Los ladrones operaban asignando tareas definidas a cada integrantes. Tras concretar un atraco exitoso, el trío viajaba a Chile para ocultarse y complicar la investigación de la policía española, la que asegura que los individuos «sólo hacían tres atracos por año».
Tres chilenos fueron detenidos por la policía de Barcelona, en España, por integrar una banda de cinco ladrones que robaban desde el 2010 particularmente a joyerías. Junto a ellos trabajaban también una española y un argentino. El botín recuperado fue de dos millones de euros, algo así como US$2,7 millones.
La banda fue detenida durante un operativo que interrumpió uno de los atracos en una joyería en la localidad de Sabadell.
«En los últimos tres años los agentes de la Unidad Central de Atracos (UCA) han detectado varias actuaciones de este grupo, que rota a sus componentes (…) A medida en que se van produciendo detenciones, reclutan personas para dar continuidad a su actividad delictiva», explicaron los policías, precisando además que «la acción policial ha ido diezmando su capacidad de proveerse de nuevos integrantes y en estos momentos los investigadores dan al grupo por desarticulado».
Según la Policía de la Generalitat, a los chilenos se les imputan tres asaltos a joyerías, robos de vehículos, además de la «resistencia y desobediencia a la autoridad» y de «pertenecer a un grupo criminal».
Los ladrones operaban asignando tareas definidas a cada integrante de la banda. Mientras dos vigilaban el exterior del local para determinar el momento idóneo para actuar, otro esperaba en el vehículo listo para el escape. En tanto, la española ingresaba a la joyería, acompañada de uno de los chilenos, c0mo si estuviera interesada en hacer una compra. Cuando el empleado se giraba y daba la vuelta a los delincuentes, estos lo tomaban por el cuello, amenazaban con armas blancas o de fuego, lo inmovilizaban y luego vaciaban las cajas fuertes.
Tras concretar un atraco exitoso, el trío de chilenos viajaba a Chile para ocultarse y complicar la investigación de la policía española, la que asegura que los sujetos «sólo hacían tres atracos por año».
