Tanto el ex ministro del Interior como el coronel de la UDI aseguraron ser víctimas de persecución política a través de organismos públicos. Mientras Peñailillo apuntó a la Fiscalía, Novoa señaló que la gente podría dudar “de si el día de mañana un gobierno va a usar a Impuestos Internos como un arma de persecución política”.
El viernes pasado el ex ministro del Interior y militante PPD, Rodrigo Peñailillo, declaró por segunda vez frente al Fiscal Nacional, Sabas Chahuán, por la causa SQM en la que está involucrado desde que salieran a la luz los millonarios pagos que la minera no metálica les realizó a él y a un grupo de colaboradores, a través de la sociedad Asesorías y Negocios.
En su declaración, la ex autoridad política apuntó a que “se ha usado la muy importante labor de la Fiscalía para objetivos secundarios, para destruir adversarios políticos, como lo han querido hacer conmigo».
En su argumentación, Peñailllo descartó haber presionado al ex director del SII, Michel Jorratt, acusando que le han hecho acusaciones “arteras”, y que se ha utilizado a la Fiscalía para aquello.
En la misma línea, y en una entrevista el domingo concedida a El Mercurio, Jovino Novoa planteó un argumento similar. El poderoso coronel gremialista aseguró –en coherencia con su línea de defensa judicial desde el comienzo del caso Penta– la tesis de la persecución política. “Hay un cuestionamiento fuerte al rol de Impuestos Internos, que aparece actuando con criterios políticos, influido por el Gobierno. También aparece ahora un fiscal investigado por otro fiscal por supuestas filtraciones a La Moneda”, dijo.
El hombre fuerte de la UDI tuvo su “primer triunfo” desde que comenzó el ‘caso Penta’, ya que la Corte de Apelaciones le redujo las medidas cautelares a dos (arraigo nacional y firma quincenal) y levantó su arresto domiciliario. La audiencia del miércoles pasado llamó la atención por la ausencia del SII, querellante principal del caso, que no asistió debido a un “error” del procurador, quien no revisó la lista con la programación de audiencias.
El ex senador UDI se explayó aún más en su tesis: “La solidez de nuestro sistema está mostrando grietas y que la gente puede desconfiar de si el día de mañana un gobierno va a usar a Impuestos Internos como un arma de persecución política, y eso hay que pararlo. (…) Quizá hay que volver al criterio que antes seguía Impuestos Internos, y se solucionaban los problemas tributarios y no se lo usaba para una persecución política. Si esta es la doctrina correcta, tendrá que aplicarse”.
La defensa de Novoa está a cargo de los abogados Miguel Schweitzer, Francisco Cox y Matías Balmaceda. La de Peñailillo fue asumida por el jurista Rodrigo González, aunque también ha sido asesorado por Gabriel Zaliasnik.
