiones” desde la Corte, de supremos que han llamado a algunos parlamentarios tratando de sondear el clima y de buscar alinear una votación favorable. La situación ha sido comentario obligado, aunque en privado, en sectores de la Cámara Alta, principalmente en la oposición, por la “insistencia en promover” la nominación de Chevesich.

Dicen que es un despliegue que no se ha visto en casos anteriores y que tiene incómodo a más de un parlamentario, porque consideran que no es una actitud acorde al respeto de la debida separación de poderes del Estado.

Aunque con otra intención, ya que es uno de los senadores que apoya el ascenso de la jueza, Fulvio Rossi (PS) reconoció ayer en declaraciones públicas que ha sostenido conversaciones con miembros del máximo tribunal sobre este tema. “Hemos conversado incluso con ministros de la Corte Suprema que son más bien de nuestro lado y no nos han presentado este reparo”, admitió al defender a la magistrada por los cuestionamientos que surgieron al conocerse una sentencia en que abogó por la irreprochable conducta anterior de Manuel “mamo” Contreras en una causa de violaciones a los derechos humanos.

La presión desde la Suprema es uno de aquellos temas que todos saben, que todos “han escuchado”, pero que cuesta que se comenten públicamente por lo delicado que es. “No corresponde que desde la Suprema nos digan cómo votar”, reclamaron algunos parlamentarios ayer en privado.

En todo caso, no es algo nuevo, ya que desde el primer día que se nominó a Chevesich, el presidente de la Corte Suprema, Rubén Ballesteros, se ganó la crítica pública de varios senadores de oposición por presión indebida. El 2 de junio, el juez en una entrevista abogó por el ascenso de la magistrada y afirmó que “es una persona plenamente habilitada y preparada para ser ministra de la Corte Suprema”.

[cita]Esas declaraciones —reconocen— cayeron muy mal en el Senado, molestia que se mantiene hasta hoy. “Todo lo que ha hecho es impropio del comportamiento de un presidente de la Suprema, promover a Chevesich con tanto ímpetu”, criticó ayer un senador de oposición.[/cita]

Unos días después, en una ronda con periodistas se explayó otra vez con el tema, induciendo la forma en que debería votar el Senado: «Es una jueza con muchos méritos, con muchas condiciones, no hay a la vista situaciones de mérito que hagan tomar una definición distinta (…) Algún juicio, algún proceso que ella haya llevado adelante en el pasado como ministra en visita, no puede hoy día afectar su legítimo derecho a ser aceptada por el Senado de la República para integrarse a la Suprema (…) no hay ninguna situación de demérito para tomar una decisión distinta”.

Esas declaraciones —reconocen— cayeron muy mal en el Senado, molestia que se mantiene hasta hoy. “Todo lo que ha hecho es impropio del comportamiento de un presidente de la Suprema, promover a Chevesich con tanto ímpetu”, criticó ayer un senador de oposición.

Algunos consideran que la insistencia de Ballesteros pasa porque no quiere, en su último año a la cabeza del máximo tribunal, que fracase por segunda vez la nominación de un aspirante a la Suprema, considerando el episodio del juez Juan Muñoz Pardo, cuyo nombre fue rechazado por la oposición por sus fallos a favor de la prescripción en materia de DD.HH.

En todo caso, se sabe de la molestia de Ballesteros por el episodio de Muñoz Pardo y que, a sus ojos, lo que corresponde es que el Senado apruebe al candidato nominado sin cuestionarlo. Una postura que no es compartida por todos los integrantes del máximo tribunal, quienes consideran que si la Cámara Alta está incorporada en el proceso de elección, como poder independiente del Estado, tiene todas las facultades y derecho a evaluar, aprobar o rechazar.

