Durante el primer año de implementación del Plan de Fortalecimiento de la Educación Pública se invertirán US$238 millones.
Este martes, el ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre se presentó ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados para explicar los alcances que tendrá la reforma educacional impulsada por el gobierno. En la oportunidad, el titular aprovechó para aclarar las dudas y responder a las críticas emergidas desde el movimiento estudiantil.
En ese marco, el ministro aseguró que durante junio trabajarán en el llamado “Plan de Fortalecimiento de la Educación Pública” que tendrá un fuerte acento “en el apoyo a las comunidades educativas y docentes, en infraestructura y gestión, y en ampliación y mejora de la oferta educativa”. En ese sentido, explicó que se aumentarán los recursos en el área pública, totalizando una inversión de US$238 millones tan sólo en el primer año de implementación. Esto se realizará a través de una asignación de gratuidad y una extensión de la Ley de Subvención Escolar Preferencial en un tramo llamado “preferente”.
Además, tras reiterar que la reforma pondrá fin al copago, la autoridad precisó que «se dará un plazo de 12 años para que el Estado o los sostenedores sean dueños de los inmuebles de educación esenciales». En caso de que el sostenedor desee mantener la subvención deberá vender al fisco o transferir la propiedad a una sociedad sin fines de lucro.
En cuando al fin de la selección, medida que haría una excepción en el caso de los liceos emblemáticos, Eyzaguirre aclaró que «los propios establecimientos afinarán los cupos, no una tómbola central, tratando de respetar el 15% de alumnos prioritarios».
Sobre el fin del lucro, el ministro aseguró que los recursos «irán destinados exclusivamente a financiar la calidad de la enseñanza».
