En la misiva, el economista anuncia el cierre de la empresa Think & Co. y le cuenta a la esposa de Iván Núñez, Marlene de la Fuente, la forma en que le pagaría el monto adeudado, que sería de $ 76 millones.
“Estimada Marlene: junto con saludarte quiero compartir una información muy relevante. Debido al ahora delicado estado de salud que enfrento, he tomado la decisión de cerrar la empresa Think & Co. que he dirigido durante 10 años, y que como bien sabes, ha generado resultados positivos a nuestros clientes”. Así parte la carta, que está en poder del fiscal José Morales, en que Rafael Garay le cuenta a la esposa del periodista Iván Núñez, Marlene de la Fuente, el método en que le pagaría el monto adeudado, que, según declaró, sería de $ 76 millones, informó La Tercera.
Garay puntualiza que creó un mecanismo que le posibilitaría restablecer lo invertido a sus clientes, junto con las utilidades generadas. Esto fue divido en 3 etapas e incluyó, según el economista, 518 inversores. La primera de ellas constaba del fin unilateral de 418 contratos, que “correspondían al 83,1% de los recursos administrados (…) los que han sido entregados a sus dueños casi en su totalidad, quedando un pequeño porcentaje por entregar”.
La segunda, según lo expresado en la carta, indicaba que se iba a rescindir 60 contratos adicionales, que correspondían al 9,37% de los fondos que poseía la empresa. Por último, menciona al grupo de clientes cuyas deudas todavía no habían sido pagadas. “Una tercera etapa, donde mantuvimos los contratos y gestión de fondos de nuestros clientes más cercanos, y que implica rescindir los 40 clientes finales, que corresponden al 7,53% de los recursos administrados”.
Entre ellos figuraban Núñez y su esposa Marlene de la Fuente, como se los hizo saber Garay en junio: “Si estás recibiendo este correo, es porque estás dentro de los clientes que siempre consideré más cercanos, y con los que más me gustó trabajar. Y por ende esta es la etapa que te corresponde”.
En la carta también se argumenta que el proceso ha sido exitoso y no ha ocasionado problemas. Además, enfatiza que no cobrará comisión y que está en planes de reintegrar los fondos al país. “El plazo máximo para entregar los recursos comprometidos no debería ser superior a 56 días calendario (o corridos). Se establece este plazo como máximo para reintegrar el 100% de los recursos administrados, aunque puedes contar con nuestro mejor esfuerzo para que, en definitiva, el tiempo que debas esperar sea inferior (y confiamos que así ocurrirá)”.
