Por graves incumplimietos derivados en perjuicios fiscales.
La compañía estatal, como se tenía previsto, rechazó la conciliación propuesta por la minera que controla Julio Ponce Lerou y, aunque el juicio proseguirá probablemente por varios meses, la situación de la compañía se ve muy poco alentadora al verse comprometida la zona desde donde extraen hasta el 75% de las ventas.
Hace varias semanas se había filtrado a la prensa la decisión del consejo directivo de la Corfo de terminar con el contrato que permite la explotación de minerales en el salar de Atacama, donde la estatal posee pertenencias y desde donde la minera explota recursos tales como potasio, ácido bórico y litio, entre otros productos que representan entre el 60 y el 75% de sus ventas.
Aunque el contrato rige desde 1993 hasta 2030, la Corfo decidió poner fin al convenio por lo que considera graves incumplimientos por parte de la compañia que controla el ex yerno de Pinochet, Julio Ponce Lerou. Entre ellas la supuesta venta por debajo de los precios de mercado, lo que supone un serio perjuicio para el fisco.
Estas diferencias entre ambas entidades generaron un juicio arbitral que está en pleno desarrollo. Particularmente hoy se realizó una audiencia de conciliacion, cuyos términos fueron rechazados por Corfo, que aprovechó la instancia para comunicar oficialmente su decisión.
«En el marco del juicio arbitral seguido por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) en contra de SQM Salar S.A. y SQM S.A. ante el árbitro Héctor Humeres, del Centro de Arbitraje y Mediación (CAM) de la Cámara de Comercio de Santiago, se realizó hoy una audiencia de conciliación, a la cual estaban citadas las partes para pronunciarse sobre las bases de una eventual conciliación», explicó la estatal en un comunicado.
En el texto aclararon que en «la audiencia, que se llevó a cabo en dependencias del CAM, Corfo procedió a comunicar formalmente al árbitro su decisión de no aceptar la propuesta antes referida, conforme a lo aprobado por la unanimidad de su Consejo que, tras haberla estudiado, consideró que era inconveniente para Corfo».
La estatal concluyó asegurando que en «el aludido juicio, Corfo solicitó, entre otras peticiones, el término anticipado del contrato de arrendamiento de las pertenencias mineras de su propiedad, ubicadas en el Salar de Atacama. Asimismo, requirió el pago de las rentas de arrendamiento adeudadas a contar del primer trimestre de 2009 hasta la fecha del inicio del juicio, y de las rentas que se devenguen durante la tramitación del presente juicio arbitral».
Por último, anunciaron que «como consecuencia de lo anterior, habiendo terminado el periodo de conciliación, Corfo proseguirá con el juicio, conforme al procedimiento establecido para estos efectos».
