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El empresario belga investigado por los Mirage que le vendió su estancia a Tompkins

En la lista de civiles investigados por el juez Omar Astudillo en el caso de las comisiones ilegales por las compras de los aviones Mirage belgas, uno resalta por su perfil público ajeno a la reserva con que acostumbran actuar los intermediarios en el negocio de armas. Se trata de Francois de Smet, el hombre que le vendió la Hacienda Chacabuco al millonario ecologista norteamericano.


En la lista de civiles investigados por el juez Omar Astudillo en el caso de las comisiones ilegales por las compras de los aviones Mirage belgas, uno resalta por su perfil público ajeno a la reserva con que acostumbran actuar los intermediarios en el negocio de armas. Se trata de Francois de Smet, ciudadano belga que fue representante de Sabca, la compañía que vendió los caza a la FACH.

De Smet, según el informe de la justicia belga que investigó la entrega de coimas en Europa, recibió pagos desde Berthier Investment junto al chileno Conrado Ariztía, fallecido representante de empresas de armamento que creó Berthier y fue pieza clave de las tratativas para que Chile adquiriera los aviones en US$ 109 millones. El expediente belga asegura que De Smet recibió casi US$ 1,3 millones de los US$ 15 millones destinados a comisiones, por su participación en el proceso y registró la existencia de cinco cuentas a su nombre abiertas en Luxemburgo.

De Smet, pertenece a una reconocida familia que llegó a Aysén en la década de 1940 y ha sido destacada por revista Capital entre las fortunas regionales del sur de Chile. Pero su nombre suena más debido a que en 2004 le vendió la hacienda Chacabuco al millonario ecologista Douglas Tompkins en una suma cercana a US$ 10 millones. Sus hermanos Jean Pierre e Yves participaron junto a él en las negociaciones de la venta de la Hacienda en tanto su otro hermano, Carlos, es el productor de la cerveza artesanal premiumD’Olbek.

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