El tedeum se caracterizó por la baja convocatoria y por un complejo escenario político para la Presidenta, pues su aprobación alcanzó un mínimo histórico de 15% -según las últimas encuestas. No obstante, a la salida de la Catedral señaló que «acá escuchamos lo que la gente espera, que es vivir mejor, en paz y con una vida digna».
La homilía del cardenal Ricardo Ezzati estuvo marcada por la ausencia de autoridades políticas: solo un presidente de partido político asistió a la ceremonia -el senador Hernán Larraín; y la ministra Javiera Blanco y el ministro Rodrigo Valdés se excusaron haciendo uso de sus feriados legales.
En la instancia, la Presidenta aclaró -a la salida de la Catedral- que «la verdad no se justifican ese pesimismo, ese desaliento. Acá escuchamos lo que la gente espera, que es vivir mejor, en paz y con una vida digna», informa La Tercera.
Sin embargo, su aprobación alcanzó un mínimo histórico de popularidad: 15% según las últimas encuestas.
Con respecto a la ausencia de los ministros, la Mandataria explicó que «están cansados».