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Problemas de sueño pueden ser un síntoma precoz de ansiedad y trastornos del ánimo Salud

Problemas de sueño pueden ser un síntoma precoz de ansiedad y trastornos del ánimo

Especialista explica que las alteraciones en el dormir se asocian, entre otros, a mayor irritabilidad y poca tolerancia, lo que dificulta la interacción social y familiar.


Los trastornos del sueño implican una complejidad que va más allá de experimentar dificultades para conciliar el sueño o sufrir de insomnio de manera ocasional. Una mala calidad de sueño puede ser un síntoma precoz de una patología ansiosa.

Asimismo, en el corto plazo puede repercutir en el ánimo, rendimiento cognitivo, aumento del riesgo de accidentes de
tránsito, entre otros. En el mediano y largo plazo (meses o años) puede aumentar el riesgo de hipertensión, diabetes, infartos al corazón y cerebro, obesidad, algunos tipos de cáncer y muerte prematura.

Así lo explica la Dra. Evelyn Benavides, neuróloga especialista en medicina del sueño y presidenta de la Sociedad Chilena de Medicina del Sueño (Sochimes ). Benavides añade que “los datos de la Encuesta Nacional de Salud indican que al menos un
60% de los adultos en Chile refieren tener algún problema de sueño, estas alteraciones son altamente prevalentes en la población general y se extienden desde la infancia hasta la vejez, siendo sus causas, manifestaciones y tratamiento diferentes entre sí”.

Por su parte, Andrea Contreras, neuróloga de adultos y especialista en Medicina del Sueño del Instituto Chileno de Neurología (ICN), aclara que “se considera un trastorno del sueño cuando se presenta la hipersomnia, por ejemplo. Según la última Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño (ICSD-3) la hipersomnia diurna se define como una incapacidad para mantenerse despierto y alerta durante el día, provocando períodos de una necesidad irresistible por dormir, por al menos
tres meses. Son los ataques de sueño que lo obligan a dormir en cualquier lugar y/o circunstancia”.

Contreras suma que “este trastorno se asocia además a mayor irritabilidad y poca tolerancia, lo que dificulta la interacción social y familiar. Por otra parte, dependiendo del tipo de trastorno del sueño que genera la somnolencia diurna excesiva, sabemos que ésta constituye un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, enfermedades neurodegenerativas
(demencias) y un mayor riesgo de accidentabilidad”.

Diagnóstico y tratamiento

Evelyn Benavides enfatiza que “los trastornos del sueño deben ser evaluados en forma lo más oportuna posible por un médico con conocimientos del tema, dado que es importante descartar causas metabólicas, hormonales, ingesta de medicamentos, y otros factores que pueden producirlos. Además, es muy importante buscar un diagnóstico apropiado, dado que existe el riesgo de automedicación tanto de medicamentos hipnóticos como activadores de la vigilia, antidepresivos, ansiolíticos en forma no regulada, lo cual puede generar más problemas que la causa que se quiere tratar”.

Benavides concluye que “lo ideal es identificar hábitos poco saludables de vida, intentar realizar actividad física matinal, evitar el alcohol y pantallas en la noche, mantener horarios regulares de sueño, y si el problema persiste por más de un mes, más de 3 veces por semana o si hay otros síntomas asociados, como mal ánimo, irritabilidad, ronquidos, apneas, movimientos de piernas en la noche, lo ideal es consultar a un especialista”.

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