La molestia que hay con Ballesteros y los reparos al nombre de Chevesich podría entrampar su ascenso. Con un Senado de 38 miembros, la magistrada requiere de la aprobación de 2/3 de la sala, lo que implica 25 votos, los cuales la Alianza por sí sola no tiene. La UDI y RN suman 16 senadores, si agregan a los dos independientes —Carlos Cantero y Carlos Bianchi— serían un total de 18, por lo que es clave lo que resuelva la oposición, aunque varios senadores vaticinan que se dejará en conciencia y no habrá acuerdo de bancadas.

Futuro incierto

En el Senado dicen que hasta la semana pasada —y así coincidían en La Moneda también— estaban “los votos justos” para aprobar a Chevesich, pero todo se complicó con el dato de las dos causas de DD.HH. en que —desde la Corte de Apelaciones de Santiago— alegó a favor del ex jerarca de la DINA argumentando “irreprochable conducta anterior” y otra en que abogó por la prescripción de los delitos y de las acciones civiles (indemnizaciones) para las familias de las víctimas.

Con este antecedente, las aguas en la oposición se revolvieron y se dividieron frente al tema. La alarma la encendió la senadora PS, Isabel Allende, que hizo circular la información entre sus pares el lunes en la tarde.

Contrario al discurso que tuvieron en casos pasados con el tema de los DD.HH. y que fue el argumento que usó en contra de Muñoz Pardo para vetarlo, en el PS Rossi y Camilo Escalona ya han dicho que respaldarán a Chevesich.

En el PPD, el PS y la DC hay senadores que desde ya tienen decidido votar en contra. “El respeto a los derechos humanos y la condena sin ninguna duda debería ser un requisito básico”, dijo el senador PS, Juan Pablo Letelier, quien rechazará el nombre de la jueza.

En la DC el tema es complejo y no tienen una postura única, ya que senadores como Mariano Ruiz-Esquide y Eduardo Frei no apoyarían a Chevesich.

Considerando los que se han mantenido en silencio o no tienen reparos con Chevesich desde la DC, en la oposición algunos sacan a colación que esta bancada le quitó el piso a Muñoz Pardo y que ahora debería valer el mismo argumento. El senador PPD, Eugenio Tuma, dijo que “ahora debe haber coherencia” y advirtió que le resulta “curioso que se le niegue acceso a un ministro cuestionado por su doctrina y a otra se le apoya, a pesar de tener la misma doctrina jurídica”.

Se habla que la DC habría llegado nuevamente a una suerte de acuerdo con el gobierno. Apoyar a Chevesich a cambio que La Moneda en la próxima vacante, cuya quina está en el escritorio del Presidente y que corresponde al cupo de un abogado externo —en reemplazo de Roberto Jacob que falleció en febrero—, elija de candidata una mujer afín a la falange.

Se comenta que esa suerte de acuerdo no estaría prosperando y que ello permitiría a la DC abrirse al rechazo de Chevesich, lo que hace más complejo aún el escenario para su ascenso.

En Valparaíso ayer la oposición trató el tema en su reunión de coordinación de los martes en el Senado. Se habló de argumentos como que el proceso está viciado y que se está presionando a los senadores a apoyar a la jueza, quien tiene el cartel de ser una magistrada anticorrupción por el caso MOP-Gate, para no ser acusados de llevar adelante una vendetta y favorecer la corrupción.

Se ha tomado nota de distintas reacciones. No es menor que la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, haya levantado la voz a través de su presidenta, Lorena Pizarro: “Nos preocupa enormemente la presencia de la ministra Chevesich en la Corte Suprema por su conducta y su visión respecto de lo que fue el genocidio de la dictadura (…) el tema de la irreprochable conducta anterior de Manuel Contreras parece una burla”.

A las 10 de la mañana Chevesich será recibida por la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado, donde expondrá sobre su carrera judicial y responderá preguntas de los parlamentarios. En la oposición se acordó no resolver nada aún y esperar que desde la propia comisión les informe mañana mismo si se aclararon las dudas que pesan sobre la jueza.

Publicidad

Tendencias