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El cumpleaños reservado de Peñailillo en el Liguria

«Es una comida para proveedores de la empresa”, explicaban los mozos del bar Liguria de Luis Thayer Ojeda, que poco antes de las 21 horas del viernes 12 se apostaron en las escaleras que dan al segundo piso del local para evitar que subiera gente no invitada. El lugar, conocido como uno de los restaurantes favoritos de la bohemia bacheletista, junto al Liguria de Manuel Montt y el restaurant Le Flaubert, fue el escogido por el jefe de gabinete de Michelle Bachelet, Rodrigo Peñailillo, para celebrar su cumpleaños.  


«Es una comida para proveedores de la empresa”, explicaban los mozos del bar Liguria de Luis Thayer Ojeda, que poco antes de las 21 horas del viernes 12 se apostaron en las escaleras que dan al segundo piso del local para evitar que subiera gente no invitada. El lugar, conocido como uno de los restaurantes favoritos de la bohemia bacheletista, junto al Liguria de Manuel Montt y el restaurant Le Flaubert, fue el escogido por el jefe de gabinete de Michelle Bachelet, Rodrigo Peñailillo, para celebrar su cumpleaños.

La invitación fue cursada telefónicamente por la secretaria de Peñailillo a cerca de treinta personas, con excepción de los integrantes del círculo de hierro de Bachelet: el jefe de comunicaciones de La Moneda, Juan Carvajal, y la directora de programación de la Presidencia, María Angélica “Jupi” Alvarez, con quienes el joven profesional trabaja a diario y mantiene una estrecha relación. Para evitar cualquier filtración, se le pidió al administrador del Liguria mantener la cita en estricta reserva, por lo cual este informó a los mozos del restaurant que el segundo piso había sido arrendado para una comida de proveedores de la empresa de Marcelo Cicali, pese a que varios parroquianos ya intuían que el evento tenía otro cariz.

A contar de las 21 horas empezaron a llegar los comensales a una larga mesa preparada especialmente para el evento. Entre ellos, la propia “Jupi” Álvarez y Juan Carvajal; el ministro de Defensa José Goñi, el ministro de Obras Públicas Sergio Bitar, el ministro de Hacienda Andrés Velasco y su esposa, la periodista Consuelo Saavedra y, para sorpresa de muchos, el abogado José Ramón Correa, asesor del contralor, Ramiro Mendoza. Su presencia fue comentada en broma por algunos diciendo que era una forma de establecer un acercamiento político del Ejecutivo con el organismo encargado de visar los actos del Estado.

En la comida, además de los platos típicos del Liguria, hubo torta, canto, velas, discursos y regalos de cumpleaños de varios de los amigos de Peñailillo.
Algunos de los asistentes pusieron una cuota de $ 25 mil, mientras otros pagaron lo suyo. A pesar de que se había exigido puntualidad, Andrés Velasco, quien tiene una estrecha relación con el staff de asesores de Bachelet, arribó junto a su mujer cerca de las 23 horas. Pero no fueron los últimos. Ya eran pasadas la 01:00 horas cuando llegó Edgardo Riveros. El subsecretario general de la Presidencia entró raudo al local y subió al segundo piso con su mejor cara de disculpas, entregándole un papel escrito a mano a Peñailillo, quien se sorprendió con el contenido. Era un saludo de cumpleaños que El Mostrador le redactó en el mismo lugar.

 

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