Empresario señala que el único propósito era obtener dinero
“He podido advertir que el precio de estos contratos, la cifra ya señalada ($ 1.200 millones), no guarda relación con los servicios prestados y menos con los supuestos productos, pero yo estuve dispuesto a pagar dicha suma derivado principalmente de la información que ellos me proporcionaban, a través de los documentos que me entregaban periódicamente”, sostiene.
El empresario Gonzalo Vial Concha acusó a la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet, Natalia Compagnon, de engañarlo con el objetivo de obtener dinero de parte de sus compañías y que le advirtió de un “complot” en su contra.
En su declaración ante los fiscales Luis Toledo y Sergio Moya, en el marco del caso Caval, Vial Cocha le entregó una serie de documentos a los persecutores que “pueden ser parte de un engaño, cuyo único propósito era obtener dinero por parte de mis empresas”.
En su testimonio, señala que conoció a la nuera de la mandataria en 2012, luego que lo contactara por teléfono para ofrecerle trabajar en pertenencias mineras, “a través de una mujer de nombre Gilda Verónica Vanni Zunino. Desde allí, tal como lo declaré anteriormente, surge una estrecha relación de negocios con Natalia Compagnon y también con la sociedad que ella representaba, Caval Ltda”.
Posteriormente, el empresario señala una serie de lugares en donde se juntaron, indicando que “al principio a las reuniones fueron con Natalia y Mauricio Valero, pero después el vínculo se mantuvo directamente con Natalia, dado que Mauricio Valero comenzó a ofrecerme gestiones para realizar algunos trámites en el Servicio de Impuestos Internos (SII) y otros organismos públicos, los cuales no me parecieron adecuados o legítimos, por lo que decidí cortar relaciones con él”.
En su declaración, en calidad de testigo, Gonzalo Vial sostiene que la relación se centró con Compagnon y que durante 2012 y 2013 le entregó “información de mis negocios y también de dificultades comerciales y familiares, que impactaban en los resultados de mis negocios. De este modo, Natalia pudo acceder a información de carácter estrictamente privado, tanto personal como de mi familia”.
Añade que “Natalia se presentó a las reuniones que manteníamos, portando constantemente papeles que contenían información incorporada en supuestos correos electrónicos, que hacían alusión directamente a maquinaciones de terceros en contra de mis negocios o cuyo propósito era afectar sus resultados. Según ella, el origen de esos documentos era gente especializada en su empresa Caval, que en parte se dedicaba a la informática”.
“He podido advertir que el precio de estos contratos, la cifra ya señalada ($ 1.200 millones), no guarda relación con los servicios prestados y menos con los supuestos productos, pero yo estuve dispuesto a pagar dicha suma derivado principalmente de la información que ellos me proporcionaban, a través de los documentos que me entregaban periódicamente”, sostiene.
En una parte de su declaración, el empresario expresa que “también me he dado cuenta que todos de estos documentos, más de 300 pueden ser parte de un engaño cuyo único propósito era obtener dinero por parte de mis empresas, y que particularmente utilizaba información verdadera, con personas existentes, como por ejemplo José Guzmán, gerente General de Agrosuper, Rodrigo Errázuriz que había sido Gerente General de Graneles, y que me dejó en una situación financiera muy compleja”.
En ese sentido, explica que la nuera de Bachelet le informó “que existía un complot verdadero en mi contra y al, ser así, decidí guardar la información”.
Posteriormente, menciona que en 2014 Victorino Arrepol se presentó y le señaló que trabajaba para Caval y que “era el encargado de obtener la información contenida en los documentos y me señaló que era experto en informática”, por lo que canceló cerca de $ 10 millones.
En cuanto al síndico Herman Chadwick, Vial Concha admite conocerlo porque “se encargó de reordenar mis finanzas”, al igual que al abogado Ciro Colombara, quien “me prestó servicios dado que supuestamente me acechaba un mega fraude”.
Sin embargo, esta nueva declaración posee algunos matices distintos a la que hizo en primera instancia en junio pasado, ocasión en que afirmó que el nivel pagado a Caval era por “análisis de proyectos mineros, de puertos y también por diversos estudios comerciales en relación a un terreno de 24 hectáreas que tengo en Rancagua”.
