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Lactancia materna: la importancia de responder a las nuevas necesidades Yo opino

Lactancia materna: la importancia de responder a las nuevas necesidades

Catalina Moya Tapia
Por : Catalina Moya Tapia Académica de la Escuela de Obstetricia y Neonatología de la Universidad Diego Portales (UDP). Asesora de Lactancia Materna.
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La recomendación en la lactancia materna es practicarla en forma exclusiva los primeros 6 meses de vida y luego complementar con otros alimentos, al menos hasta los 2 años de vida. Actualmente, esto se cumple en el 40% de los casos a nivel mundial, midiendo específicamente la lactancia materna exclusiva (LME). En Chile, los datos muestran un aumento progresivo de la lactancia materna exclusiva gracias a las políticas de protección a la maternidad, situándonos en 43%, levemente por encima del promedio mundial. Sin embargo, la propuesta de las autoridades sanitarias es alcanzar como mínimo el 50% para el año 2025, a nivel mundial.


La lactancia materna (LM) es un proceso inherente al ser humano, dada nuestra composición como mamíferos. Pareciera trivial aludir a este aspecto; sin embargo, hoy muchas de las prácticas limitan a las madres que desean lactar o van en contra de esta premisa básica. Los recién nacidos son seres delicados que, para asegurar su supervivencia, necesitan de otros humanos para cubrir el 100% de sus necesidades, es decir, son totalmente dependientes de su entorno. Desde aquí, es donde el rol de la madre es fundamental, particularmente en nuestra especie, pues tiene un rol biológico y además un rol social que tiene un sinfín de cualidades en la sociedad occidental. Madre es la que ama, alimenta, protege, cuida, abriga, y además trabaja, entre tantos otros roles que adjudicamos a su labor.

No existe un solo tipo correcto de “madre”, ni tampoco solo una manera de asegurar el proceso de lactancia materna. Por ende, debemos entender esta etapa del ciclo vital desde una mirada integradora, acorde a los tiempos en que vivimos.

La recomendación en LM es practicarla en forma exclusiva los primeros 6 meses de vida y luego complementar con otros alimentos, al menos hasta los 2 años de vida. Actualmente, esto se cumple en el 40% de los casos a nivel mundial, midiendo específicamente la lactancia materna exclusiva (LME). En Chile, los datos muestran un aumento progresivo de la LME gracias a las políticas de protección a la maternidad, situándonos en 43%, levemente por encima del promedio mundial. Sin embargo, la propuesta de las autoridades sanitarias es alcanzar como mínimo el 50% para el año 2025, a nivel mundial. Sin duda, es un objetivo ambicioso, quizás difícil de cumplir, pero que puede ser planteado como una oportunidad para nuestro país.

Actualmente, Chile acoge las políticas internacionales de fomento de la LM. No obstante, estas prácticas aún no son suficientes para alcanzar el objetivo mundial. Por ello, surge la pregunta: ¿Qué otras medidas podemos implementar para lograrlo?

Las familias hoy pueden tener diversas composiciones, haciendo alusión específicamente a roles y género, porque quien amamanta puede identificarse con el rol de “madre” o no. Entiendo que hay familias homoparentales, donde hay dos personas que podrían oficiar este rol de “madre”, y solo una de ellas amamanta. En este sentido, podemos abrir los espacios y capacitar. La persona que no amamanta puede estar capacitada en extracción y conservación de leche materna, para asumir y/o apoyar este proceso. Asimismo, las consultas y/o consejerías en lactancia podrían propiciar la participación de toda la familia, para cubrir tanto las necesidades del recién nacido como de quien amamanta. La literatura avala que el apoyo de la familia y el acompañamiento de la pareja son factores que protegen la LM, evitando el destete.

Conocemos las dificultades, los factores promotores y nuestra sociedad. Chile y el mundo están en constante evolución y tenemos que responder a estas nuevas necesidades. Reformular el proceso y extenderlo a otros actores es una propuesta que vislumbra inclusión y cubre las necesidades de las familias actuales.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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