Sin preguntarle a nadie concretó compromiso tras derrota en las primarias
Como ya se ha hecho costumbre, el timonel de RN volvió a salirse del libreto que el gobierno ha diseñado para la Alianza en el marco de las elecciones presidenciales y parlamentarias de noviembre. Pero esta vez provocó un conflicto más profundo dado que, de paso, perjudicó al abanderado del sector, Pablo Longueira, dejándolo placé en materia de reformas políticas.
Como una verdadera “pasada de cuenta” al Presidente Sebastián Piñera interpretan algunos de sus detractores el acuerdo al que llegó un sector de Renovación Nacional con la Concertación para avanzar en una serie de modificaciones al sistema electoral. El anuncio no sólo pilló mal parado al gobierno y a la UDI, sino también a un importante grupo de la tienda de Antonio Varas. Este reveló justamente que el respaldo del Ejecutivo a la candidatura de Pablo Longueira en las primarias presidenciales, de lo que se le ha acusado intensamente al mandatario, es una herida que no ha sanado del todo en la cúpula de la colectividad de Andrés Allamand. La movida también constituye un duro golpe a la candidatura del ex titular de Economía.
Si bien es cierto que las reformas al binominal se venían analizando hace varios meses en la Comisión de Constitución del Senado encabezada por el DC Patricio Walker, también lo es que Renovación había llegado al compromiso de no avanzar en trato alguno con la oposición sin que éste pasara antes por un acuerdo con la UDI. Pero la derrota de Allamand cambió el escenario que habían diseñado las cúpulas de RN. Ello, porque comenzó a hacerse cada vez más patente la sensación de que sus aliados continuarían con la estrategia de bloquear cualquier reforma a la Constitución y eso, a juicio de un sector del partido, obliga a asociarse con la Concertación para avanzar en cambios que permitan la sobrevivencia de la tienda de Carlos Larraín y constituyan un freno al crecimiento “injusto” que, según algunos parlamentarios, ha obtenido el gremialismo gracias al sistema electoral ideado por el fundador de la Unión Demócrata Independiente, Jaime Guzmán Errázuriz. Parte de esa estrategia se habría concretado este martes.
[cita]Fuentes oficialistas aseguran que Piñera “está indignado”, no cuesta imaginarlo ya que Larraín pasó por encima de la autoridad del mandatario que desde hace rato se ha erguido como el verdadero jefe de la campaña presidencial oficialista. Y don Carlos, una vez más, ninguneó su autoridad al concretar el compromiso que en enero de 2012 suscribió con la Democracia Cristiana, pero al que se había resistido a dar curso hasta ahora.[/cita]
Todo pese a que esto generó un conflicto al interior de RN que no estaba calculado en el diseño original, justamente porque se apostó a que los senadores liberales no se opondrían al acuerdo con la oposición, dada su inclinación pública a las modificaciones. Sin embargo la primera en salir a criticar duramente a la directiva fue Lily Pérez, para quien resulta incomprensible que “algunos se han resistido históricamente a terminar con el binominal, hoy hablen de hacer un acuerdo para cambiarlo”, aludiendo en forma especial al propio Larraín y a Baldo Prokurica. Y subrayó que además “es muy mala idea la forma, a espaldas del gobierno, a escondidas del resto de los senadores y del partido, muchos de nosotros no teníamos idea de este acuerdo que se está impulsando. Y quiero adelantar que muchos de nosotros estamos en contra del aumento de parlamentarios”.
Ni hablar de que la UDI entró en schock cuando se enteró del acuerdo. Porque muchos gremialistas asumieron la jugada de Larraín y cía. como una afrenta personal en contra del abanderado. Están conscientes que en el marco de un proceso en que la ciudadanía presiona por reformas políticas, particularmente por el cambio al binominal, no se ve bien que Longueira no figure liderando el proceso desde la Alianza. Asimismo se evalúa el hecho de que es difícil manejar los cambios y controlarlos en el marco de un acuerdo en el que están fuera la UDI y el gobierno. De allí que tras una reunión de emergencia que sostuvo el gremialismo al enterarse del anuncio que se acababa de realizar, el timonel de la colectividad, diputado Patricio Melero, señaló que tras este sorpresivo e “inconsulto” anuncio que rompió un acuerdo entre ambos partidos oficialistas, “se trabajará en conjunto con el gobierno, los parlamentarios de la UDI y todos los de Renovación Nacional que se quieran sumar a una propuesta unitaria, la presentación de una reforma al sistema electoral binominal en el marco de un sistema mayoritario en la próximas semanas”.
Visiblemente molesto, el timonel gremialista advirtió a sus socios que, “en una alianza, no se sorprende al aliado con una propuesta que teníamos acordado efectuar de común acuerdo entre RN, la UDI y el gobierno”. En la misma línea, el senador Hernán Larraín —que ha venido participando en la Comisión de Constitución— aseguró no haber estado enterado de lo que ocurrió, pese a que el senador Chahuán adelantó que tanto la UDI como el abanderado presidencial habían sido notificados de la decisión adoptada. Aun cuando Longueira al igual que el gobierno parecen haber dejado las vocerías a cargo de los parlamentarios. Lo propio habría hecho Allamand. Aunque entre los que se oponen al acuerdo dicen que no fue consultado. Y más tarde en CNN, el ahora aspirante al Senado afirmó que él hubiera consultado con Longueira y la UDI previamente al acuerdo con la oposición.
Hernán Larraín, entretanto, admitió haber participado activamente en los debates de la Comisión de Constitución sobre eventuales modificaciones al sistema electoral, pues le parecen necesarios, por lo cual ha realizado sus propias propuestas. De ahí que “tengo que lamentar enterarme el día de hoy de este acuerdo (…), ya que hubiera sido deseable primero un acuerdo al interior de la Alianza, con nuestro candidato presidencial”, lo que da cuenta de la incómoda situación en que quedó Longueira. Además, a juicio del senador gremialista, la propuesta que quedó representada en la reforma constitucional “abriga un proporcionalismo que no asegura estabilidad política al país”. Y reafirmó lo declarado por Melero, en el sentido de que la UDI está trabajando una propuesta con el equipo de Longueira.
Si bien en el gobierno no ha querido referirse al tema, aunque fuentes oficialistas aseguran que Piñera “está indignado”, no cuesta imaginarlo ya que Larraín pasó por encima de la autoridad del mandatario que desde hace rato se ha erguido como el verdadero jefe de la campaña presidencial oficialista. Y don Carlos, una vez más, ninguneó su autoridad al concretar el compromiso que en enero de 2012 suscribió con la Democracia Cristiana, pero al que se había resistido a dar curso hasta ahora. Entre quienes se oponen al polémico acuerdo en RN, no sólo se sostiene que esto constituye “una pasada de cuenta” de Larraín a Piñera, sino además que “el acuerdo no va a resultar. Lo hicieron para que no resultara, pero para perjudicar al gobierno”, aludiendo a que no se contaría con los votos para aprobarlo.
No obstante, eso no es tan así, porque como reforma constitucional requiere un quórum de 3/5 para ser aprobada, es decir 23 votos. Por lo que sería posible avanzar en su trámite, sobre todo para lo que plantean algunos en orden a que al menos la figura de los ocho senadores nacionales comience a regir desde la elección de noviembre. El problema real es, sin embargo, que es el gobierno el que coloca las urgencias. De ahí que haya iniciativas que duermen el sueño de los justos y la autoridad le dé vía rápida a aquellas que necesita aprobar. Con esta fórmula se frenan las iniciativas que le resultan incómodas a la administración Piñera, como el polémico Acuerdo de Vida en Pareja.
