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20 años de Google: ¿Quién lo controla?

20 años de Google: ¿Quién lo controla?

En solo dos décadas, Google pasó de un garaje en California a ser la compañía de Internet más poderosa del mundo, cuyo nombre todos conocen. Por su gran poder, Google debiera importarnos más, dice Jörg Brunsmann.


Cuando el presidente de EE. UU. Donald Trump ataca a Google, como suele hacerlo con otros. Es el  típico comportamiento de un ególatra que quiere que el mundo se adapte a él, y no él al mundo. Trump aún no parece comprender el enorme poder que tiene Google. Entre otras cosas, los algoritmos de Google determinan cuáles mensajes recibimos y cuáles deben pasar inadvertidos.

Y los gerentes de Google pueden decir sin sonrojarse que nada es manipulado, que todo se basa en un solo principio: los temas que encabezan las listas son los que le interesan a las mayorías. Relevancia es el principio que hizo de Google un gigante.

¡Somos los chicos buenos!

Pero esa táctica no la va a poder mantener por mucho tiempo. Google siempre ha intentado presentarse como un buen «amigo» y «socio», respaldado en el lema de los días de su fundación: «¡No seas malvado!», «¡No te enfades!». Un lema repleto de moralidad. Existe el bien, y el mal. Y nosotros, los fundadores, optamos por el lado bueno.

Ahora, Google ha cambiado su lema. Ahora dice: «¡Haz lo correcto!», lo que, a primera vista, suena agradable, pero no lo es. Pregúntele a Donald Trump, qué es lo que considera «correcto”. La actual moral de Google parece ser mucho más flexible.

Esto debería asustar a aquellos que creen que Internet también decidirá el futuro de nuestra democracia y nuestra sociedad. Necesitamos a alguien que vigile la neutralidad de Google, y que se respete. No necesitamos a un político, sino una institución neutral que vigile: una fundación, por ejemplo. Un ente que evite que Google sea manejada como un juguete de los negocios o la política. Entre menos competencia haya en Internet, más real se vuelve este peligro. A Donald Trump le encantaría dictarle a Google lo que dicha máquina de búsqueda debe mostrar de sus ideas, y cómo.

¿Un monopolista neutral?

Por ahora, solo Google puede decidir si se mantiene neutral. El consorcio mismo tiene que defenderse de los intentos de manipulación y otros ataques. Y nosotros, los usuarios, tenemos que creer que dicha corporación realmente quiere seguir siendo neutral. Esto es un riesgo porque la compañía tiene una posición casi monopólica. Y es por eso que Google también debería alegrarse de contar con un control independiente y externo, y no rechazarlo tan vehementemente.

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