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El cambio verde de Merkel obliga a Alemania a consumir más carbón


El gobierno de la canciller Angela Merkel dice que la nueva central eléctrica de RWE AG que puede abastecer a 3,4 millones de hogares favorece su plan de abandonar la energía nuclear y pasar a formas más limpias de generación. La planta se alimenta a carbón.

La puesta en marcha de la central de 2.200 megawatts cerca de Colonia la semana pasada muestra cómo la mayor economía de Europa dependerá más del combustible más contaminante. El consumo de carbón se elevó 4,9 por ciento desde que Merkel anunció el plan de comenzar a desactivar los reactores nucleares del país luego del desastre de Fukushima ocurrido el año pasado en Japón.

Las mayores empresas eléctricas de Alemania RWE y EON AG evitan utilizar el gas natural, un combustible más limpio, porque es más costoso, mientras que la caída del precio de los permisos de carbono hace que haya pocas sanciones por utilizar carbón. Los proyectos eólicos y solares, fundamentales para los planes de Alemania de reducir la energía nuclear y la liberación de gases que atrapan el calor, no pueden producir electricidad durante las 24 horas.

“La política de Angela Merkel ha creado una estructura de incentivos que tiene como efecto reemplazar parcialmente la energía nuclear por el carbón, el combustible más sucio, que es responsable de gran parte del crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo desde 1990,” expresó telefónicamente Dieter Helm, profesor de política energética de la Universidad de Oxford, el 17 de agosto. La construcción de nuevas centrales a carbón significa “comprometerse con ellas por los próximos treinta años” como forma de generación, señaló Helm.

El creciente consumo alemán de carbón es parte de un retorno mundial al combustible fósil que es más barato que la mayoría de las alternativas. La cantidad de carbón que se consume en todo el mundo creció 5,4 por ciento y representó el 30 por ciento del consumo total de energía el año pasado, el mayor porcentaje desde 1969, según los datos de BP Plc.

Clean-Dark Spread

El “clean-dark spread”, medida de las ganancias que pueden obtener las empresas eléctricas al vender energía generada por carbón tras tomar en cuenta el costo de los permisos de emisión de carbono, la semana pasada fue de alrededor de 9,75 euros (US$12,00) el megawatt/hora para el año próximo, según los datos de corredores reunidos por Bloomberg. Al mismo tiempo, las empresas eléctricas perderán unos 10 euros por megawatt/hora al utilizar gas según los datos que recopiló Bloomberg.

“El lignito es el tipo de generación eléctrica de más bajo precio y por ello dominó cada vez más el mercado”, explicó telefónicamente Martin Pack, portavoz de RWE, desde Essen, con referencia al tipo de carbón blando que predomina en el consumo de RWE.

EON generó 10 por ciento más de electricidad al utilizar carbón en el primer semestre que en el mismo período del año pasado. La producción de energía de RWE generada por carbón en Alemania se elevó 12 por ciento en el mismo período. La utilización de carbón podría seguir aumentando luego de que Statkraft SF cerrara una central a gas de Emden en marzo y EON y RWE advirtieran que podrían desactivar los generadores que den pérdidas.

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