«Los cancilleres se reunieron en La Habana y ahora va a haber un 2+2, o sea, las puertas del diálogo están abiertas y puedo decir que las capacidades de entendimiento también», dijo José Antonio García Belaunde.
El ex ministro de Relaciones Exteriores peruano José Antonio García Belaúnde, aseguró este miércoles que la cita que sostendrán este jueves los cancilleres y ministros de Defensa de Chile y Perú «es una buena señal de normalidad» tras el fallo de La Haya difundido el pasado 27 de enero.
García Belaúnde se refería al encuentro en Santiago del mecanismo conocido como «2+2» que con seguridad debatirá en su agenda la aplicación de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, entre otros puntos.
La Corte de La Haya estableció el pasado 27 de enero el límite marítimo entre ambos países, al resolver mantener la frontera actual hasta las 80 millas, pero a partir de esa distancia y hasta las 200 millas asignó la exclusividad económica en la zona marítima a Perú.
La CIJ, sin embargo, no especificó las coordenadas exactas de la diagonal que unirá el punto de las 80 millas en el paralelo con otro punto a 200 millas de la costa chilena, un trabajo técnico que debería abordarse en la reunión de este jueves.
En Santiago y Lima se ha señalado que sólo se conversará sobre la frontera marítima, pese a que ambos países discrepan ahora sobre la soberanía de una zona de 3,7 hectáreas de tierra que se encuentra entre el hito 1 y un punto conocido como Concordia, a la orilla del mar.
En declaraciones a Radio Cooperativa, el ex ministro manifestó este miércoles que la reunión 2+2, «me parece que es una buena señal de normalidad en las relaciones».
Comentó que tras el fallo «es evidente que hay un proceso de asumir y procesar un fallo que, supongo, probablemente sorprendió a algunos, pero más allá de eso, veo que la situación se va desenvolviendo con fluidez».
«Los cancilleres se reunieron en La Habana (en la cita del Celac) y ahora va a haber un 2+2, o sea, las puertas del diálogo están abiertas y puedo decir que las capacidades de entendimiento también», añadió.
Aseguró García Belaúnde que «creo que más allá de algunas posiciones de lamentos por los resultados obtenidos, la verdad es que somos naciones civilizadas. Sabíamos a qué nos ateníamos», apostilló.
Recordó que después de presentarse la demanda de su país, el Gobierno chileno decidió que no era conveniente ni apropiado tener una reunión del 2+2 «pero eso no significó que la situación se perturbase».
«Simplemente dejamos de utilizar un mecanismo que siempre es útil en todo lo que respecta al fomento de las medidas de confianza, pero la verdad es que pudimos convivir perfectamente bien sin ese mecanismo», añadió.
Aseguró que las relaciones con el futuro gobierno chileno puede avanzar más rápido y con bastante intensidad en muchos campos ya que estará «superada esta situación con el fallo de La Haya».
«Está en el interés de todos que mejore (la relación), porque no tiene mucho sentido tener una relación tan rica en el campo económico, comercial, de afiliaciones, el turismo, etcétera, y tener medios congelados de cooperación política, no tiene mucho sentido. Estoy seguro que esto va a más», añadió.
En la cita de este jueves participarán el canciller de Chile, Alfredo Moreno, y el ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, mientras que por el lado peruano encabezará la delegación Eda Rivas y Pedro Cateriano, ministros de Exteriores y Defensa, respectivamente.
También se informó oficialmente que en la cita estarán presentes los comandantes en jefe de la Armada chilena y peruana.
La última reunión del 2+2 se realizó el 2 y 3 de mayo del 2013 en Lima en la que se trataron temas de interés para los dos países, como la homologación de gastos en Defensa, inteligencia, tráfico de drogas y de personas, misiones de paz conjuntas y desminado.
Este miércoles trascendió en Santiago que el Ejecutivo chileno propondrá la creación de tres grupos de trabajo, uno dedicado a los aspectos jurídicos del fallo de la CIJ, otro que se encargue de los mecanismos para fortalecer la confianza mutua y una última comisión técnica para fijar la coordenadas de la nueva frontera.
