Magistrado asumió hoy en forma oficial como nuevo presidente de la Corte Suprema
Al ser consultado por la polémica entre el oficialismo y la oposición por el nombramiento de los jueces, aseguró que «quienes llegan a asumir esta responsabilidad tan alta deben hacerlo por sus méritos y no basados en temas políticos partidistas».
«Mis colegas han tenido la buena voluntad y la confianza de disponer que conduzca los destinos de la Corte Suprema en los próximos dos años», sostuvo esta mañana Sergio Muñoz, quien se convirtió hoy en el juez más joven en asumir el máximo cargo por el periodo 2014-2016, en reemplazo de Rubén Ballesteros.
En su primera intervención, el magistrado aseguró estar orgulloso de asumir este desafío «con responsabilidad y enorme humildad (…) espero estar a la altura para liderar una circunstancia histórica del Poder Judicial”.
El juez Muñoz llegó al máximo tribunal del país en 2005, a la edad de 48 años, cuando instruía los denominados casos Riggs Bank y Spiniak. En los últimos años encabezó la Tercera Sala de la Corte Suprema, que paralizó multimillonarios proyectos energéticos y mineros que violaban las normas ambientales, además de revisar las alzas de las isapres que vulneraron los derechos de los afiliados.
«Estamos dispuestos a escuchar a la ciudadanía. Hacer nuestro trabajo de cara la ciudadanía y creo que el principal desafío es poder satisfacer las demandas ciudadanas y nuestro trabajo va a colocar a las personas en el centro de las preocupaciones. Entiendo que los tribunales están al servicio de las personas y los tribunales deben promover y proteger todos los derechos de las personas y de todas las personas. No existe la posibilidad de excluir, a ninguna persona o ningún habitante del país de lo que es el privilegio de recurrir a los tribunales», agregó Muñoz.
Al ser consultado por la polémica entre el oficialismo y la oposición por el nombramiento de los jueces, aseguró: «Como Corte Suprema hemos dicho que el sistema se puede perfeccionar para que representen de la mejor forma lo que es la soberanía popular en los puestos de elección indirecta, como es los ministros de la Corte Suprema».
«Lo que hay que tratar es que las prácticas que se llevan adelante en algún momento determinado no lleguen a establecer ciertos cuoteos, porque en definitiva en la Corte Suprema se integren personas que no tienen los méritos para llegar a ella, y lógicamente si nosotros hemos votado por cinco personas y se ha formado la quina respectiva, cada una de las cinco personas puede ser nombrada y tiene los méritos para hacerlo», acotó el flamante presidente de la Corte Suprema.
«El problema es que la autoridad política en quien descansa la decisión muchas veces incurre, diría yo, en excesos de cuestionamientos políticos de lo que son los magistrados. Creo que debe estar eso exento de los públicos, los magistrados que concurren en este caso a solicitar que se les nombre en una responsabilidad tan alta debe hacerlo por su méritos y no de una mera política partidista como ha estado sucediendo en los últimos nombramientos, donde se expone a los colegas a un aspecto innecesario y que en algunos casos puede llegar a ser degradante, y que terminen inclinándose a los políticos de turno en un momento en el país», concluyó.
