El 10 de mayo se conmemora el día internacional de esta patología, que afecta en su gran mayoría a mujeres en edad fértil.
El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) es una enfermedad sistémica que se caracteriza por la activación anormal del sistema inmune con la aparición de autoanticuerpos que pueden causar daño en diversos órganos. Afecta principalmente a mujeres en edad fértil, de población no blanca, y sus causas son multifactoriales.
“Según las últimas cifras disponibles al respecto, en Chile existen alrededor de 20.000 casos y la proporción de pacientes mujeres en relación a pacientes hombres es de 9:1, por lo que definitivamente es una patología con sesgo femenino”, explica la doctora Beatriz Cerda, inmunóloga de Clínica Bupa Santiago.
De acuerdo a lo que explica la especialista, se han detectado diversos factores de riesgo relacionados, como por ejemplo, hormonales, ambientales (luz ultravioleta), infecciones y la genética familiar.
La forma de presentarse puede ser muy diversa, lo que dificulta el diagnóstico. Sin embargo, de acuerdo con lo que indica la doctora Cerda, se debe sospechar en personas con los siguientes síntomas:
“Para hacer el diagnóstico, los pacientes deben cumplir con cierta cantidad de criterios clínicos y de laboratorio. Dentro de estos últimos, utilizamos una serie de exámenes orientados a la búsqueda de anticuerpos positivos y para evaluar compromiso hematológico y renal”, cuenta la doctora sobre la forma de detectarlo.
Según explica la inmunología, los tratamientos son muy variados y van a depender de los órganos afectados y la severidad del compromiso. “Los fármacos más utilizados son los corticoides, junto a otros inmunosupresores. En los últimos años se han añadido en casos más severos el uso de anticuerpos monoclonales”, asegura.
En paralelo, existen varias medidas orientadas a disminuir la probabilidad de reactivación de la enfermedad y sus complicaciones. Entre ellas, la doctora Cerda recomienda usar filtro solar con un factor de protección alto (mayor de 30), evitar la luz solar directa cuando sea posible, controlar el peso, dejar de fumar y manejar la hipertensión en caso que exista.
“Además, se sugiere tener el estado de vacunación al día y, en el caso de mujeres en edad fértil, planificar embarazos y control de natalidad. Respecto de los pacientes que usan corticoides, se recomienda también un screening de densidad ósea y suplementación con calcio y vitamina D”, agrega.
Para mantener una adecuada calidad de vida, es importante que los pacientes diagnosticados mantengan controles con su médico tratante en forma rutinaria, para poder pesquisar a tiempo posibles complicaciones hematológicas, renales o de otros órganos.
“Estos pacientes tienen mayor riesgo que la población general de accidente cerebrovascular e infarto, por lo que es imprescindible el control de los factores de riesgo cardiovascular”, asegura la doctora Cerda.