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Desde el Congreso, el Fiscal Nacional sostuvo que «las cosas hay que juzgarlas en su mérito y en su tiempo, y en su tiempo, esto era una situación normal. Probablemente hoy, que la situación es distinta, la decisión sería distinta».
Jorge Abbott se mantiene firme en su posición. El Fiscal Nacional nuevamente salió al ruedo de las críticas que llueven en su contra por las reuniones que sostuvo con el entonces senador y hoy ministro de Justicia, Hernán Larraín, para abordar la situación judicial e investigativa que atravesaba el senador UDI Iván Moreira en el marco del Caso Penta.
Desde el Congreso, Abbott sostuvo que «las cosas hay que juzgarlas en su mérito y en su tiempo, y en su tiempo, esto era una situación normal. Probablemente hoy, que la situación es distinta, la decisión sería distinta».
La máxima autoridad del Ministerio Público también desechó cualquier posibilidad de renuncia, aun tomando en consideración la solicitud de destitución del Frente Amplio (FA).
«Quien crea que yo pueda renunciar a un cargo que me he comprometido a servir, simplemente no me conoce. Yo he asumido un compromiso desde el momento en que postulé a ser fiscal nacional, y consta en ejercer el cargo hasta el último día que me corresponda de acuerdo a la ley», aclaró.
El Fiscal descartó además que las reuniones que sostuvo con Larraín hayan sido un error. «Yo tengo la obligación de recibir a un senador de la República que viene, a través de la Ley de Lobby, y que está en mi agenda».
Abbott indicó que no podía hacer nada para acelerar la causa de Moreira y que solamente tenía la capacidad de transmitir esa información al fiscal regional para tomar las decisiones correspondientes.
