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Los privados se agrupan y arman frente gremial para resistir la reforma de Eyzaguirre Esta semana se organizó megarreferente de la Conacep, la Fide, universidades e institutos

Los privados se agrupan y arman frente gremial para resistir la reforma de Eyzaguirre

El martes fue la asamblea de la Conacep con lleno total: más de 600 sostenedores y directores de colegios subvencionados. Ayer partió el Congreso Nacional de la Fide, que agrupa a los católicos, subvencionados y pagados, con 1.100 inscritos y la presencia del ministro de Educación. El lunes ambas organizaciones sumaron fuerzas con la Corporación de Universidades Privadas, los Institutos Profesionales y los CFT y crearon el Consejo por una Educación Mixta, Diversa y de Calidad. Todos se mueven para enfrentar el proyecto de ley que pone fin al lucro, a la selección y al copago.


Llegó tanta gente que el auditorio de la Universidad San Sebastián en Pío Nono, con capacidad para 600 personas, no dio abasto. Hubo que instalar sillas afuera para acomodar a los sostenedores y directores de colegios particulares subvencionados de Santiago y regiones que este martes asistieron a la segunda asamblea anual de la Corporación Nacional de Colegios Particulares (Conacep).

El gremio agrupa a unos 500 establecimientos subvencionados con sus cuotas al día. La mayoría posee fines de lucro. Cada socio paga $80 por alumno al mes para financiar los gastos de la Corporación. Entre sus afiliados se incluyen los dueños de un colegio y los grandes sostenedores, con cinco o más y una matrícula superior a los siete mil estudiantes. La excepción es la red Alicante-Alcántara –controlada por Jaime Melnick y David Gottlieb–, que no participa en la Conacep.

Abrió el encuentro Eduardo Escalona, abogado del estudio Philippi, Yrarrázaval, Pulido & Brunner, contratado por la Conacep. No fue escogido al azar; es experto en regulación y la educación es un servicio público sujeto a ella. Conoce por dentro al Estado: entre 2001 y 2011 trabajó en el Ministerio de Economía; primero, como asesor en regulación de servicios públicos y, luego, desde 2007, como jefe de la división jurídica. Socialista, llegó recomendado por el partido a la repartición y los ministros Juan Andrés Fontaine y Pablo Longueira lo mantuvieron en el cargo. Además, fue presidente del directorio de Emaza, la desaparecida empresa de abastecimiento de zonas aisladas, durante los dos primeros años del gobierno de Sebastián Piñera.

Muy didáctico y apoyado por un power point, explicó los alcances del proyecto de ley y al final de la masiva reunión respondió más de una veintena de preguntas. ¿Qué pasa con los profesores si no están de acuerdo con el cambio de empleador? Tendrán que despedirlos y pagarles sus finiquitos. ¿Puede recibir un sueldo o dieta un sostenedor que quiere jubilar y no va a trabajar en la fundación sin fines de lucro? No, directores y socios no pueden recibir dieta. ¿Si el colegio es arrendado a un tercero y éste no se lo quiere vender al sostenedor, puede seguir operando el colegio? No, tiene que cerrar.

[cita]El otro orador del gremio fue Hernán Herrera, el primer presidente de la Conacep que no es sostenedor y fue contratado para trabajar como ejecutivo a tiempo completo. Militante de la DC, fue subgerente de empresas de Servicios Sanitarios y Coordinador de funciones de la Unidad de Regularización financiera de Corfo, durante el gobierno de Patricio Aylwin; gerente general de Esval (1995-1997), en la gestión de Eduardo Frei Ruiz Tagle; jefe de administración y finanzas de la Secretaría General de la Presidencia del anterior gobierno de Michelle Bachelet. Dicen que es muy amigo de Walter Oliva, ex vicepresidente de la DC, que encabezó la Conacep entre 2000 y 2006, y cuya ex mujer, Claudia Peirano, renunció antes de asumir como subsecretaria de Educación por las asesorías prestadas por su Agencia Técnico Educativa (ATE) a los colegios de su ex marido.[/cita]

