«No es un problema de dos años, sino de muchos más. Todos los que estamos en actividad pública estamos bajo el manto de la desconfianza absoluta de la ciudadanía. Soy crítico porque los dirigentes, quienes están enfrascados en la pelea, no se dan cuenta de que la ciudadanía no los respeta como antes», señala el ex Presidente.
El ex Presidente, Ricardo Lagos Escobar, se refirió a una eventual carrera presidencial, afirmando que es algo que no le quita el sueño y que es de «mal gusto» adelantar candidaturas cuando la Presidenta Michelle Bachelet está en la mitad de su mandato.
En entrevista con El Mercurio de Valparaíso, Lagos dijo que «me parece hasta de mal gusto hablar de eso, porque la Presidenta está en la mitad de su período. Esas cosas deben irse decantando. No es un tema que me quite el sueño, para serle franco (…) Cuando llegue el momento voy a decir lo que pienso. Punto».
En cuanto a la edad que tendría para los próximos comicios, el ex mandatario aseguró que «uno tiene que medir lo que son sus fuerzas. Le puedo decir la cantidad de libros que he recibido. Me han mandado las biografías de Kohl, Adenauer y Clemenceau. Este último llegó a ser primer ministro a los 76 años y para el Tratado de Versalles, su momento de gloria, tenía como 80. Mi madre murió con 108 años».
Lagos también habló de la crisis de confianza en la política que atraviesa el país y que afecta al gobierno, señalando que «ojalá Bachelet pueda salir de ésta».
«No es un problema de dos años, sino de muchos más. Todos los que estamos en actividad pública estamos bajo el manto de la desconfianza absoluta de la ciudadanía. Soy crítico porque los dirigentes, quienes están enfrascados en la pelea, no se dan cuenta de que la ciudadanía no los respeta como antes», expresó.
El ex jefe de Estado asegura que «este es un país en condiciones de poder pensar civilizadamente, pero ha sido un año de miedo en materia de líos, corrupción, platas políticas, la Iglesia, el fútbol, la colusión y cosas de esa envergadura. Y eso a la gente no le gusta».
«Hoy no hay una crisis económica. Sí, estamos creciendo al 2% y yo prefiero crecer al 4%. ¿Pero comparado con qué? Mire, tampoco hay una crisis social ni efervescencia en las calles. Sólo hay gente que quiere asegurarse que no la dejen atrás. Por eso insisto en el tema de derechos y deberes. No me parece sano el sentido en el que estamos yendo. Mucha gente tiene demandas. Pero, ¿qué están dispuestos a dar para que a Chile le vaya mejor», asegura.
