En su declaración ante el juez Mario Carroza dice «no saber» quien dio las instrucciones
A pesar de que un ex conscripto lo indica como aquel que ordenó rociar con bencina a Rodrigo Rojas de Negri y Carmen Gloria Quintana y también como aquél que les prendió fuego, Castañer insiste en su inocencia. «Nuestra primera intención fue llevarlos a un centro asistencial. Esta fue mi culpa, por no haber tenido los pantalones e insistir en ello. Luego llegamos a la unidad y dimos cuenta a todos los comandantes, pero ellos no le dan importancia», dijo ante el juez carroza hace unas semanas.
En la declaración del 23 de julio de 2015, ante el juez Mario Carroza, el oficial en retiro Julio Castañer reiteró su inocencia en el caso Quemados.
La investigación que logró reabrirse luego de que un ex conscripto, Fernando Guzmán, violara el pacto de silencio establecido entre los involucrados en el caso, busca dilucidar la verdad sobre la muerte Rodrigo Rojas de Negri y las graves heridas que sufrió Carmen Gloria Quintana, luego de que ambos fueran rociados con bencina y posteriormente quemados vivos.
«Veo un grupo de gente que estaba comenzando una barricada. Me detengo, nos acercamos, el grupo se divide, arranca, y no se porqué elijo al más alto de los jóvenes y lo persigo, era Rodrigo Rojas de Negri. Por mientras los soldados se habían desembarcado antes y venían con los neumáticos y con el bidón junto con la mujer Carmen Gloria. Ellos venían con las bombas molotov (…) Rodrigo Rojas tenía sangre de narices, por el golpe dado por Medina, con el fin de detenerlo, queda en el suelo», aseguró Castañer, quien recientemente fue desvinculado del Ejército, ya que mantenía un trabajo en él, a pesar de estar retirado.
«Los conscriptos comienzan a llegar con los neumáticos y Franco Rivas con el bidón, lo cual niega ahora (…) Decido que fueran dejados en libertad, retirado de los jóvenes unos metros, se produce el accidente. Y después se pasa a llevar la botella que los incendia (…) íbamos por Pudahuel, en dirección al consultorio. (…) Nuestra primera intención fue llevarlos a un centro asistencial. Esta fue mi culpa, por no haber tenido los pantalones e insistir en ello. Luego llegamos a la unidad y dimos cuenta a todos los comandantes, pero ellos no le dan importancia (…) Jamás nunca a nadie se le pasó por la mente quemar a los dos jóvenes, nunca he ordenado que los rociaran con elementos combustibles, ignoro quien lo hizo. Asumo mi responsabilidad de no haberme mantenido en la decisión de llevarlos a la Posta Pública. Hubo decisiones equivocadas que ahora estamos pagando», agregó según La Tercera.
Versión que contrasta con la de Fernando Guzmán, quien aseguró al ministro Carroza que «el teniente Castañer, quien vestía de civil, recuerdo que con usa chaqueta negra, ordenó a un conscripto que vestía de forma militar, rociarlos con combustible que estaba en un bidón».
«A la mujer la roció desde la cabeza a los pies y al hombre por la espalda ya que estaba de boca al suelo (…) Castañer los desafiaba con un encendedor, insultándolos porque andaban haciendo fogatas (…) El fuego lo inició el teniente Castañer con un encendedor. Ambos se prendieron inmediatamente, por lo que la niña arrancó hacia general Velásquez, unos conscriptos le dieron alcance y le apagaron las llamas con frazadas. Ellos todavía humeaban (…) Cuando estaba en el suelo escuché al teniente Castañer que le decía a Fernández que lo mejor era matarlos, pero este último dijo que no porque era católico».
