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Piñera plantea un programa de gobierno “rectificador” para “corregir las fallas estructurales de la obra gruesa que ha construido la Nueva Mayoría” A pesar que no se decide a ser candidato, ya trabaja como tal en distintas propuestas

Piñera plantea un programa de gobierno “rectificador” para “corregir las fallas estructurales de la obra gruesa que ha construido la Nueva Mayoría”

“Nosotros no queremos erradicar los cimientos de una aspiración que es compartida por todos: un Chile más libre, más justo, más próspero. Lo que creemos es que los instrumentos que se han utilizado no son los correctos, y están produciendo un daño gigantesco. Y no es algo que diga yo: lo dicen las cifras negativas en torno al empleo, la inversión, la seguridad ciudadana, y los expertos de todas tendencias”, explica el ex Presidente.


El ex Presidente Sebastián Piñera aún no ha ratificado si será el candidato presidencial de la derecha para los próximos comicios, pero está actuando como tal, ya que desde hace un tiempo está trabajando en lo que será un programa de gobierno “rectificador” que esté destinado a corregir las fallas estructurales de la obra gruesa que ha construido la Nueva Mayoría.

En una entrevista en El Mercurio, Piñera explica que las propuestas planteadas, que viene trabajando con sus cuadros juveniles y técnicos”, con las que quiere “romper” el debate que existe actualmente y poner el foco en los tiempos que se avecinan.

El ex mandatario sostiene que Chile cambió, al igual que el mundo y “eso tenemos que considerarlo para cualquier plan futuro. Por de pronto, es un país de clase media; empoderada, exigente y muy consciente de sus derechos, y no tanto de sus deberes. Adicionalmente estamos viviendo una revolución de las informaciones, que hace que todos estemos informados en tiempo real de todas las cosas. Todo esto hace que el debate sea mucho más horizontal”.

En cuanto a la desconfianza y pesimismo que hay, explica que en necesario “reanimar el alma, recuperar la fe y la confianza en Chile; recuperar el optimismo en el futuro que se ha perdido en los últimos dos años y medio. El diagnóstico que hago, y que es fundamental para comprender lo que nos está pasando y trazar los caminos del futuro, es que Chile va por mal camino. Lo muestran las cifras y las percepciones. Dos tercios del país creen lo mismo”.

En ese sentido, sostiene que para reanimar “el alma” del país se requieren cambios profundos, con un “proyecto nacional de unidad y de futuro, uno grande y ambicioso, y al mismo tiempo factible, en que todos sepamos que tenemos un lugar para contribuir y un espacio para recibir los justos beneficios de ese proyecto. Esto requiere recuperar la cultura de diálogo y acuerdos, y abandonar la cultura de la imposición y de la retroexcavadora”.

Además, menciona que hay que destacar la preocupación por el crecimiento, “es decir, el PIB no es cosa de la economía, sino un deber moral de los gobiernos. Los objetivos sociales dependen de la capacidad de crecimiento. Y el propio gobierno de Bachelet ha visto frustrada su promesa de la gratuidad, por el pobre desempeño que ha tenido el crecimiento”.

Respecto a los cuestionamientos que ha hecho el gobierno en cuanto a que Piñera está por usar su retroexcavadora para demoler lo hecho, el ex Presidente precisa que “nosotros no queremos erradicar los cimientos de una aspiración que es compartida por todos: un Chile más libre, más justo, más próspero. Lo que creemos es que los instrumentos que se han utilizado no son los correctos, y están produciendo un daño gigantesco. Y no es algo que diga yo: lo dicen las cifras negativas en torno al empleo, la inversión, la seguridad ciudadana, y los expertos de todas tendencias”.

También asiente que su agenda de futura se parece mucho a un programa de gobierno, indicando que “el próximo gobierno va a tener que asumir la tremenda responsabilidad de corregir las fallas estructurales de la obra gruesa que ha construido la Nueva Mayoría, y además, enfrentar grandes desafíos”.

Asimismo, propone salir de la lógica de “suma cero” y del enfrentamiento total, debido a que “nada entusiasma y motiva tanto a un pueblo como un proyecto grande, pero posible, en que todos sientan la responsabilidad de aportar y el derecho de beneficiarse. “Chile es una misión a cumplir”, decía el padre Hurtado: tenemos que crear esa misión y construir acuerdos en los temas fundamentales que den estabilidad y certeza para enfrentar el futuro, sin perjuicio de la libertad de pensamiento y confrontación de ideas”.

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