Según el encargado de Educación del programa del candidato, el Simce genera que los niños «empiecen a pensar superficialmente, porque una educación centrada en poder contestar opciones múltiples implica que las personas no tienen la capacidad de reflexionar».
Este martes, más de 241 mil estudiantes de 4° básico rindieron la prueba Simce. En ese contexto fue que el candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez-Ominami, criticó fuertemente el aparato de medición y propuso reemplazarla por un nuevo instrumento.
«El Simce ha significado un sistema de lucro, de segregación, ha significado olvidarse que se trata de formar personas, no capital humano. El objetivo es formar personas y, por tanto, la prueba que proponemos para reemplazar el Simce es volver a confiar en los profesores, un sistema multidimensional que significa territorializar la prueba», señaló, según consignó Emol.
En conjunto con el ex presidente del Colegio de Profesores, Jorge Pavez, ME-O planteó elaborar, de acuerdo a las complejidades de cada región del país, un nuevo sistema que mida territorialmente los aprendizajes de los alumnos, que sea operado por los profesores.
Por su parte, el encargado del programa de Educación de Enríquez-Ominami, Juan Casassus, sostuvo que el Simce «superficializa la educación, por lo tanto, es el principal instrumento para bajar la calidad de la educación e impedir que los chilenos puedan tener las competencias y conocimientos para el siglo en que estamos lanzados. Necesitamos profundidad y mayor conocimiento».
Según Casassus, esta herramienta de medición genera que los niños «empiecen a pensar superficialmente, porque una educación centrada en poder contestar opciones múltiples implica que las personas no tienen la capacidad de reflexionar, profundizar, ni nada de lo que es importante en la vida de hoy».
