«Ciertamente hemos tenido un modelo socioeconómico injusto y segregador y tenemos que cambiarlo. Pero la responsabilidad colectiva por el país parece haberse esfumado, y cada grupo cuida sus propios intereses aunque quede la crema», reflexionó por la populosa red social el experto en educación.
El fundador de Educación 2020, Mario Waissbluth, utilizó su perfil de Facebook para expresar su preocupación por -lo que a su juicio- «está pasando en Chile».
El experto en educación aseguró que «estamos peligrosamente acercándonos al momento en que todas las reivindicaciones, de sindicatos, trabajadores del Metro, Transantiago, camioneros, profesores, contratistas, alumnos o molestias por olores se basan en la toma y en la paralización de servicios básicos para la población».
«A la Confech le importa un bledo la educación técnicoprofesional, y ni qué decir de la educación preescolar. A las U del CRUCh les importan un bledo los alumnos de otras universidades e institutos», agregó Waissbluth.
«Si una línea de tendido eléctrico pasa por mi comuna, paralizarla con manifestaciones es lo más gratificante, aunque la red eléctrica nacional quede cortada en dos. Es como si todos sintieran que llegó el momento de subirse por el chorro de las exigencias y la crispación», manifestó.
«De aquí al descenso a la insensatez colectiva generalizada hay un paso más pequeño de lo que muchos imaginan. Nadie parece asumir que estamos además descendiendo a una grave crisis económica internacional, y por ende nacional, de graves proporciones, que nos obligará a todos a ajustarnos el cinturón», prosiguió.
«Ciertamente hay culpa de una atroz falta de liderazgo político, tanto en La Moneda como en los partidos. Ciertamente hay que mejorar la equidad de ingresos. Ciertamente hemos tenido un modelo socioeconómico injusto y segregador y tenemos que cambiarlo. Pero la responsabilidad colectiva por el país parece haberse esfumado, y cada grupo cuida sus propios intereses aunque quede la crema», arremetió el fundador de Educación 2020.
«Con honestidad y la mano en el corazón, creo que ya estamos al borde de jugar con fuego. Las cosas siempre se pueden poner mucho peor, como lo demuestra Brasil. Trolléenme todo lo que quieran. Lo que es yo, ya tengo una grave preocupación por lo que está pasando en Chile y reivindico aquí mi derecho a expresarla», concluyó.