El otro orador del gremio fue Hernán Herrera, el primer presidente de la Conacep que no es sostenedor y fue contratado para trabajar como ejecutivo a tiempo completo. Militante de la DC, fue subgerente de empresas de Servicios Sanitarios y Coordinador de funciones de la Unidad de Regularización financiera de Corfo, durante el gobierno de Patricio Aylwin; gerente general de Esval (1995-1997), en la gestión de Eduardo Frei Ruiz Tagle; jefe de administración y finanzas de la Secretaría General de la Presidencia del anterior gobierno de Michelle Bachelet. Dicen que es muy amigo de Walter Oliva, ex vicepresidente de la DC, que encabezó la Conacep entre 2000 y 2006, y cuya ex mujer, Claudia Peirano, renunció antes de asumir como subsecretaria de Educación por las asesorías prestadas por su Agencia Técnico Educativa (ATE) a los colegios de su ex marido.

Herrera enfrenta ahora a la Presidenta y combate el proyecto que pone fin al lucro, al copago y a la selección. “Al final quieren que los colegios particulares cierren al establecer requisitos imposibles de cumplir por los sostenedores y que, por la fuerza, las familias retornen al sector municipal, llenando sus colegios y terminando con el 40% de capacidad ociosa que tienen hoy”, declaró al Diario Financiero el 30 de mayo, ocho días después de que la iniciativa ingresara a la Cámara de Diputados.

“Esto ya ni siquiera tiene visos de expropiación, es casi una usurpación, porque una expropiación está súper reglada: te pagan el valor comercial y al contado e incluso puedes apelar en tribunales si no estás de acuerdo en el monto. Ellos no te pagarían por el valor real de la infraestructura, sino que harán un cálculo en función de la matrícula (de los últimos tres años)”, agregó en la misma entrevista.

Asumió en abril de 2013, tras ganar las elecciones la lista en la que lo acompañaron Alejandro Hasbún Ramírez en la vicepresidencia y Rodrigo Ketterer como secretario general. Políticamente, es un arcoíris: Hasbún es independiente de derecha y Ketterer milita en el PPD, fue director general de Crédito Prendario durante el primer gobierno de Michelle Bachelet y candidato a consejero regional por Maipú, pero no resultó electo.

En el directorio de 11 miembros de la Conacep hay otros simpatizantes de la DC, como Leonardo Giavio y Raúl Martínez Bernal, sostenedores de colegios como todos los integrantes de la mesa, a excepción de Herrera.

Hasbún es socio de la mayor red de colegios subvencionados, la Corporación San Isidoro, con fines de lucro a pesar del nombre, que en 2013 encabezó el monto de subvenciones pagado en la Región Metropolitana, con $15.166 millones, según publicó Ciper Chile. Ketterer, dueño del colegio Monte de Asís en Puente Alto, creado en 1999 a instancias de su mujer, educadora de párvulos. Cobra entre $46 mil y $68 mil mensuales a sus 1.200 alumnos; el rango de precios más complicado, porque el Estado entregará hasta $25 mil por la vía de mayor subvención. Lo que supere ese monto correrá por cuenta de los apoderados y será congelado –no subirá por IPC– por un plazo de 10 años cuando, según el proyecto, se termina para siempre la modalidad del financiamiento compartido.

Giavio es sostenedor de tres colegios –Pedro Apóstol, asociado a Ernesto Tironi, miembro de la DC, y las escuelas Paula Jaraquemada y Santa Teresa en Quilicura junto con dos profesores– y Raúl Martínez es socio de los colegios Extremadura, uno en Puente Alto y otro en Vitacura, ambos subvencionados.

Gran parte de la directiva estuvo en la asamblea, la segunda de las cuatro que se organizan en el año. También ex autoridades, como Jorge Cifuentes, uno de los cinco sostenedores más grandes –según un ranking elaborado por El Mostrador–, que encabezó la Conacep en sus albores (1983-1985) y se repitió el plato en la década del 90. Iba acompañado de su prima Gladys Eugenia Cárdenas, hija de Filomena Narváez, quien fuera la mayor empresaria de la educación subvencionada y que ahora atraviesa por un juicio de interdicción que divide a sus hijos, nietos y sobrinos.

