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La Confech se tensiona ante inminente invitación al diálogo de Eyzaguirre En el Mineduc confirman que esta semana llamarán a los universitarios

La Confech se tensiona ante inminente invitación al diálogo de Eyzaguirre

Nicolás Sepúlveda
Por : Nicolás Sepúlveda Periodista de El Mostrador
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El encuentro nacional de las federaciones estudiantiles en Temuco se extendió ante la discusión por la respuesta que entregarán al nuevo ministro de Educación, cuando concrete el anunciado llamado al diálogo. Mientras una mayoría apostó por posponer la cita hasta discutir el tema con las bases, los sectores proclives a la Nueva Mayoría abogaron por una reunión más expedita.


En la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) saben que el escenario es complejo para este año. Para el movimiento estudiantil no era muy difícil decir que no a un Gobierno de derecha, considerando la composición ideológicamente inclinada a la izquierda de sus organizaciones. Pero con la Nueva Mayoría en el poder, la cosa se complica.

Lograron remecer al país con masivas movilizaciones desde el 2011. Ahora enfrentarán a un Gobierno que tomó varias de las banderas que ellos levantaron en la calle, y la presión ciudadana podría abandonarlos si aparecen demasiado intransigentes con las nuevas autoridades, y eso sus dirigentes lo saben. Tan cuidadosos de sus movimientos están, que este domingo discutieron durante horas –en la asamblea nacional que celebraron en Temuco–, la respuesta que darán al nuevo ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, cuando concrete su anunciado llamado para dialogar.

Dentro del movimiento estudiantil ese llamado tendrá una carga adicional, considerando la trayectoria que presenta el nuevo ministro. En particular, el rol que jugó Eyzaguirre en la creación del Crédito con Aval del Estado, que es un dato que los dirigentes no obvian. Eso, y su pasó por el Ministerio de Hacienda en el gobierno de Ricardo Lagos, el que terminó siendo aplaudido de pie por los empresarios. Además, estuvo en el Fondo Monetario Internacional y la dirección ejecutiva de Canal 13, en pleno estreno del grupo Luksic al mando de la estación. En titulares, los voceros de la Confech aseguran que el ministro “viene del neoliberalismo”.

Considerando la trayectoria de la autoridad y frente a la disyuntiva sobre qué respuesta entregarle, un dirigente que participó de la cita cuenta que las posturas eran claras. Por una parte, se ubicaron los dirigentes de las Juventudes Comunistas y otros militantes de partidos de la Nueva Mayoría, que abogaron por un acercamiento más expedito con Eyzaguirre, pero caracterizando el encuentro como un “emplazamiento”. Y, por el otro, la mayoría universitaria compuesta por las federaciones controladas por la Unión Nacional Estudiantil, UNE; el Frente de Estudiantes Libertarios, FEL; la Izquierda Autónoma y otros grupos a la izquierda de la ex Concertación, que plantearon medir con huincha sus pasos, conscientes del simbolismo que tendrá el primer encuentro con el Ministerio de Educación.

“La postura del movimiento estudiantil siempre ha sido de apertura, pero ese diálogo tiene que ser con ciertas garantías”, señaló a El Mostrador la presidenta de la FECh, Melissa Sepúlveda, quien milita en el FEL y aparece como la líder natural del movimiento este año.

Sobre cuándo sentarse

Todos los dirigentes son categóricos en señalar que nadie planteó rechazar el diálogo con el Gobierno. El tema en discusión fue el cuándo y el cómo hacerlo, considerando las preguntas sin respuesta que mantienen los dirigentes estudiantiles frente al programa educacional de Michelle Bachelet.

[cita]Luego que el ministro Eyzaguirre anunciara que quería conversar con todos los actores, en la Confech comenzaron a pensar cómo evitar aparecer reactivos siguiendo la agenda de la autoridad y, en cambio, controlar los temas de discusión pasando a la ofensiva y emplazando al ministro. El objetivo, según cuentan, es no ser cooptados comunicacionalmente por el titular de la cartera.[/cita]

Para el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, Takuri Tapia, en un primer momento la conversación con las autoridades servirá para aclarar las dudas existentes: “Queremos plantear las cosas con claridad. Desde el punto de vista del financiamiento, no queremos que la gratuidad se pase como un arancel diferenciado más. Es clave también lo que pasará con las universidades privadas, donde varios militantes de la Concertación están presentes”.

Tapia asegura que la desconfianza sigue estando presente entre los estudiantes, por lo que se moverán con cautela: “Si nos vamos a ir a sentar con un ministro que tiene un historial, que viene del Fondo Monetario Internacional, y con una Presidenta que hizo la LGE, es obvio que nos vamos a sentar con desconfianza. Tampoco nos interesa ir a discutir temas parcializados, sino que queremos hablar de la reforma en general”.

