El ex senador, quien está evaluando volver a postular al Parlamento, apoya una candidatura presidencial de Ricardo Lagos y respecto de la contingencia asegura que la imagen del gobierno en la opinión pública es de que hay «desorden» en la agenda legislativa.
Desde Puerto Montt, zona por la que fue senador, el vicepresidente del PS, Camilo Escalona, aseguró que está evaluando volver al Parlamento. «Mi evaluación es una eventual postulación al Senado. No he decidido nada. Lo estoy evaluando con serenidad. No hay apuro en esto», reconoció en entrevista con El Mercurio.
Un asunto que tiene más claro es la definición de la figura presidencial que podría salir de su partido. Aunque precisa que el nombre debe decidirse en primarias, entre las figuras que a su juicio se perfilan mejor (Ricardo Lagos, José Miguel Insulza e Isabel Allende), Escalona admite que su preferido es Lagos. «No voy a ocultar, porque sería impropio hacerlo, que la figura que me parece está en condiciones de dar esa seguridad es Ricardo Lagos» y asegura que ya «limó asperezas» con el ex Presidente, con quien históricamente no ha tenido una relación fluida.
Con el ex canciller y actual agente chileno ante la demanda boliviana, José Miguel Insulza, tiene diferencias, particularmente respecto de las palabras que el panzer tuvo el viernes hacia Pablo Longueira, involucrado en el caso SQM, a quién Insulza defendió calificándolo como «hombre de Estado».
Escalona cree que «sus declaraciones contradicen completamente la resolución sobre probidad y transparencia del Congreso Socialista».
Respecto de la marcha del gobierno, el vicepresidente del PS se muestra optimista, pero asegura que «aunque salieron iniciativas importantes [del Congreso], desde el punto de vista de la opinión pública, lo que quedó en la imagen fue desorden, discrepancias y metas no cumplidas. La idea del realismo sin renuncia no se ha logrado afirmar como una convicción que permita darle estabilidad a la agenda. Y que no genere la imagen de que el Gobierno está permanentemente quedando atrás de lo que quiere hacer».
Sobre el mismo punto agrega «hoy no hay nada seguro. No está abrochada la tarea. Hay que lograr cerrar el tema de la gratuidad, resolver problemas de políticas sociales… La imagen de hoy es que las cosas están inconclusas».
