Nuevo titular del Interior fija las líneas para que el Ejecutivo cumpla con su programa
“Estoy seguro de que cuando el proceso de reformas vaya concluyendo y quede claro el conjunto de cambios que este gobierno ha producido, habrá un juicio distinto. Hoy hay juicios parciales. Estoy seguro de que la Presidenta Bachelet va a terminar con una buena aprobación de su gestión y no estoy hablando del último día o del último mes; empezará con el veredicto electoral de octubre”, precisa el jefe del gabinete.
El nuevo ministro del Interior, Mario Fernández, salió a fijar su lineamiento para que el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet cumpla con su programa y apuesta a las elecciones municipales de octubre próximo como el punto de inflexión para repuntar en la aprobación de la gestión y las reformas que impulsa.
Así lo establece en una entrevista con El Mercurio a tres días de asumir la cartera del Interior en reemplazo de Jorge Burgos, indicando estar tranquilo por la tarea que asume y “si algo traigo conmigo, son muchos años políticos, como dijo la Presidenta cuando me nombró, Estoy cumpliendo 50 años de militancia en la DC, soy académico, pero nunca he dejado de ser político y conozco los partidos”.
Fernández explica que todo proceso de cambio trae consigo grandes divergencias y debates, como también una cierta convulsión, “son efectos inevitables, especialmente en materias tan complicadas como la educación y la Constitución. Capto muy bien que la Presidenta tiene una cierta tranquilidad que no parece congruente con el ruido que producen los cambios. Nos parecemos en eso también. La tarea del gobierno es doble: perseverar en las reformas que el país eligió y manejar los efectos que produce ese proceso, que desborda los proyectos mismos. Un tercer elemento propio de todo gobierno son otras coyunturas, que tienen otro origen”.
Sobre esto, el titular del Interior señala que a la situación económica que tiene múltiples factores como una situación mundial que no tiene que ver con el país se suma la incertidumbre, el cual “no es un dato económico, es un estado de ánimo más para psicólogos que para economistas”.
“Si uno junta el impacto externo y los efectos más bien psicológicos que produce un proceso de cambio interno, es posible que se produzca la situación de incertidumbre de la que tanto se habla. Pero hay que distinguir, hay sectores que simplemente no quieren las reformas, que siempre estuvieron en contra. El 38% que no votó por la Presidenta sigue en contra”, menciona.
Ante la consulta que cerca del 40% que votó por Bachelet y hoy rechaza sus reformas, Fernández indica que “no están en contra ni rechazan al gobierno; según las encuestas, hay una desaprobación, que es distinto. Son grupos que estaban por las reformas en 2013 y que tienen divergencias por el contenido, por su velocidad o por sus efectos. Puede ser también que algunos no estén satisfechos con el resultado de los proyectos que se han enviado al Parlamento, por las negociaciones que tienen lugar en una democracia para sacar una ley”.
En ese sentido, señala que “estoy seguro de que cuando el proceso de reformas vaya concluyendo y quede claro el conjunto de cambios que este gobierno ha producido, habrá un juicio distinto. Hoy hay juicios parciales. Estoy seguro de que la Presidenta Bachelet va a terminar con una buena aprobación de su gestión y no estoy hablando del último día o del último mes; empezará con el veredicto electoral de octubre”.
Y agrega que “como todo miembro de la Nueva Mayoría, soy partidario de que el gobierno cumpla con su programa porque el pueblo lo eligió para eso. La meta de este gobierno es reducir la desigualdad en Chile y las reformas son medios para eso. Y no es una meta ética, es una exigencia del desarrollo”.
Además, sostiene que hay que preocuparse sin perder el rumbo más allá de lo debido, puesto que son “situaciones esporádicas. Estoy seguro de que vamos a terminar con un balance congruente con lo que se prometió. Chile será un país más igualitario cuando termine este gobierno”.
También dice compartir la querella que presentó la mandataria en contra de revista Qué Pasa, por la publicación de una transcripción telefónica de Juan Díaz en que involucraba a Bachelet en el caso Caval.
“Lo más negativo para un medio es excederse en el ámbito en el cual trabajar. Los medios han declarado que nadie es impune en la sociedad; entonces, tampoco reclamen impunidad. Todos debemos responder de los actos”, precisa.
Fernández señala no compartir las declaraciones del diputado DC, Fuad Chahín, respecto a que la Nueva Mayoría está “muerta”, mencionando que “con ajustes, esta coalición viene de fines de los 80, está instalada. Una de mis tareas es proyectarla, porque el trabajo de hoy tiene sentido en la medida en que hay una proyección, una mirada larga. Las reformas son para medio siglo más”.