Luego que el ministro Eyzaguirre anunciara que quería conversar con todos los actores, en la Confech comenzaron a pensar cómo evitar aparecer reactivos siguiendo la agenda de la autoridad y, en cambio, controlar los temas de discusión pasando a la ofensiva y emplazando al ministro. El objetivo, según cuentan, es no ser cooptados comunicacionalmente por el titular de la cartera.

Luego de horas de discusión, acordaron no correr a la oficina de Eyzaguirre cuando éste los llame, y pedirle tiempo para llegar preparados a un diálogo que, saben, no será uno más.

Melissa Sepúlveda comenta que de concretarse la conversación, esta deberá ser “con garantías”, y que en lo inmediato comenzarán una ronda de consulta en las bases universitarias para actuar con el respaldo de sus compañeros. Esas discusiones se ordenarán con una minuta que preparan para que en todas las casas de estudio se discuta la misma pauta. De todas formas, Sepúlveda aclara que “cualquier instancia de diálogo será caracterizada como un emplazamiento por nuestra parte, apuntando a nuestras demandas. Nos interesa un documento previo por parte del Ministerio, para conocer sus posturas sobre distintos temas pendientes y sin respuesta”.

Takuri Tapia complementa que les interesa despejar lo que él llama “la letra chica” de los titulares del programa de Gobierno y que, antes de cualquier reunión con Eyzaguirre, se juntarán con los otros actores del movimiento educacional para acercar posiciones: “Se estuvo discutiendo qué hacer si nos llamaban a dialogar. En ese tema nosotros definimos hablar primero con los distintos actores de la educación: secundarios, profesores, rectores universitarios y los sindicatos de fundaciones como la Junji e Integra, para saber qué es lo que esperan este año”.

¿Qué pasaría si el nuevo ministro los llama hoy mismo para invitarlos a una reunión? Melissa es clara en su respuesta: “No habría un cierre a una invitación a dialogar, pero sí pediríamos un tiempo para preparar ese diálogo”.

¿Quién manda a quién?

A pesar de la seguridad en la respuesta de la presidenta de la FECh, no todos parecen estar tan claros sobre qué harán cuando los llamen del Mineduc. La presidenta de la FEUC, Naschla Aburman, asegura que nunca se acordó rechazar un encuentro con Eyzaguirre, por lo que los dirigentes tendrían la libertad de asistir al encuentro: “No quedó en la síntesis el no juntarse. Sí quedó la disposición al diálogo. Definimos los objetivos de ese diálogo, no la fecha del diálogo”.

Para la dirigenta de la Universidad Católica, y militante del NAU, la forma que tenga el diálogo con el Ministerio es importante: “Lo que hablamos fue de una postura dialogante del movimiento estudiantil, una postura propositiva. Dijimos que si existía una instancia de diálogo con el ministro, esa instancia no sería una instancia resolutiva. Ese diálogo debe tener además objetivos claros, queremos que nos digan cuáles son las prioridades y los objetivos. Queremos entender cuál es la letra chica de los titulares del Gobierno. Nos interesa que sea un proceso participativo a nivel nacional, donde todos los chilenos nos sintamos participes de ese diálogo”.

El secretario general de la FECh, Benjamin Idini –de la UNE–, discrepa de su postura y asegura que están conscientes de la importancia que tendrá la invitación que recibirán, por lo que se lo tomaran con calma: “La discusión tiene que ver con el momento del diálogo y en qué momento éste se da. Nosotros no vamos a ir a una reunión a regalarnos”.

Por lo mismo, Idini llamó a los dirigentes nacionales del movimiento a respetar las lógicas de la organización, y no acudir a una conversación sin la autorización de sus bases: “El Confech no se manda solo. Las dirigencias son vocerías y tienen que escuchar a sus representados. Es un hito importante, es un nuevo Gobierno. Por más que Naschla quiera mucho ir a negociar, hay que tomar en cuenta que somos un movimiento estudiantil unido, y que tenemos que seguir manteniendo las lógicas del 2011, que es consultar a las bases y respetar nuestros espacios”.

Para los universitarios también fue tema la inclusión de los ex dirigentes estudiantiles Rodrigo Roco y Miguel Crispi entre el grupo de asesores de Nicolás Eyzaguirre. Según comentan, se analizó que se trataba de una estrategia para acercar el Gobierno al movimiento estudiantil, pero que la sola presencia de ambos no aseguraba que se concretarían sus demandas. Respecto de futuras marchas, dejaron en libertad de acción a las distintas federaciones para acudir al llamado que hacen algunas agrupaciones como el Movilh para manifestarse el 22 de marzo, mientras que no fijaron ninguna fecha para su primera movilización. El próximo Confech se realizará a fin de mes.

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