La universitaria de 23 años que pretende derrotar a Sebastián Aylwin, nieto del ex presidente de la República y miembro de la Izquierda Autónoma, advierte al nuevo Presidente de Chile: «Hemos empezado a darle la vuelta la espalda a la elite intelectual, empezado a ver el mundo de los trabajadores como un sector aliado, con el cual vamos a tener solidaridad y construir en conjunto para hacernos parte de demandas históricas por recuperar condiciones dignas de vida que fueron arrebatados en dictadura, que fueron consolidadas en el gobierno de la Concertación, que se intentaron profundizar en el gobierno de la derecha y que hoy sabemos que serán maquilladas para re oxigenar el modelo neoliberal en Chile».
La estudiante de medicina de la Universidad de Chile Melissa Sepúlveda tiene un objetivo en mente: derrotar al estudiante de Derecho Sebastián Aylwin, nieto del ex presidente de la República, y miembro de la Izquierda Autónoma, en las próximas elecciones de la FECh que se llevarán a cabo el 12 de noviembre.
En entrevista con El Dinamo.cl, la universitaria de 23 años habla de su rol como coordinadora de «Luchar«, una plataforma política que reúne a los militantes del Frente de Estudiantes Libertarios (FEL), la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y agrupaciones independientes del interior de esa casa de estudios.
La ex Consejera FECh aclara que su candidatura surge “del diagnóstico que nosotros hacemos del rol que tiene que tener la vocería de la FECh, como una de las principales vocerías del movimiento estudiantil, frente a un nuevo gobierno de la Nueva Mayoría”.
Al ser consultada por cómo ve las elecciones de la FECh en medio de las elecciones presidenciales, Sepúlveda asegura: «La coyuntura electoral no deja indiferente a ninguna organización política y si bien Luchar no tiene apuestas por ningún candidato en particular, sabemos que las más altas probabilidades las tiene Michelle Bachelet y frente a eso vemos que se está hablando de gratuidad en la educación, que se está hablando de fortalecer una voz pública, sin embargo al leer la letra chica no sabemos qué significa esa gratuidad».
Respecto al programa de Bachelet, dijo haberlo leído y señala: «Ahí se habla de una gratuidad de 6 años plazo. Se habla que será financiada, además de una reforma tributaria, con un impuesto a los profesionales y frente a eso se perpetúa la lógica del retorno individual y finalmente la medida de educación gratuita, según la propuesta de Bachelet, no permite ser un mecanismo de redistribución de la riqueza en Chile y de disminuir la desigualdad».
«En el caso de Bachelet o el presidente que venga es importante dar un mensaje desde este movimiento que se empieza a reconstruir, hemos empezado como estudiantes a ampliar el horizonte del movimiento, que hemos empezado a darle la vuelta la espalda a la elite intelectual y hemos empezado a ver el mundo de los trabajadores como un sector aliado, con el cual vamos a tener solidaridad y construir en conjunto para hacernos parte de demandas históricas por recuperar condiciones dignas de vida que fueron arrebatados en dictadura, que fueron consolidadas en el gobierno de la Concertación, que se intentaron profundizar en el gobierno de la derecha y que hoy sabemos que serán maquilladas para re oxigenar el modelo neoliberal en Chile», agrega.
Ante la pregunta ¿Qué mensaje le mandarías a Piñera?, la joven dirigente responde: «Creo que el único beneficio de los cuatro años de gobierno de Piñera fue que nos permitió como movimiento social identificar a un enemigo, un modelo, un proyecto que vio su cara más radical en el gobierno de la derecha que intentó privatizar a toda costa la salud, la educación y en cierta medida logramos detener una agenda, que avanzó en otros aspectos, pero que las movilizaciones y todo este rearme nos ha permitido tener fuerza y que las posibilidades se abran para el campo popular en Chile».