Esta familia fue clave en el origen del gremio. Hugo Cárdenas, entonces marido y socio de Narváez, fue uno de los siete fundadores de la Conacep y su primer presidente en 1977. Qué lo motivó, no está claro, porque no existía la subvención actual. Esta nació recién en 1980. La que había desde 1952 se pagaba una vez al año y era un porcentaje de la que recibían los liceos fiscales.

Juntos, universidades privadas, IP, CFT, Fide y Conacep

“Colegio subvencionado no se vende”, es lo primero que se lee en el rediseñado sitio de la Conacep, donde figuran como auspiciadores la Telefónica, la ACHS, Arquimed y el Scotiabank. Usando la gráfica de los avisos económicos de El Mercurio, en el espacio que corresponde al teléfono está escrito “el gobierno lo está expropiando” (al colegio subvencionado, se entiende).

El gremio no está solo. Este lunes, en el Círculo Español, se dio el vamos al nuevo Consejo por una Educación Mixta, Diversa y de Calidad. Detrás de ese largo nombre están la Conacep; la Federación de Instituciones de Educación Particular (Fide), que reúne a 850 colegios de congregaciones católicas, subvencionados con y sin financiamiento compartido y particulares pagados; la Corporación de Universidades Privadas (CUP), integrada por 17 planteles, entre ellos, la San Sebastián, Santo Tomás, Autónoma, Las Américas, Bernardo O’Higgins, Los Leones, La Araucana, Sek, UPV, Unicyt, y el Consejo Nacional de Instituciones Privadas de Educación Superior, que agrupa a los Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales.

Hace un mes se juntaron por primera vez y ya dieron luz verde a esta organización, que aún no se constituye legalmente y que busca defender la educación mixta, el derecho a la educación y la libertad de enseñanza.

Ricardo Israel, quien renunció al decanato de Ciencias Jurídicas y Sociales de la U. Autónoma para asumir como vicepresidente ejecutivo del CUP, afirma que “esto es el germen de algo que no existía, de gente que no se conocía y vamos a hacer acciones conjuntas para luchar en contra de algo que nos parece extremadamente injusto, una versión muy sesgada y descalificatoria de los privados en este Chile mixto”. Por esto último se refiere al modelo actual de educación pública y privada, y los frentes para la lucha serán el Mineduc, el Congreso y los medios de comunicación.

Organizarán un seminario para destacar el aporte de los privados a la educación, redactarán un manifiesto de puntos en común, publicarán una inserción pagada en la prensa y darán una conferencia de prensa para debutar con bombos y platillos ante la opinión pública. Y se juntarán para planificar todo esto el próximo lunes.

Esta movida semana en materia educacional culmina con el Congreso Anual de la Fide desde este jueves (ayer) hasta el sábado en Pucón. Hay 1.100 inscritos, una cifra récord según Carlos Veas, secretario ejecutivo de la federación fundada por el cardenal Raúl Silva Henríquez en 1948, a instancias del ministro de Educación de la época, para tener un interlocutor con el que dialogar. A diferencia de la Conacep, la pelea de la Fide no apunta al fin del lucro, ya que sus afiliados que reciben subvención, en su mayoría, no lo tienen. Lo que le importa es el término de la selección de alumnos, porque el rol de la familia y las creencias son claves en los colegios católicos que eligen al 60% de la directiva de la federación.

Ayer en la tarde expusieron el ministro Eyzaguirre y los senadores Andrés Allamand (RN) y Jaime Quintana (PPD). Hoy lo harán el director del doctorado de Educación de la U. Diego Portales y miembro de Fuerza Pública, José Joaquín Brunner; el ex ministro de Educación y director del Centro de Estudios Públicos, Harald Beyer, y el dirigente del Colegio de Profesores, Guillermo Scherping (PC). Mañana cerrará el abogado de la Fide, Rodrigo Díaz, quien hablará sobre los alcances legales del proyecto de ley que tiene de cabeza al gremio de la educación subvencionada y tomando posiciones a las universidades.

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