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Gabriel Salazar: ‘Hay que pasar de la ciencia política de frentón a la psiquiátrica de la política’

Producto de los últimos sucesos políticos acaecidos, en particular, en la derecha nacional para dilucidar al representante presidencial de este bloque político nacional, y para consultar si dichas acciones políticas desvalorizan la investidura del Presidente de la República, Agencia UPI conversó con el historiador chileno Gabriel Salazar para conocer su opinión, y averiguar si dicha situación habría ocurrido antes en el país.


El profesor titular de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Historia 2006, Gabriel Salazar, sostuvo que la situación partidaria actual en Chile, con la serie de desencuentros en el oficialismo, corresponde a una tercera crisis de representatividad en la historia patria, la cual da cuenta de una profundización del desprestigio de la actividad política y que hace pensar que de seguir así, en el futuro próximo, «puede ocurrir cualquier cosa».

Producto de los últimos sucesos políticos acaecidos, en particular, en la derecha nacional para dilucidar al representante presidencial de este bloque político nacional, y para consultar si dichas acciones políticas desvalorizan la investidura del Presidente de la República, Agencia UPI conversó con el historiador chileno Gabriel Salazar para conocer su opinión, y averiguar si dicha situación habría ocurrido antes en el país.

«Exactamente. Ha ocurrido dos veces antes. Más o menos por 1850, que hubo una desazón y aburrimiento de la ciudadanía con respecto a la clase gobernante –en esa época eran solamente los pelucones, el partido conservador-. Hubo después una enorme desazón con el conjunto de la clase política, hacia 1910, 1920, en la época en que Luis Emilio Recabarren se retira del Partido Democrático para intentar que por si misma, la clase trabajadora, los profesores, los estudiantes, etcétera, llegasen a dictar una Nueva Constitución. En esa época la clase política tuvo un desprestigio absoluto», explicó el historiador.

Salazar precisó que «luego tenemos la actual, en donde ocurre lo mismo. El 90%, o más de la ciudadanía, ya no creen en los partidos, ya no creen en los políticos en general. Es la tercera oportunidad en la historia de Chile, que los políticos quedan absolutamente desprestigiados, obligando a la ciudadanía a tomar la sartén por el mango y hacer valer lo que le corresponde, que es la soberanía popular».

Gabriel Salazar comentó las vicisitudes que ha enfrentado la Alianza para designar a su aspirante a La Moneda, con una serie de nombres sobre la mesa, planteando que más que una desvalorización de la primera magistratura, los hechos responden a «una profundización de lo que ha sido la crisis de representatividad en Chile. Crisis que afecta, por supuesto, a los políticos en general, quienes son, supuestamente, los representantes de la soberanía popular en el aparato del Estado».

«A esta altura, la crisis es tan profunda, que creo que hay que pasar de la ciencia política de frentón a la psiquiátrica de la política, porque están ocurriendo fenómenos ya desconcertantes», aseveró.

Por otro lado, el historiador expuso que desde una observación al mundo político, se presentan a esta campaña presidencial, «como quien vende un producto, se venden a sí mismos. Yo tengo estas características, yo tengo una larga experiencia, la gente cree en mí, yo hice tal o tal cosa ¿No?».

A modo de ejemplo, el profesor de la Universidad de Chile sostuvo que «un caso clarito es cómo comenzó la campaña la candidata de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Evelyn Matthei, que partió vendiéndose a si misma. No han sido muy distintas las presentaciones de los otros candidatos. Un poco menos tal vez, en alguna medida, pero igual Michelle Bachelet».

Para el historiador, «ninguno de ellos se sienten como que tienen que obedecer un mandato real del pueblo, porque, por otro lado, no hay mandato del pueblo. No estamos entregándole a esta gente un mandato específico. No estamos deliberando entre los ciudadanos para crear y proponer un programa de desarrollo para este país, o de superación de los problemas actuales, o simplemente, para que el próximo gobierno lo aplique».

Consultado si esto es resultado de la desazón o desinterés ciudadana en exigir al postulante al cargo público que cumplan con al menos lo mínimo del servicio requerido, Salazar, respondió que «la ciudadanía hace mucho tiempo que no está en condiciones de exigirles nada a estos supuesto representantes del pueblo. Porque no hay mecanismos de participación. No hay mecanismos a través de los cuales una ciudadanía pueda hacer valer su parecer, su opinión, sus deliberaciones, etcétera».

«Es por eso que la ciudadanía, particularmente los sectores populares, los medios bajos, sectores de provincia, se está ahora asociando y reuniendo por si mismos en asambleas territoriales. Hay más de 1000 asambleas populares en Chile que están funcionando por su propia cuenta, que no están consideradas en la Constitución Política, pero que se están proponiendo avanzar con autonomía para desarrollar una soberanía popular local, a efecto de más adelante, manejar por si mismo una asamblea Popular Constituyente, no como la que quieren llamar los políticos para tratar de ponerse al día en los discursos», acotó.

El historiador prevé que en lo futuro, en las próximas elecciones de noviembre, considerando la actualidad del mundo político nacional, «puede ocurrir cualquier cosa. Sorprendente. Hoy día estamos en condiciones de no poder prever nada en materia del comportamiento de los políticos en una coyuntura electoral. Lo que va a ocurrir es que probablemente gane Michelle Bachelet, pero no hay seguridad de que va a hacer ella una vez que gane».

Aunque, finalmente, para Gabriel Salazar la importancia no está en lo que suceda con la clase política, «lo importante es como la ciudadanía va a seguir desarrollando su autonomía y su poder soberano en momentos futuros, cuando haya tomado la sartén por el mango, que es lo que le corresponde», advirtió.

upi//

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